De escaparate escandinavo a ‘hub’ global: la danesa Ciff apuesta por alianzas y sostenibilidad
El salón se alza en agosto como plataforma híbrida: 200 marcas, talento nórdico, el gigante Bestseller en modo inmersivo y un nuevo Fashion Commerce Summit. Su directora, Sofie Dolva, detalla su plan para el negocio ferial.


Ciff quiere que agosto sea algo más que el regreso de las ferias de moda. El evento aspira a demostrar que un salón puede actuar como plataforma cultural, laboratorio comercial y radar de talento nórdico e internacional. “No se trata sólo de colocar pedidos, sino de crear momentos de marca y de comunidad”, resume Sofie Dolva, directora de la feria danesa, a Modaes. Del 5 al 7 de agosto, el recinto Bella Center de Copenhague recibirá doscientas empresas, un nuevo Fashion Commerce Summit y una reconfiguración total del recinto pensada para que el visitante navegue por universos estéticos y no por pasillos de producto.
“Nuestro objetivo es que Ciff sea la plataforma más relevante, inspiradora y eficiente del norte de Europa”, sostiene Dolva. Ese plan pasa por herramientas de compra digitales, recorridos guiados para womenswear y una señalética que combina directorios QR con mapas por afinidad de estilo. Todo bajo la lógica de un Copenhague que, en palabras de la directiva, “equilibra negocio e inspiración de forma muy escandinava”.
La edición número 65 volverá a solaparse con la Copenhagen Fashion Week, pero este año la sinergia da un salto cualitativo. Ciff se convierte en mecenas de Cphfw NewTalent y cede showrooms permanentes a los diseñadores emergentes. “Es un puente real entre visibilidad cultural y oportunidad comercial”, insiste Dolva. A los debutantes nórdicos se sumarán regresos potentes como Diesel y G-Star y la tercera presencia consecutiva de Bestseller, que convertirá el Hall C en un hub inmersivo para Pieces, Noisy May, JJXX, Object, Rouge Edit y Y.A.S.
“Ciff es la única feria europea en la que invertimos a esta escala, demuestra nuestro compromiso con la escena escandinava”, subraya Lars Pedersen, director regional y miembro del comité ejecutivo de Bestseller.
Ciff celebrará en Copenhague su próxima edición del 5 al 7 de agosto
Cuando Dolva se estrenó como directora en agosto de 2022, procedente de la start up de belleza tecnológica Luluab y tras cinco años en L’Oréal, se encontró un panorama fragmentado. Por aquel entonces, las ferias Ciff y Revolver competían por el mismo público en dos recintos distintos en la capital. La solución llegó en enero de 2023, cuando Ciff adquirió Revolver y unificó ambos proyectos bajo un mismo paraguas.
“Había que pasar del exceso de oferta a la curación consciente”, recuerda la responsable. La evolución de la cita ha consistido en el lanzamiento del espacio Ciff Media, la digitalización del directorio y la puesta en marcha de rutas temáticas para compradores.
El segundo gran eje fue reforzar alianzas internacionales. “Colaborar multiplica la visibilidad de nuestras marcas, Pitti Uomo es la prueba”, sostiene la Dolva. De hecho, el Scandinavian Manifesto volvió a Florencia el pasado junio con once enseñas, dos eventos de networking y un mensaje claro. “Colocar el diseño nórdico en la Fortezza da Basso demuestra que nuestra estética resuena globalmente”, afirma la directora. Un flujo similar se desarrolla con el Cfda en Nueva York y con el German Fashion Council.
Por dentro, el cambio más visible será el nuevo mapa del Bella Center. El 68 % de expositores propondrán una oferta de womenswear que compartirá área con el showroom Cphfw NewTalent y con un espacio de belleza nicho, lanzado hace varias temporadas, “coherente con la moda creativa”; el menswear, un 20 % del total, tendrá instalaciones específicas que exploren la ola de sastrería fluida y streetwear genderless. Lifestyle y outdoor completarán el 12 % restante, reflejo de la mezcla que ya domina los armarios nórdicos.
La feria escandinava concentra esfuerzos en la construcción de relatos de marca
El Fashion Commerce Summit será la pieza estrella de la agenda de contenidos. Coproducido con la agencia Not Selling Liquid y con Shopify y Klaviyo como socios, abordará la integración de tiendas físicas y canales digitales. “La omnicanalidad ya no basta, hablamos de comercio unificado, de una sola fuente de datos y una misma experiencia”, explican desde Shopify. Dolva añade: “Muchos expositores usan Ciff para lanzar narrativas, no sólo colecciones, por lo que el Summit les dará marcos de acción y métricas de retorno”.
Las charlas incluirán un caso de Fabienne Chapot sobre cómo escalar en el direct-to-consumer sin abandonar wholesale, y un panel sobre medición de Roi en ferias físicas. “Ciff ya no es un mercado mayorista, es un acelerador híbrido”, insiste la directora. Así, la feria ofrecerá activaciones digitales a las marcas, desde vídeos en redes hasta códigos QR en el stand, y reportes de engagement postevento.
Pero el negocio no vive sólo de herramientas. “Para nosotros, la experiencia presencial sigue siendo clave; la creatividad se palpa mejor fuera de la pantalla”», defiende Pedersen. Su Hall C será un ecosistema propio, con desfiles cápsula, talleres de upcycling y un lounge de datos donde los compradores podrán consultar tendencias en tiempo real.
El filtro ambiental continuará siendo un rasgo diferencial en la selección de la feria. “La sostenibilidad ya no es característica, es una condición de entrada”, resume Dolva. Un 25% de las marcas participantes cumple criterios de transparencia, cadena ética e innovación material. “Valoramos la progresión, no pedimos perfección, pero sí honestidad y métricas”, aclara. Paneles sobre circularidad y laboratorios de biomateriales respaldarán esa narrativa. “El foco ya no es solo el tejido reciclado, sino el modelo de negocio y quién asume la responsabilidad del fin de vida”, explica la directora.
La sostenibilidad, de requisito a factor de selección
Aunque el ADN nórdico continúa siendo el polo principal de atracción, la feria detecta un crecimiento claro desde el sur y el este de Europa y un alza de visitantes de Corea y Japón. “Francia, Reino Unido y Alemania mantienen su peso, pero el nuevo dinamismo viene de mercados emergentes”, detalla Dolva. La feria trabaja con embajadas y federaciones para organizar delegaciones y tours temáticos.
España afianza su presencia con una docena de marcas, que incluyen sneakers artesanas a sastrería gallega y que desembarcarán atraídas por la afinidad entre el savoir-faire mediterráneo y la funcionalidad danesa. “Hay una complementariedad natural, los compradores valoran la combinación de narrativa y calidad”, opina la directora.
De cara al buyer, Ciff pretende ofrecer experiencias a medida. “Queremos que el minorista encuentre socios que compartan su visión, sea un concept store de nicho o un gran almacén con objetivos ESG», subraya Dolva.
La edición 65 reforzará igualmente el componente cultural: exposiciones, performances y charlas que conectan moda con arte, música y activismo. “La moda no vive en un vacío y nuestro rol es orquestar esos cruces”, remata la ejecutiva. Mirando más allá de agosto, Dolva adelanta nuevos puentes internacionales. “Estamos en diálogo con plataformas dentro y fuera de la moda; nuestro objetivo es crear valor para las marcas y para el ecosistema creativo”. Nada confirmado, pero las apuestas apuntan a posibles colaboraciones con ferias de deporte y diseño industrial.
Aunque el evento no ha dado a conocer sus previsiones de asistencia, todo parece indicar que los visitantes rondarán los 10.000. En este panorama, Ciff aspira a consolidar, en su edición número 65, la mutación iniciada hace tres años: de feria a plataforma global donde, en palabras de su directora, “negocio e inspiración no compiten, se potencian”. El reto es ambicioso, pero Copenhague parece dispuesta a impulsar el talento nórdico a golpe de alianzas a ambos lados del Atlántico.