Los europeos reducen un 30% su tasa de ahorro, que roza cifras prepandemia

Europa se despide de sus ahorros. Tras el Covid-19, el Viejo Continente parecía entrar en unos nuevos felices años veinte, con la tasa de ahorro disparada y las ganas de consumir por las nubes. Sin embargo, la inflación y la guerra han ido lastrando los ahorros de los europeos hasta alcanzar cifras pre-Covid, y la diáspora de una felicidad apenas degustada se ha ido apagando hasta convertirse en la sombra de una gran depresión.

En concreto, en el último trimestre de 2022 la tasa de ahorro europea descendió hasta los 12,6 puntos, un 30,8% menos que dos años atrás, cuando el índice se situaba en 18,4 puntos. Si se compara con el segundo trimestre de 2020, en pleno confinamiento, la caída es del 48%.

De hecho, la tasa de ahorro ya acaricia las cifras registradas en 2019, cuando a cierre de año la estadística se situaba en 12,3 puntos, sólo tres décimas menos que en el último trimestre de 2022.

Pese a que en el primer trimestre de 2022 la tasa de ahorro se elevó hasta superar los 14 puntos, la llegada de la guerra de Ucrania, la inflación y el alza de los tipos de interés por parte del BCE han socavado los ingresos de los europeos y, en los dos siguientes trimestres descendieron, consecutivamente, hasta los 13 puntos y los 12 puntos, respectivamente, para volver a repuntar ligeramente entre octubre y diciembre.

El caso de España es especialmente sangriento, ya que a cierre de 2022 la tasa de ahorro se hundió a su nivel más bajo desde 2018, hasta el 7,2% de la renta disponible, más de seis puntos por debajo del nivel del año anterior y diez puntos por debajo de la alcanzada a cierre de 2020, es decir, un 59% menos.

En concreto, las familias españolas ahorraron 58.457 millones de euros, un 46% menos que en 2021, a la vez que el consumo se incrementó un 11% hasta los 756.862 millones de euros e incrementaron su inversión un 13,7%, hasta los 59.291 millones de euros. De esta forma, los hogares presentaron en 2022 una renta disponible de 817.536 millones de euros, un 3,6% más.

Para 2023, según previsiones de Caixabank, la tasa de ahorro descenderá nuevamente y el consumo moderará su crecimiento. Para la entidad financiera con sede en Valencia, esto se deberá “tanto a la desaceleración de la economía como a una inflación que, aunque continuará en niveles elevados, se moderará de forma notable”.