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Los modelos de Abercrombie desatan la locura en Madrid

28 oct 2011 - 00:00

Álex Montera. Madrid.- En Abercrombie & Fitch, la estrategia comercial está cuidada hasta al último detalle. La mejor prueba de ello ha sido la presentación hoy en Madrid de los modelos masculinos que trabajarán en la primera tienda de la firma estadounidense en España. El establecimiento abrirá sus puertas el próximo 3 de noviembre en el exclusivo barrio madrileño de Salamanca.

 

Decenas de periodistas, camarógrafos y fotógrafos esperaban a las 11 de la mañana frente al Palacio de Aguas de Sevilla, la sede del establecimiento, ubicado en la esquina de la plaza del Marqués de Salamanca con la calle Ortega y Gasset.

Junto a ellos, se apostaba en la acera un ejército de asesores de comunicación y de imagen de Abercrombie, que rondaban la veintena de personas, la mayoría estadounidenses. Era fácil distinguirlos, todos vestían igual: tejanos oscuros de pitillo, camiseta roja de cuadros y unas zapatillas Converse negras. Escaso rastro de transeúntes a esa hora.

 

Al cabo de unos minutos, se empezaron a escuchar gritos desde el interior del palacete del siglo XIX y acto seguido se abrieron las puertas y empezó el espectáculo que tan buenos resultados le da a Abercrombie allí dónde se instala.

 

Unos setenta jóvenes modelos masculinos salieron en fila del edificio y se colocaron uno al lado del otro en toda la fachada del inmueble, que hace esquina. También era fácil distinguirlos: torso corpulento al descubierto, perfectamente afeitados y peinados, los mismos tejanos de pitillo e iguales sandalias.

 

Otros treinta modelos se habían colocado en la azotea del palacete de cuatro plantas. Algunos con la mencionada camisa roja y otros sin ella. La consigna era la misma para todos. Captar la atención, sobretodo de mujeres, y parecer exageradamente felices y alegres. Básicamente interpretar el concepto cool que promueve Abercrombie.

Todos los modelos no han dejado se sonreír y de saludar a la gente que paseaba por la calle, descansaba en sus casas o circulaba en su vehículo. Como máquinas de repetición, han ido diciendo cada escasos minutos: “What’s going on?” (¿Qué sucede?) y “What’s up?” (¿Qué pasa?). La estrategia ha surtido efecto y cada vez más curiosos se han parado a presenciar el espectáculo. Varios hombres miraban pero eran las mujeres las que no se podían resistir a acercarse a los modelos. Algunas se bajaban de sus coches o salían de su trabajo para no perdérselo.

 

Una tentación a la que han caído desde adolescentes exultantes hasta ancianas. Los mismos modelos lo promovían. Cuando pasaba una mujer, fuera como fuera, empezaban a saludarla y le pedían que se acercara a hacerse fotos con ellos. “No seas tímida”, decía uno de ellos. Y ellas, claro, se aproximaban para vanagloria de ellos, que las levantaban en grupo. “Etiquétame en el Facebook”, gritaba uno.

 

Cuando el espectáculo decaía, los numerosos asesores de comunicación se apresuraban a intervenir. Un par de miradas y gestos bastaban para que los modelos sonrieran más de lo que ya lo llevaban haciendo, se colocaran mejor el pantalón o empezaran a saludar de forma exagerada o llegaran incluso a hacer la ola.

“Me parece un muy buen reclamo, la gente se va a acercar. Son tan guapos y son de verdad”, aseguraba Elena Vidal, una veinteañera que acudió con varias amigas después de ver la convocatoria de la presentación en Internet. Igual de feliz se expresaba Margarita, de 75 años y que vive a escasos metros de la nueva tienda. “Me parecen fantásticos. Voy a venir el día de la inauguración”, comentaba.

 

Un total de 101 modelos, únicamente masculinos, han participado en el espectáculo que ha durado un par de horas, pese al frío madrileño. La gran mayoría de los figurantes son españoles y el resto estadounidenses, franceses, italianos y suecos, según ha explicado un portavoz de Abercrombie. “Fui al cásting y me llamaron. Me pidieron que fuera simpático”, explica Enrique, de 22 años y estudiante de Psicología, uno de los modelos españoles que ha participado en la presentación y que trabajará en la tienda.

 

Cuando abra sus puertas el próximo jueves, el establecimiento contará con unos 200 trabajadores, la mitad de ellos modelos masculinos y femeninos. La marca estadounidense ocupará las cuatro plantas del edificio, que cuenta con unos 1.150 metros cuadrados de superficie, además de un jardín de 700 metros cuadrados.

 

A cierre del primer semestre, Abercrombie contaba con un total de 1.073 establecimientos en Estados Unidos y 59 fuera de su mercado local. La compañía se encuentra en pleno desarrollo internacional y se marcado el objetivo de alcanzar unas ventas de 7.500 millones de dólares en 2015, frente a los 3.470 millones de dólares que registró en 2010.