Normativa de ecodiseño: la UE asimila el reciclaje a la destrucción de prendas
En el documento provisional de la regulación sobre el Ecodiseño para Productos Sostenibles, publicado a finales de diciembre, la Comisión Europea considera que reciclar prendas no vendidas es igual a destruirlas.
9 ene 2024 - 05:00
Novedad de calado en la normativa europea sobre ecodiseño. En el documento provisional de la regulación para establecer un marco para los requisitos de ecodiseño para productos sostenibles, la Comisión Europea considera que reciclar prendas no vendidas es igual a destruirlas, desoyendo así las reclamaciones de lobbys como la European Branded Clothing Alliance (Ebca). Esta normativa, que se aprobará oficialmente durante 2024, prohíbe explícitamente la destrucción de prendas de ropa y calzado no vendidos con el objetivo de evitar la sobreproducción.
En el documento provisional de la regulación sobre el Ecodiseño para Productos Sostenibles, publicado a finales de diciembre, la Comisión señala que “la destrucción de mercancía no vendida, como textil y calzado, por las empresas se está convirtiendo en un problema medioambiental creciente a lo largo de la Unión Europea, particularmente por el rápido crecimiento de las ventas online”.
La Unión Europea destaca que la destrucción supone “una pérdida de recursos económicos muy valiosos pues las mercancías son vendidas, transportadas y destruidas sin ni siquiera hacer sido usadas”. Por tanto, “es necesario, en el interés de la protección medioambiental, que esta regulación establezca un marco para prevenir la destrucción de los productos no vendidos”.
En la regulación de ecodiseño se define que “el concepto de destrucción debe cubrir las tres últimas actividades en la jerarquía de residuos: reciclaje, otras recuperaciones y deshechos” incluyendo incineración y envío a vertedero.
La normativa prohíbe explícitamente la destrucción de prendas de ropa y calzado no vendidos con el objetivo de evitar la sobreproducción
La consideración de reciclaje como destrucción abre un campo de dudas para las empresas de moda, que hasta ahora donaban una parte de la producción a entidades dedicadas a la reutilización de las prendas y, otra, a entidades dedicadas al reciclaje de las fibras. Esta segunda vía para las prendas no vendidas es la que ahora estaría en entredicho.
La prohibición de destrucción de productos no vendidos será aplicable dos años después de la entrada en vigor del Reglamento marco. Las pequeñas y microempresas estarán exentas de esta prohibición, mientras que las empresas de tamaño mediano se beneficiarán de una exención de 6 años.
Para intentar influenciar al legislador, la European Branded Clothing Alliance (Ebca) (en la que se encuentran gigantes del sector como Inditex, H&M, Nike o Levi Strauss) y otros lobbys europeos firmaron a final de septiembre una petición en la que reclamaban a la Comisión que se tratara el reciclaje como “otra operación de recuperación”, a diferencia de operaciones de eliminación.
“El sector considera que los operadores económicos deben tener flexibilidad para elegir alternativas a la valorización energética y el depósito en vertederos, que se ajuste ante todo a la jerarquía de residuos de la UE, refleje las características y la naturaleza de los bienes, tenga en cuenta las opciones de recuperación de valor y las opciones para lograr la economía circular”, apuntaron las empresas pertenecientes a los lobbys.
La prohibición de destrucción de productos no vendidos será aplicable dos años después de la entrada en vigor del Reglamento marco
“Aunque apoyamos plenamente el objetivo de los colegisladores de promover la reutilización de prendas siempre que sea factible, incluidas las operaciones de reciclado en virtud de la destrucción de mercancías no vendidas, puede crear incentivos para categorizar los textiles como ‘aptos para la reutilización’ incluso cuando no exista mercado de reutilización viable fuera de la UE”, volvieron a apuntar las compañías del sector.
Cuando se apruebe el reglamento, la Comisión Europea tendrá que aprobar un acto delegado específico para el textil y el calzado en el que concretará distintos aspectos, como los requisitos de ecodiseño o el pasaporte digital de producto, entre otros aspectos. Dos años después de la entrada en vigor del reglamento quedará prohibida la destrucción; una prohibición que ya existe en España con la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular.