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Manu Díaz (CIE): “No tener Perte no es un fracaso, que el sector esté unido es una oportunidad histórica”

El presidente del Consejo Intertextil Español (CIE) defiende el trabajo del Observatorio, pese a no haber conseguido un Perte específico para el sector, y subraya que el textil se encuentra ante una oportunidad inédita.

I. P. G.

26 may 2022 - 04:51

Manu Díaz (CIE): “No tener Perte no es un fracaso, que el sector esté unido es una oportunidad histórica”

 

 

Manu Díaz regresó a la presidencia del Consejo Intertextil Español (CIE) en uno de los momentos más complejos para el sector. Era noviembre de 2020 y el textil se enfrentaba a una de las mayores crisis de su historia reciente, con problemas en la cadena de suministro y caída abrupta de la demanda, salvada sólo por las mascarillas. Sin embargo, Díaz no ha perdido el optimismo. El ejecutivo defiende el rol del Observatorio textil, moda y calzado, pese a no haber logrado un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) propio, y no cierra la puerta a que sea un primer paso hacia una patronal única. “Por ahora hemos logrado tener legitimidad”, defiende. “Cuando todo esté mucho más concreto, será el momento de valorar, sin que yo me niegue a estudiar cualquier escenario”, añade.

 

 

Pregunta: La pandemia, la guerra… ¿El sector puede aguantar otro golpe?


Respuesta: La demanda y la producción han remontado y nos encontramos en un escenario mejor del que estábamos hace un año. Lo que ocurre es que apenas estamos terminando de afrontar un factor negativo, llega otro que supera al anterior. Estábamos ya con unos precios absolutamente desbocados de la energía y la guerra en Ucrania los ha llevado a máximos históricos. Lo mismo ocurre con los problemas de suministro y los precios del transporte. En general, el escenario es muy complejo. Y, al mismo tiempo, hay noticias positivas de una vuelta a la vida normal tras la pandemia, con más alegría en el consumo y la gente deseando organizar eventos de nuevo.

 

 

P.: ¿Se está trasladando la presión inflacionaria al fabricante?


R.: Se ha roto esa tendencia del inmovilismo en los precios del textil. Pero, como casi siempre, como viene pasando desde hace treinta años, la mayor parte del problema la soporta el fabricante.

 

 

P.: En el primer año de la pandemia se habló mucho de una potencia relocalización. ¿Ha ocurrido?


R.: Nos hemos dado cuenta de que depender excesivamente de fabricar en lejanía es un problema. Eso, sumado al cambio de normativa de la Unión Europea, a la obligación de ir hacia la reutilización y el reciclado, está haciendo que los grandes se replanteen su estrategia, y eso siempre es bueno. Por el momento es una tendencia, pero en los próximos años va a cristalizar. No va a ser algo que nos cambie la vida de un modo fundamental, pero sí se va a tender a fabricar más en cercanía: y eso no quiere decir que sea en España, quiere decir también Marruecos, Turquía, Portugal… Esa es la liga que tenemos que jugar en los próximos años para lograr que, en esta relocalización, España sea atractiva.

 

 

 

 

P.: ¿Hay apoyo de la administración para que esto ocurra?


R.: Dentro del gran programa de revitalización de la economía europea tras la pandemia se ha contemplado al sector. En principio, se ha incluido en un Perte transversal con una dotación importante, pero muy lejos de lo que el sector está reclamando y necesitando. En otros países cercanos, sus administradores ven que el sector es vital y estratégico. En nuestro caso, lo que hay hasta ahora, aunque es una muestra de toma de conciencia por parte del Gobierno, queda lejos de lo que verdaderamente necesitamos. Estamos a la espera de que se articulen nuevos instrumentos para que el sector tenga esa capacidad de acudir a las ayudas.

 

 

P.: ¿En qué estado se encuentra ahora el Observatorio?


R.: El Observatorio está haciendo un gran trabajo. El apoyo de las personas que se han involucrado, como Adriana Domínguez o Juan Parés, ha sido decisivo para darle ritmo. Está siendo reconocido como el interlocutor casi único del sector para las administraciones y está comenzando a armar su estructura. Es un momento incipiente de muchísima actividad.

 


P.: ¿Qué proyectos se están poniendo en marcha?


R.: Ya tenemos lo primero y más importante que es la legitimidad hacia el exterior. También es importante que las empresas, tanto las pymes como las de gran tamaño, vean que es el instrumento adecuado para defender sus intereses. Por ahora, nos tenemos que dar por satisfechos por conseguir estos objetivos. Esto acabará cristalizando en una mejor gestión para todos.

 

 

 

 

P.: El proyecto está liderado por CIE y ModaEspaña. ¿Qué representatividad tienen las grandes empresas?


R.: La representación directa en el observatorio es a través de las patronales. Pero en los grupos de trabajo y en las mesas, que tienen una vida bastante activa, están representadas empresas de todo tipo, de todos los eslabones de la cadena textil.Las patronales solo somos coordinadoras de sus voluntades. Eso está funcionando y todas las empresas relevantes y que tienen ese deseo de aportar.

 

 

P.: ¿Quién falta?


R.: Prácticamente nadie. La puerta siempre está abierta para quien quiera participar, pero prácticamente todo el sector está colaborando.

 

 

P.: ¿Es el primer paso hacia una patronal única?


R.:  No lo sabemos. Nadie sabe cómo se va a dibujar el mapa de asociaciones dentro de cinco o diez años. Lo que está claro es que las maneras de relacionarse cambian completamente con este proyecto. Dentro de un tiempo, cuando todo esté mucho más concreto, será el momento de valorar, sin que yo me niegue a estudiar cualquier escenario. Las grandes empresas, que son asociados importantes, harán el mismo análisis importante dentro de un tiempo. Las patronales serán lo que quieran sus asociadas. Las personas vamos cambiando en este tipo de labora, pero las empresas son las que se quedan, no nos podemos cerrar a nada.

 

 

 

 

P.: ¿Es un fracaso no haber logrado un Perte específico para el textil?


R.: No, en absoluto. Estamos ante una oportunidad histórica, que todo el sector este unido en un proyecto es una buenísima noticia que nos va a dar muchísimas alegrías, y seguimos trabajando codo con codo con la Administración. No es un fracaso, era un punto de partida que no se ha podido rematar, pero estamos muy satisfechos con la relación que estamos teniendo con las administraciones.

 

 

P.: ¿La financiación vendrá entonces con el Perte de circularidad e industria?


R.: Sí, también estamos a la espera de concretar otros instrumentos más clásicos de financiación e inversiones para que las empresas textiles puedan acometer los retos que tienen por delante.

 

 

P.: Si no se consiguen esos fondos, ¿podemos ver una destrucción de empresas como la de 2005?


R.: Este proyecto es clave para el futuro del sector en España, es una oportunidad histórica. Si la aprovechamos, saldremos como uno de los países líderes en el cambio textil. Tenemos que plantear esto como una oportunidad y tenemos todo lo que se necesita para aprovecharla: una unidad de las patronales, la complicidad de las organizaciones sindicales para este proyecto, marcas de prestigio y empresas tractoras. No es un sector en cuestión ni en derribo ni en liquidación, todo lo contrario, ha sufrido muchísimo pero ahora tiene una oportunidad histórica de buscar el futuro en una posición de liderazgo europeo.

 

 

P.: ¿La apuesta europea por la circularidad también es una oportunidad para la industria española?


R.: La circularidad va a ser crítica y va a provocar un cambio claro en los hábitos de fabricación, de comercialización y, sobre todo, de consumo que hemos conocido en los últimos veinte años. Lo de comprar ropa cada tres semanas y tirar al contenedor las prendas de la última temporada se va a acabar en dos o tres años. Por eso la educación del consumidor será clave. Esto supone prendas más duraderas, que también costarán más.