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Bangladesh, Myanmar y Pakistán, los polos productivos más vulnerables al cambio climático

Únicamente Bangladesh, Camboya, Pakistán y Vietnam, que acumulan el 18% de las exportaciones mundiales de moda, podrían perder hasta un 22% de sus ingresos para 2030 si no adoptan medidas para adaptarse al cambio climático.

Bangladesh, Myanmar y Pakistán, los polos productivos más vulnerables al cambio climático
Bangladesh, Myanmar y Pakistán, los polos productivos más vulnerables al cambio climático
Hasta 2.400 millones de trabajadores deben enfrentarse a olas de calor cada año, según la Organización Internacional del Trabajo (ILO).

Celia Oliveras

10 dic 2024 - 05:00

Bangladesh, Myanmar y Pakistán, en alerta climática. Tres de los principales polos productivos de la moda acumulan una alta vulnerabilidad al cambio climático, lo que puede afectar al rendimiento de los trabajadores a medio y largo plazo. Tanto Bangladesh como Myanmar y Pakistán han obtenido la puntuación más alta en vulnerabilidad a los cambios extremos del clima, especialmente olas de calor e inundaciones, según un estudio publicado por la Universidad de Cornell.
 
El centro, además, ha alertado de la relación entre vulnerabilidad y baja inversión en el sueldo y la salud de los trabajadores. “Los países y trabajadores con menor poder adquisitivo y un nivel de seguridad social por debajo de la media son los que presentan una mayor vulnerabilidad y preparación ante el cambio climático”, alerta la universidad.
 
En concreto, el estudio ha puntuado a Bangladesh en el número uno del ránking, con hasta 0,55 puntos, de un total de un punto. En el caso de Myanmar, la universidad ha cifrado en 0,51 puntos el nivel de vulnerabilidad, frente a los 0,5 puntos de Pakistán. Los tres países son, además, los que cuentan con un menor poder adquisitivo de sus trabajadores y ratios de protección social de los trabajadores más reducidos.
 
 
 
 
“Las inversiones para adaptar las instalaciones de las fábricas deben ir acompañadas con un incremento de salarios, programas de protección social y el impulso de los derechos sindicales”, alerta el estudio. Estas inversiones permiten a los trabajadores tanto pagar la electricidad necesaria para enfriar sus casas, y combatir así el calor extremo, como comprar los medicamentos necesarios para tratar las enfermedades relacionadas con el clima.
 
Hasta 2.400 millones de trabajadores deben enfrentarse a olas de calor cada año, según la Organización Internacional del Trabajo (ILO). En más de la mitad de las principales ciudades productivas para la industria de la moda, la media de días de calor extremo se ha incrementado en un 10% en los últimos veinte años.
 
En la capital de Camboya, por ejemplo, entre 2005 y 2009 alrededor de 34 días que superaban la temperatura mínima para ser considerados días de calor extremo, una cifra que ha alcanzado una media de 112,2 días entre 2020 y 2024. En la ciudad de Karachi, en Pakistán, en los últimos cuatro años el número de días con calor excesivo se ha incrementado un 18%.
 
 
 
 
La universidad ha alertado del efecto que tiene el calor extremo en la productividad de los trabajadores. Según el estudio, por cada alza de un grado centígrado por encima de los 25 grados, la productividad de los trabajadores en el sector manufacturero se reduce hasta un 1,5% de media.
 
Únicamente Bangladesh, Camboya, Pakistán y Vietnam, que acumulan el 18% de las exportaciones mundiales de moda, podrían perder hasta un 22% de sus ingresos para 2030, más de 65.000 millones de dólares, si no adoptan las medidas para adaptarse al cambio climático, junto con la pérdida de un millón de puestos de trabajo en el sector de la moda.
 
A pesar de que los cuatro proveedores continuarán creciendo en términos nominales, sus ingresos por exportaciones se irán reduciendo proporcionalmente hasta ganar menos, alertó la misma universidad en otro estudio a principios de año. El crecimiento podría reducirse hasta un 68% y alcanzar los ocho millones de trabajadores menos para 2050.
 
El estudio alerta, además, que de todas las empresas analizadas, únicamente Nike, Levi Strauss y VF Corporation cuentan con protocolos específicos para proteger a los trabajadores del calor extremo. La batería de legislaciones europeas sostenibles, sin embargo, obligará a las empresas a responsabilizarse de estos riesgos en la cadena de suministro, en lugar de dejarlo en manos de los proveedores.
 
“Muchas compañías incluyen ya códigos de conducta con directrices para asegurar el acceso al agua potable, por ejemplo, pero no incluyen requerimientos para proteger a los trabajadores durante días de climas extremos”, alerta la universidad.