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Quién es Demna Gvasalia, el diseñador que llevó la moda al McDonald’s

Vulgar, feísta, popular. Gvasalia es la voz de una nueva generación a la que los viejos códigos del lujo ya no les suenan de nada.

Iria P. Gestal

18 sep 2019 - 04:55

Quién es Demna Gvasalia, el diseñador que llevó la moda al McDonald’s

 

 

Tejidos sintéticos en lugar de organza. Logos de DHL en lugar de Balenciaga. McDonald’s como escenario de un desfile en lugar del Grand Palais. Demna Gvasalia ha cogido, destrozado y reinterpretado los códigos clásicos del lujo desde el corazón de una de las casas históricas del sector. En Balenciaga y Vetements, su propia marca que este lunes abandonó, el georgiano describió la voz de una nueva generación para la que lo trashy, los memes y la reivindicación son más cool que la artesanía. 

 

Sus códigos no son, per sé, nuevos. Sus prendas causan rechazo entre los puristas, como también lo hizo Marc Jacobs cuando, en 1993, presentó una colección grunge para Perry Ellis. Su feísmo ya lo reivindicó Prada durante años, su adoración por la cultura popular, de DHL a Ikea, ya la abrazó Jeremy Scott, y su visión radical de la moda desconcierta tanto al público mainstream como lo hicieron Los Seis de Amberes. 

 

Sus referencias, desde los tejidos al estilismo, son vulgares, a veces decididamente feas o incluso desagradables. Fue el artífice de las ugly sneakers, copió la bolsa de Ikea para venderla a 1.700 euros con Balenciaga, y la camiseta de DHL para comercializarla con sello Vetements a más de 200 euros. En declaraciones a la revista W, Gvasalia aseguró que lo “feo” muchas veces marcaba la diferencia en su proceso creativo, y que le parecía cool que la gente no supiera pronunciar Vetements. 

 

 

 

 

Él, en cambio, prefiere irse de vacaciones. “No soy suficientemente loco de la moda como para comprar esas cosas”, dijo en 2016 en una entrevista con The Telegraph. “Prefiero irme de vacaciones; creo que es más útil; las vacaciones son importantes; las vacaciones y un tiempo de calidad en tu sofá”, aseguró. 

 

Gvasalia tenía diez años cuando se disolvió la Unión Soviética. Nació en una Georgia inmersa en una profunda crisis, que llegó a reducir su PIB hasta el 70% y donde las revueltas se sucedían en las calles. 

 

En 2001, su familia se mudó a Alemania, donde Gvasalia estaba llamado a desarrollar una carrera en el sector financiero. Pero en su lugar se trasladó a Amberes para estudiar en la escuela de Bellas Artes. Se formó en Maison Martin Margiela y en el Louis Vuitton de Marc Jacobs, donde comenzó a gestar la idea de Vetements. 

 

El proyecto, impulsado junto con su hermano Guram Gvasalia, vio la luz en 2014. Un año después, Gvasalia sustituyó a Nicholas Ghesquière en Balenciaga. Las circunstancias que siguieron fueron también las óptimas para que explotara el fenómeno: el auge de la cultura urbana, del athleisure, de las sneakers y, también, del desencanto y la desafección, auparon a Vetements.

 

Para Gvasalia, como para tantos otros jóvenes hoy, la moda es, al final, solamente ropa: “A veces, oigo que diseñadores de otras generaciones dicen ‘Oh, la moda debe hacer que una mujer sueñe’”, recordaba en una entrevista. “En 2016, la moda no debería hacerte soñar; simplemente tendría que estar ahí para poder vestirla”.