Entorno

La industria textil de Bangladesh se resiente de las tragedias y las movilizaciones obreras

S. Riera

25 abr 2013 - 19:37

El Made in Bangladesh está en entredicho. Las últimas tragedias en sus centros de producción y las huelgas que se han ido sucediendo en los últimos meses han repercutido en la imagen de las marcas occidentales de moda que producen en el país. La gota que colmó el vaso fue el derrumbe este miércoles de un edificio en el que habían varios talleres textiles y en el que fallecieron 200 personas.

 

La de esta semana ha sido la mayor tragedia que ha vivido la industria textil en Bangladesh. El edificio que albergaba cuatro talleres de confección de prendas, en los que trabajaban unos 3.000 operarios, la mayoría de ellos mujeres. Por el momento, ha trascendido que en estos talleres producían para marcas como MangoPrimark o Benetton.

 

Los sindicatos locales han acusado a los grupos de moda de ser cómplices en las tragedias que se han vivido en varias fábricas textiles del país. En noviembre, un incendio en un centro de producción costó la vida a 112 operarios, y en enero, otro incendio en otro taller textil provocó la muerte a doce personas más.

 

Justo antes de este último suceso, el Banco Mundial publicó un informe específico sobre los retos en el desarrollo industrial de Bangladesh. El estudio constata que, para cumplir con los estándares de seguridad, las grandes fábricas han empezado a subcontratar parte de su producción, a pesar que los códigos de conducta de los grandes grupos de la moda prohíben de manera explícita esta práctica.

 

Por otro lado, el Banco Mundial señala que la Unión Europea y Estados Unidos han empezado a replantearse la idoneidad de mantener a Bangladesh en el sistema general de preferencias (GSP, en sus siglas en inglés), por el que se beneficia de un arancel cero. El Gobierno comunitario contempla incluso la posibilidad de imponer sanciones al país asiático si no mejora las condiciones laborales de sus trabajadores.

 

Las huelgas que han azotado el país en los últimos meses por motivos políticos han provocado pérdidas en la industria textil por valor de tres millones de dólares (2,3 millones de euros), según la patronal de fabricantes y exportadores de prendas (Bgmea, en sus siglas en inglés).

 

La inestabilidad que ha provocado entre los clientes occidentales ha generado un desplazamiento de la producción hacia países vecinos con costes de producción similares a los de Bangladesh, como Vietnam o Camboya.