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Chris Cox (Meta): “La premisa del metaverso, igual que la de las redes sociales, es la democracia”

Con la intención de “construir un futuro compartido”, se reunieron ayer en Davos Chris Cox, de Meta; Philip Rosedale, fundador de Second Life; Peggy Johnson, consejera delegada de Magic Leap, y Omar Al Olama, ministro de Economía Digital de Emiratos Árabes Unidos.

Isabel Carmona

26 may 2022 - 04:41

Chris Cox (Meta): “La premisa del metaverso, igual que la de las redes sociales, es la democracia”

 

 

Una niña construyendo un edificio de juguete con bloques Lego e invitando a sus amigos a apreciar su obra. Esta es la imagen que planteó Chris Cox, director de producto de Meta (el anterior grupo Facebook), para describir la premisa del metaverso en el Foro Económico Mundial 2022, celebrado desde el 22 de mayo y hasta hoy en Davos (Suiza). En su definición, el ejecutivo también se aseguró de apuntar que el concepto del metaverso se compone principalmente de objetivos y previsiones a futuro y un pequeño porcentaje de elementos ya implementados. Es “el próximo episodio de Internet”, explicó Cox en la mesa redonda que tuvo lugar ayer en Davos.

 

Bajo el título de Dando forma a un futuro compartido: construyendo el metaverso, el ejecutivo, miembro del equipo directivo de la empresa que más ha revolucionado la idea colectiva del futuro de Internet en el último año, compartió escenario con Philip Rosedale, fundador del videojuego Second Life; Peggy Johnson, consejera delegada de la empresa de realidad virtual Magic Leap, y Omar Sultan Al Olama, ministro de Inteligencia Artificial, Economía Digital y Aplicaciones de Trabajo Remoto de Emiratos Árabes Unidos.

 

Se trata de la primera vez que el metaverso se incluye en el programa del Foro Económico Mundial, que se ha celebrado este año de manera presencial tras dos años de parón por la pandemia. En esta edición del evento, al que acudieron cerca de 2.500 líderes políticos internacionales, consejeros delegados de empresas y presidentes de asociaciones, también se trataron temas como la salud, la sostenibilidad y el consumo.

 

 

 

 

La mesa redonda comenzó con una breve intervención de todos los ponentes, que dieron una primera descripción de lo que habría de ser el metaverso. Peggy Johnson, consejera delegada de la empresa estadounidense de realidad virtual Magic Leap, explicó precisamente que el metaverso “aún no existe, sólo es una promesa”. Para Philip Rosedale, fundador del videojuego Second Life y, para muchos miembros de la comunidad internauta, precursor del propio metaverso, se trata de “un sueño”.

 

Mi intención con Second Life era establecer un espacio donde la gente pudiese crear un escenario tan grande como el mundo real”, explicó el empresario, que lanzó Second Life en 2003. La plataforma ofrece herramientas al usuario similares a las que presenta Horizon Worlds, el videojuego que lanzó Meta el pasado diciembre como primera demo del metaverso: los jugadores pueden crear un avatar personalizado e interactuar con otros usuarios en directo a través de juegos, actividades y la creación de mundos.

 

Para Chris Cox, el metaverso no será exclusivo para la élite. “La premisa del metaverso, igual que la de las redes sociales y la de los teléfonos móviles, es la democracia”, explicó el ejecutivo estadounidense.

 

 

 

 

Aunque todos los ponentes coincidieron en que el metaverso no es aún una realidad, también estuvieron de acuerdo en que sí se ha convertido rápidamente en una oportunidad comercial. Para Omar Sultan Al Olama, ministro de Inteligencia Artificial, Economía Digital y Aplicaciones de Trabajo de Emiratos Árabes Unidos, este es uno de los grandes riesgos a los que se enfrenta el metaverso en el futuro. “La regulación comercial impondrá límites en el desarrollo del metaverso”, explicó Al Olama.

 

A pesar de que el título de la mesa redonda daba pie a establecer las bases sobre las que se construirá el metaverso, la mayoría de las discusiones estuvieron centradas en los límites concretos que se le impondrán, mientras que las descripciones de cómo se incorporará el metaverso en el día a día de los usuarios no fueron especialmente detalladas.

 

“Debemos tener una importante conversación sobre normas”, sentenció Omar Sultan Al Olama. “La comunidad internacional ha de ponerse de acuerdo sobre el contenido y las limitaciones de los usuarios en el metaverso, igual que lo ha hecho para las redes sociales”, añadió el ministro, antes de opinar que la presión regulatoria debe provenir de grandes corporaciones como Meta, que marcarán el paso del resto de la sociedad.

 

“Necesitamos estándares internacionales”, pidió Chris Cox, de Meta. “Es importante que cada compañía pueda establecer sus propias guías de comportamiento para el metaverso, pero que también se deba ajustar a normas tanto internacionales como interestatales, en Estados Unidos”, concretó el director de producto de la empresa tecnológica. “En el metaverso también debe haber sitio para una comunidad adulta y para ello, los espacios deben estar regulados y el usuario debe ser consciente de en qué ambientes entra”, añadió Cox, explicando que “la regulación no es la misma en un parque que en un bar”.

 

 

 

 

Antes de la llegada del metaverso, el ministro de Economía Digital de Emiratos Árabes Unidos considera que el internauta debe recibir más formación sobre sus derechos y su privacidad en la Red. “Hoy, la gente aún no tiene acceso a información sobre la recopilación de sus datos”, reclamó Al Olama, haciendo un rápido chascarrillo sobre las cookies. “Todos hemos pulsado que sí sin saber qué nos estaban pidiendo en realidad”, comentó el ministro, “esto tiene que cambiar antes de entrar en el metaverso”.

 

Uno de los debates que se formó en la mesa redonda es, precisamente, sobre la recopilación y clasificación de los datos del usuario que se venden posteriormente a empresas externas. “El metaverso no se monetizará a través de anuncios como se ha hecho en las redes sociales”, previó Philip Rosedale, fundador de Second Life, apuntando a un potencial peligro de manipulación del usuario por parte de las corporaciones en control de esta información.

 

Chris Cox, de Meta, opinó, en cambio, que “el usuario tiene derecho a consumir contenido y utilizar servicios de manera gratuita a cambio de sus datos, que son agregados de manera anónima”. El ejecutivo subrayó que “los usuarios saben que intercambian sus datos por una experiencia más relevante y personalizada”. Sin embargo, para Rosedale, el mejor modo de monetizar el metaverso es a través de transacciones monetarias por productos virtuales, como non-fungible tokens (NFT) o prendas de ropa digital.

 

 

 

 

Pero, ¿qué servicios ofrecerá el metaverso para mejorar la vida de las personas? “Antes de la pandemia, yo solía coger vuelos a otro país sólo para asistir a una reunión de dos horas y luego regresar”, recuerda Peggy Johnson, consejera delegada de la empresa de realidad virtual Magic Leap. “Es posible que el metaverso cambie nuestras vidas del mismo modo, pero la experiencia será más personal que sólo a través de una pantalla plana, podremos tener conversaciones fluidas con una imagen en tres dimensiones de alguien al otro lado del mundo”, describe la ejecutiva, añadiendo que el uso generalizado del metaverso podrá “volver a unirnos y fomentar la empatía”, al contrario que las redes sociales.

 

Philip Rosedale, impulsador de Second Life, también considera que las interacciones entre avatares, frente a entre meros nombre de usuario y fotografías estáticas, serán más humanas. “Un avatar es más cercano a una persona real, el metaverso tiene el poder de diluir las barreras relacionales que ha construido Internet”, describe Rosedale.

 

Para Omar Sultan Al Olama, por otro lado, la clave del atractivo del metaverso no es replicar experiencias reales, sino generar un contenido insólito de un modo que nunca se ha llevado a cabo en otra plataforma, ni siquiera en la realidad. “La gente siempre preferirá verse en físico antes que a través del metaverso”, admitió el ministro de Emiratos Árabes Unidos, “pero el contenido es rey”.