La limonada se hace con limones y cómo Shein se coló en la cumbre sostenible
La segunda jornada de Global Fashion Summit, en Copenhague, tuvo a la sobreproducción y a los modelos circulares como protagonistas, aunque también se habló de márgenes, de precio y, por supuesto, de Shein.
24 may 2024 - 05:00
La limonada se hace con limones. Y el reciclaje se hace con ropa producida. Los modelos circulares, el reciclaje o la reparación coparon ayer la conversación en Global Fashion Summit, el encuentro de sostenibilidad que se celebra anualmente en Copenhague. También los márgenes, el precio, el volumen y Shein estuvieron presentes en los diferentes escenarios del evento, que, igual que en su primera jornada, volvió a contar con un tono fuertemente crítico con la industria y su evolución.
Vanesa Friedman, periodista y exeditora de Financial Times, fue la encargada de lanzar al auditorio la frase de los limones, aunque a continuación señaló que “ojalá no existieran los limones”. Friedman insistió en la necesidad de transformar el modelo y señaló que “no se trata de arrebatar los beneficios a las empresas, sino de intentar hacer dinero produciendo de manera diferente”. “La moda va de creatividad, pues usemos la creatividad para hacer las cosas de otra manera”, señaló.
“El contexto y los modelos de negocio han evolucionado de tal manera que, aunque el movimiento hacia la sostenibilidad se ha hecho, el gap ha aumentado”, dijo Peder Michael Jorgensen, de Global Fashion Agenda. “La colaboración no está transformando el modelo de negocio ni el modo en que hacemos las cosas -agregó-; no transformas una industria invirtiendo en una única start up, lo haces invirtiendo en veinte y fallando en diecinueve”.
“El margen de la moda es relativamente alto si se compara con el de la alimentación -dijo Achim Berg-; el margen decrecerá, esto es un tema muy impopular”
Sobre el cambio de modelo hacia la circularidad también reflexionó Achim Berg, hoy consultor independiente y antes en McKinsey&Company. Berg, que fue uno de los pocos ponentes que llevó el punto de vista de la empresa sobre el escenario, afirmó que “la circularidad se percibe como que agrega complejidad al modelo de negocio”. “En un mundo con tantos cambios, como el tecnológico, la circularidad complica las cosas frente al modelo lineal”, enfatizó.
Pero, ¿se puede transformar la moda en una industria circular sin perder volumen? Para Berg la respuesta es clara: sí. Aunque las empresas deben encontrar cómo. “El 20% del mercado actual se irá a la reventa, las marcas deben pensar cómo participar de ello -explicó-; si las cosas continúan avanzando así, las marcas estarán forzadas a hacer rentable la circularidad”.
A juicio del experto, “por supuesto habrá cierta canibalización” del modelo circular sobre el tradicional, “pero habrá que acostumbrarse a ello”. No sólo habrá cambios en el mix y pérdida de negocio tradicional, sino también márgenes inferiores.
“El margen de la moda es relativamente alto si se compara con el de la alimentación, por ejemplo -desarrolló-; el margen decrecerá, esto es un tema muy impopular, pero los crecimientos actuales y los márgenes no son sostenibles”.
Jules Lennon, responsable de moda de Ellen McArthur Foundation, que aprovechó para explicar la recién estrenada alianza con ocho marcas para “demostrar que los modelos circulares se pueden escalar”, se mostró, en cambio, más esperanzada que otros ponentes. “La industria de la moda está anclada a la reinvención, hay que aprovecharlo”, deseó.
“La pregunta real serán los volúmenes, entendido como el número de referencias que se ponen en el mercado; esto se discutirá en el Senado e implicará una reflexión muy técnica”, señaló Pascal Morand
Ley contra Shein
Shein se hizo un hueco ayer en el escenario de Global Fashion Summit. Ningún portavoz de la compañía de origen chino tomó la palabra, sino que tanto representantes del gobierno francés como Pascal Morand, presidente ejecutivo de la Fédération de la Haute Couture et de la Mode de Francia, se refirieron al fenómeno chino, aunque de forma velada.
Uno de los espacios más esperados del día estuvo centrado en la ley que la Asamblea Nacional Francesa aprobó el pasado marzo para imponer tasas y vetar la publicidad de empresas de fast fashion, comunmente conocida como ley anti Shein. Morand, representante de las compañías galas de moda (aunque no de las de gran distribución), fue el encargado de defender esta legislación, que entre septiembre y octubre llegará al Senado para su aprobación definitiva.
“El concepto de fast fashion ha cambiado: cuando empezó, en los noventa, fast fashion significaba entregar rápido y ropa barata”, reflexionó Morand mencionando directamente al grupo español Inditex. “El proceso de transformación del mercado es lo que motiva esta ley, que será una cuestión de volumen y número de referencias”, señaló. “El número de kilos de ropa consumidos por persona ha acelerado, esto es una realidad y un problema”, agregó.
“La pregunta real serán los volúmenes, entendido como el número de referencias que se ponen en el mercado; esto se discutirá en el Senado e implicará una reflexión muy técnica”, dijo. Morand detalló que la ley vetará la publicidad de las empresas con determinado volumen (aún por definir), mientras las que cuenten con una calificación baja en términos medioambientales en sus prendas deberán hacer frente a multas de hasta 10 euros por prenda. “No son tasas, son ecocontribuciones, que se dedicarán a Refashion”, puntualizó.
“Con tanto movimiento alrededor, es un buen momento para probar cosas: si quieres cambiar, empieza a hacerlo ya, aporta tu punto de vista”, afirmó David Schneider
En su opinión, “es importante evitar” que la ley se considere una ley anti China, porque estar nuevas empresas (como Shein o Temu) son “nuevos modelos de negocio”. “Debemos ver las cosas de un modo más holístico, los consumidores deben estar bien informados -agregó-; el Gobierno está presionando para conseguir progresos, por lo que también hay algo de ansiedad social, lo que puede crear una situación caótica”.
Morand no se atrevió a profundizar en si la nueva legislación tendrá impacto en los precios de la ropa. “No tenemos suficientes datos sobre la elasticidad de los precios, no sabemos qué impacto tendrá la ley en los precios”, dijo. Respecto a si se trata de una medida proteccionista, Morand se limitó a decir: “Francia es menos del 10% de la producción de Europa, mientras Italia es el 45%.
Tres cambios y una recomendación
David Schneider, coconsejero delegado de Zalando, ha sido uno de los pocos primeros ejecutivos de una gran compañía que se ha subido al escenario de la edición número quince de Global Fashion Summit. En la edición de 2023, el congreso debió lidiar con la actuación de activistas medioambientales lo que, según diversas fuentes, podría haber hecho que las grandes compañías se alejen de las ponencias.
Schneider dedicó su espacio en Global Fashion Summit a detallar los tres grandes cambios que se están produciendo en el momento actual y dio dos recomendaciones.
En su opinión, la irrupción de nuevas generaciones es el mayor cambio al que debe hacer frente la industria de la moda, pues está motivando cambios en los hábitos de compra y en los de consumo. El segundo es el cambio tecnológico, con la llegada de herramientas como la Inteligencia Artificial (IA). El tercero es la llegada de “más y más regulación”, especialmente en términos de sostenibilidad. De todos modos, el directivo de Zalando afirmó que “existe un gap entre lo que la gente dice y lo que realmente hace”.
¿La recomendación de Schneider? “Empezad ya”, dijo. “Probad cosas porque el cambio llega pronto y ahora es el momento perfecto”, agregó. En su opinión, “las soluciones a veces son un coste, pero si encuentras soluciones que impulsan el negocio generas impacto”. “Con tanto movimiento alrededor, es un buen momento para probar cosas: si quieres cambiar, empieza a hacerlo ya, aporta tu punto de vista”, concluyó.