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Black Limba sacude su capital: el CEO compra el 95% y pone en marcha un plan de expansión

Luis Miguel Rivero, consejero delegado desde 2021, se hizo a principios de año con la mayoría del capital de la empresa de lencería, dando salida a sus fundadores, y con el objetivo de elevar las ventas a doble dígito en 2025.

Black Limba sacude su capital: el CEO compra el 95% y pone en marcha un plan de expansión
Black Limba sacude su capital: el CEO compra el 95% y pone en marcha un plan de expansión
Black Limba entró en beneficios en 2023.

C. Oliveras/ P. Riaño

Black Limba cambia de manos y apunta a crecer. La empresa española de lencería, fundada en 2017 por Álvaro Banús, Pepe Merino y Javier Garay, ha pasado a manos de Luis Miguel Rivero, consejero delegado de la compañía desde 2021. Rivero cerró a principios de año la adquisición del 95% del capital de la empresa y, desde entonces, ha puesto en marcha un plan de crecimiento que pasa por duplicar su tamaño en 2025 gracias a nuevos acuerdos de distribución con gigantes como Decathlon.

 

El objetivo del directivo, que se mantiene como consejero delegado y accionista mayoritario de la empresa, pasa por aumentar a doble dígito las ventas, que en 2024 se situaron en 1,35 millones de euros. Para ello, la compañía ha comenzado una estrategia de expansión, que pasa por firmar acuerdos de distribución con otros grupos y aumentar la presencia de Black Limba.

 

En este marco, la empresa ha firmado ya un primer acuerdo de distribución con el gigante francés Decathlon, y que ha permitido que la empresa venda parte de su catálogo en los establecimientos y tiendas algunas de las tiendas físicas de la empresa gala desde el segundo trimestre de este año. En paralelo, la compañía también tiene prevista la apertura de nuevos canales de distribución y la incorporación de talento. 

 

Rivero se incorporó a Black Limba en 2017 como director de márketing y comunicación. En 2019, el ejecutivo pasó a estar al frente de la empresa como consejero delegado y, pese a no formar parte del trío fundacional de Black Limba, ya entró en el capital de la compañía en 2020, en el marco de una ronda de financiación.

 

 

 

 

Desde su fundación, la empresa captó hasta medio millón de euros en una ronda a finales de 2017, con el objetivo de desembarcar en Latinoamérica, junto a otra, de 1,5 millones de euros, un año más tarde. En esta operación, entraron al capital de la compañía diferentes directivos como Félix Ruiz, fundador de la plataforma Tuenti, o Hugo Arévalo, expresidente de la empresa de óptica Hawkers.

 

La presencia de Rivera como accionista mayoritario ha supuesto, además, una reorganización interna de la compañía. Según los últimos movimientos recogidos en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme), el directivo se convirtió el 21 de abril en el administrador único de Black Limba, lo que supuso la disolución del consejo de administración.

 

La empresa opera a través de la sociedad Ydylebrand, con sede en Madrid, y según las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil, cerró el ejercicio 2023 con una cifra de negocio de 1,3 millones de euros, un 22% más que el año anterior. La compañía, además, entró en beneficios ese año, con ganancias de 215.000 euros, frente a los 633.400 euros que perdió en 2022. Actualmente, España se mantiene como el principal mercado de la empresa, junto a Francia y Alemania.

 

Con una plantilla de catorce trabajadores medios, Black Limba acumulaba una deuda de 1,7 millones de euros a cierre de 2023, frente a los 1,2 millones de euros del año anterior. Gran parte de esta deuda, 1,2 millones de euros, es deuda a largo plazo, una cifra que en 2022 se situaba en 266.000 euros. El resto, otros 478.000 euros se alzan como deuda a corto plazo.