Luz verde a la compra de Petit Bateau: el grupo Rocher culmina la venta al fondo Regent

Petit Bateau pasa a manos estadounidenses. La Autorité de la Concurrence francesa ha dado su aprobación definitiva a la adquisición de la histórica marca gala por parte del fondo estadounidense Regent L.P., dirigido por Michael A. Reinstein. El regulador notificó el jueves que la operación, presentada a finales de septiembre, no presenta riesgos para la competencia y queda autorizada sin condiciones.

El visto bueno marca el cierre oficial de la venta de la histórica marca francesa, hasta ahora propiedad de Rocher Participations, el hólding del grupo Rocher. Con esta operación, Regent suma a su cartera una de las enseñas más emblemáticas del textil francés, reconocida por sus prendas de algodón y su estética atemporal. El fondo estadounidense ya controla marcas como Dim, Playtex y Wonderbra, además de activos en sectores como el consumo y los medios.

El proceso de venta de Petit Bateau se inició a comienzos de 2025, en paralelo al plan de reestructuración del grupo Rocher, que ha optado por concentrarse en su negocio principal de belleza y cuidado personal, con Yves Rocher como enseña matriz. “El objetivo es asegurar a Petit Bateau las mejores condiciones para continuar su desarrollo a largo plazo”, explicó entonces Jean-David Schwartz, director general del grupo.

El acuerdo con Regent fue anunciado el pasado 4 de septiembre y supeditado a la consulta con los representantes de los trabajadores. Según publicó entonces Le Figaro, la cesión “se apoya en la ambición de insuflar una nueva dinámica de crecimiento para Petit Bateau, con los medios y la experiencia de un especialista en el relanzamiento de casas patrimoniales”.

Petit Bateau dice oficialmente adiós a su propietario histórico, el grupo Rocher

Fundado en 2013 en California, Regent se ha consolidado como uno de los fondos más activos en la reactivación de marcas históricas. En su portfolio figuran nombres como Dim en Francia, Bally en Suiza o La Senza en Canadá. Su presidente, Michael Reinstein, afirmó que su intención es “honrar el legado de Petit Bateau preservando lo que la hace irremplazable: sus tradiciones artesanales, su espíritu francés y la confianza que las familias depositan en cada prenda”.

Fundada en 1893 en Troyes, Petit Bateau se ha mantenido como símbolo de la moda infantil francesa gracias a su producción local y su herencia artesanal. En los últimos años, la empresa ha atravesado una fase de ajustes marcada por la crisis del textil, con reducciones de costes, cierres de tiendas y un proceso de modernización digital aún en curso.

La compañía opera actualmente tres centros de producción (dos en Troyes y uno en Marruecos) y emplea a 2.400 personas, de las cuales 1.500 trabajan en Francia. En 2024, registró una facturación de 250 millones de euros, con un crecimiento del 3% a escala global y del 7% en el mercado galo.

El regulador francés ha considerado que la operación “afecta la competencia”, debido a las limitadas cuotas de mercado de Regent en las categorías en las que opera y a la baja proximidad competitiva entre sus marcas de lencería y la propuesta infantil de Petit Bateau.

Con el respaldo de Regent, Petit Bateau podría acelerar su modernización digital y su expansión internacional, dos frentes que la marca ha intentado consolidar sin perder su identidad made in France. La empresa mantendrá por ahora su estructura actual de distribución, que incluye tiendas propias, corners en grandes almacenes, outlets y su canal online.