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El testigo de Pablo Isla a Marta Ortega: un ‘blue chip’ en horas bajas

Hoy se oficializa el relevo en el número uno de la distribución de moda en el mundo. Inditex se ha convertido con Isla en la mayor empresa de España por capitalización, aunque se ha dejado un 30% desde que se anunció su salida.

I. P. G.

31 mar 2022 - 04:57

Pablo Isla en sus últimos resultados anuales de Inditex

 

 

Hoy hay cambio de guardia en Arteixo. Pablo Isla, que ha liderado Inditex durante diecisiete años (los últimos diez, como presidente) abandona hoy el grupo y mañana Marta Ortega, hija menor del fundador, Amancio Ortega, asumirá la presidencia no ejecutiva. Isla deja como legado una compañía convertida en la mayor del Ibex35 por facturación, y muy enfocada a su buen desempeño en bolsa, aunque en horas bajas desde el anuncio de su salida.

 

Las frases más repetidas de forma persistente por Isla en cualquier comparecencia son una pequeña muestra de su gestión: de la política de dividendos “atractiva y predecible” (a lo que en los últimos años ha añadido “creciente”) a su eterno “on track” (según lo planeado) ante cada pregunta de los analistas a la que no quería responder con datos.

 

Predecible, estable, constante, sin sustos para el mercado. Cuando Pablo Isla se incorporó al grupo en 2005, Inditex sólo llevaba cuatro años cotizando. Desde entonces y hasta que se anunció su salida el pasado noviembre, el grupo aumentó su capitalización bursátil en 80.000 millones de euros.

 

En 2015, tras diez años cotizando y después de haber triplicado su valor, la compañía realizó un split de cinco títulos nuevos por cada uno antiguo. Dentro del sector de la moda, sólo le superan en bolsa gigantes como Nike, LVMH o L’Oréal, todos ellos líderes en sus segmentos.

 

Con Isla, la gestión se ha centrado en una eficiencia operativa y muy enfocada al parqué. Prueba de ello es el plan de incentivos que el grupo aprobó en 2013, y que supeditaba los bonus a la evolución del grupo en bolsa en relación al Dow Jones Retail Titans 30.

 

Isla deja también una empresa cuatro veces más grande y rentable y en el camino hacia lo que él siempre llama “la integración total”. En 2019, antes del estallido de la pandemia, Inditex facturó 28.286 millones de euros (cuatro veces más que en 2005), ganó 3.639 millones (un 353% más que cuando llegó Isla), sumaba 7.469 tiendas (casi 5.000 más) y empleaba a 176.611 personas (118.421 más que en 2005). En 2021, Inditex facturó 27.716 millones de euros y ganó 3.243 millones de euros.

 

 



Hoy, la compañía no pasa por su mejor momento en bolsa, donde llegó a perder la barrera de los veinte euros. Al golpe tras el anuncio del relevo el pasado noviembre se sumó más tarde el impacto de la guerra en Rusia: el resultado es que Inditex se ha dejado en bolsa un 30% en cuatro meses.

 

Este es el escenario que Isla le deja ahora a Marta Ortega. La hija de Amancio Ortega no asumirá sus funciones ejecutivas, pero sí tendrá responsabilidades sobre áreas como comunicación y previsiblemente imprimirá en la empresa un carácter muy distinto al del discreto madrileño.

 

Si el Inditex de Isla (que no tenía experiencia en moda y se incorporó procedente de la tabacalera Altadis) era una máquina de operaciones perfectamente engrasada, con Ortega, el grupo tiene la oportunidad de ser más marca, más moda, más deseada.

 

En el informe de remuneración de los consejeros, Inditex subrayó de ella su “conocimiento del negocio retail en el sector de la moda y del grupo Inditex” y su “importancia desde una perspectiva institucional”. 

 

Inditex también argumentó que “ha desarrollado su actividad en distintas áreas del grupo durante los últimos quince años, y en particular, ha dirigido el reforzamiento de la imagen de marca y propuesta de moda de Zara, área que seguirá supervisando”.

 

Con Ortega en la presidencia y Óscar García Maceiras como consejero delegado, Inditex tendrá, más allá de volver a convencer a los inversores, que afrontar un entorno convulso, incierto y decreciente, en una industria inmersa a su vez en un replanteamiento de su propio modelo.