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Andión Clothing, de una aldea gallega a París con Sézane: la artesana que no quiere crecer

La colaboración con la marca francesa ha duplicado la demanda de Andión Clothing, que se niega a perder su esencia tradicional. Produce a mano, a medida y bajo demanda en el taller de costura en su casa familiar de Galicia.

Andión Clothing, de una aldea gallega a París con Sézane: la artesana que no quiere crecer
Andión Clothing, de una aldea gallega a París con Sézane: la artesana que no quiere crecer
La gallega Andión Clothing se alía con Sézane y lanzan una colección basada el el handmade

Irene Juárez

Cuando la fundadora y directora ejecutiva de la firma francesa Sézane, Morgane Sézalory, le escribió por Instagram hace un par de años, la gallega Carmen Logo, fundadora de Andión Clothing, creyó que era una estafa. “Estaba segura de que era un hacker”, cuenta entre risas a Modaes. A pesar de su popularidad, no se esperaba que un proyecto de diseño artesano de moda femenina nacido en una pequeña aldea fuera a traspasar la frontera con Francia para forjar una de las colaboraciones más pintorescas del verano: Sézane x Andión.

 

Al frente de Andión Clothing trabajan mano a mano madre e hija en el taller de costura ubicado en la casa familiar de Lestedo, su pueblo natal, que no supera los mil habitantes. Trabajan sin stock, ofreciendo diseños hechos a medida, por encargo, con tejidos mayoritariamente españoles y portugueses, pero que a veces también importan de Italia, Alemania, India o Japón. De hecho, la fundadora asegura que no sabe cuántas prendas venden al año. Es algo que no le preocupa demasiado; su intención nunca ha sido crecer en exceso. Ni siquiera ahora, cuando su alianza con Sézane ha duplicado su demanda.

 

El proyecto nació hace cinco años de la mano de esta joven diseñadora que, sin embargo, no era nueva en la industria de la moda. Había trabajado para el grupo Inditex, tanto en Zara, donde se dedicó a diseñar la colección de tricot, como en CH Carolina Herrera, encargándose de la división de zapatos y bolsos. Asegura que se encontraba a gusto en ese sector, que aprendió mucho. Pero tras un largo periplo por la gran industria, algo cambió en ella. “Supongo que fue un cambio vital”, reflexiona.

 

 

 

 

La colección Sézane x Andión comenzó a venderse el 1 de junio en la web de Sézane y en algunas de sus tiendas de España (solamente en Madrid), Francia, Londres y Estados Unidos. Es una colección reducida “para mantener la exclusividad”, dice Carmen. “El primer día se agotó prácticamente todo, ya no queda casi nada”, explica la diseñadora gallega, todavía con cierto asombro. “Es una colección que te transporta a la infancia”, indica. Las dos diseñadoras estuvieron año y medio desarrollando el concepto, que combina la frescura y nitidez de Sézane con el ADN rural de Andión, inspirado en los juegos de mantelerías que marcaron la infancia de Carmen Logo, con bordados antiguos, estampados románticos y flores.

 

Artesanía frente a fast fashion. El handmade es un concepto que cada vez llama más la atención entre las marcas, que buscan contentar a un público deseoso de diferenciarse. Fue uno de los argumentos que esgrimió la fundadora de Sézane, Morgane Sézalory, cuando conoció a Carmen Logo por videollamada. “Quería poner en valor ese tipo de cosas”, explica. “Además, Morgane me contó que ella también tenía una hija y que le encantaría que siguiera con su negocio”, prosigue.

 

 

 

 

A pesar del origen rural de la marca, Andión Clothing encontró su escaparate ideal en Instagram, donde tiene ya 169.000 seguidores. Carmen recuerda que era verano y que bajó al taller de la casa de su madre a hacerse un vestido para una boda. Después, comenzó a crear otras prendas. Decidió publicarlas en la red social donde una influencer no solo compró una de las primeras blusas que creó, sino que la difundió en su canal. Después de eso, el crecimiento llegó de forma orgánica.

 

Carmen Logo sigue haciendo los diseños para su marca, ahora con la ayuda de un equipo de diez personas y una cooperativa de mujeres de su pueblo que la ayudan a coser. El taller de confección principal continúa siendo el que tienen en la casa familiar. No le apetece lanzarse a conquistar el mercado, aunque afirma que le encantaría repetir con Sézane. “Queremos mantenernos siendo lo que somos. Poder vivir de ello, pero sin hacer grandes locuras”, concluye.