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Calcetines Mingo: tradición para defender la industria textil en España

Los orígenes de la compañía burgalesa se remontan a hace más de cien años en la localidad de Pradoluengo. Desde entonces, “el 80% de la industria de calcetería en España se ha ido”, relata José Manuel Mingo, director general de la compañía.

Calcetines Mingo: tradición para defender la industria textil en España
Calcetines Mingo: tradición para defender la industria textil en España
Su trayectoria se remonta a 1914, cuando Avelino de Miguel, bisabuelo del actual director general de Calcetines Mingo, abrió un taller artesanal de boinas.

Isabel Carmona

18 jul 2022 - 05:00

“¿Cómo se te ocurre meterte ahora en esto, si se va a acabar?” Escandalizados, con esta pregunta es como los seres queridos de José Manuel Mingo recibieron la noticia de que el directivo quería tomar las riendas de la fábrica de calcetines que su bisabuelo había abierto ocho décadas atrás en Burgos. Era 1999 y se hablaba de la globalización como de un temible tsunami que amenazada con llevarse la industria textil española por delante, sin dejar traza.

 

Prácticamente así fue, recuerda Mingo, que comenta que “conservamos muy poco de lo que había en España por esa época, el 80% de la industria de calcetería se ha ido”. Ahora, el reto es enfrentarse a la crisis, a la transformación digital y a las nuevas tendencias en la demanda.

 

Calcetines Mingo aguanta desde el pueblo burgalés de Pradoluengo, con una población de 1.200 habitantes, de los cuales 25 trabajan en la fábrica de la familia Mingo que ya ha visto pasar más de un siglo de historia.

 

Su trayectoria se remonta a 1914, cuando Avelino de Miguel, bisabuelo del actual director general de Calcetines Mingo, abrió un taller artesanal de boinas. Años después, tomó el relevo su hijo, que mantuvo el negocio de su padre y sumó la producción de calcetines. No fue hasta 1999, cuando se incorporó José Manuel Mingo, que la empresa dejó atrás del todo las boinas y se convirtió en Calcetines Mingo.

 

Entonces, la compañía llevó a cabo una renovación de su maquinaria, aunque mantuvo el taller en el que se erige aún hoy. “Sabía que tenía que innovar, buscar otras vías y otros canales de venta, y para eso era imprescindible modernizar la maquinaria”, recuerda Mingo, hoy director general de la empresa burgalesa.

 

 

 

 

Desde entonces, y a pesar de las advertencias de los conocidos del ejecutivo, la empresa ha continuado creciendo año a año. En la última década, relata Mingo, los ingresos de la compañía se han triplicado y, en 2020, a pesar del parón por la pandemia, “las ventas no cayeron, incluso crecieron un poco”, anota. Anualmente, Calcetines Mingo llega a generar cerca de un millón de pares de calcetines y este año prevé que su cifra de negocio crezca un 15% frente a niveles prepandemia.

 

“Desde el Covid, mucha gente está buscando producto fabricado en España”, observa el director general de la empresa. Para potenciar su crecimiento, la compañía lanzará su propia tienda online en septiembre, incluyendo además una selección de producto que sólo estará disponible en este canal.

 

Calcetines Mingo no sólo fabrica para otras marcas, sino que también cuenta con dos firmas comerciales: la homónima y FunStep, que opera ya con su ecommerce desde 2019. Con esta marca, la empresa se ha querido adentrar en el sector del deporte y es patrocinador oficial del equipo ciclista Burgos BH, además de haber colaborado con triatlones y maratones en Canarias y otras localidades españolas.

 

El grupo está presente en alrededor de trescientos puntos multimarca a escala internacional, en países como Francia, Alemania, Italia y Chile, el único mercado extranjero en el que tiene presencia FunStep. “Estamos pensando en abrirnos a más países, pero ahora mismo es complicado, apenas hay ferias”, admite Mingo.

 

Hace dos años, coincidiendo con el estallido de la pandemia, FunStep experimentó un repunte de popularidad a raíz de la línea FreeWaves, producida con poliéster generado a partir de plástico recogido del mar Cantábrico y Atlántico. Recientemente, Calcetines Mingo ha lanzado una segunda línea similar, pero combinando el poliéster reciclado con algodón orgánico.