La industria italiana de la moda crece un 19,3% hasta marzo, pero alerta de la inflación

La moda italiana encara la recuperación. En el primer trimestre del año, la industria italiana de la moda ha elevado su facturación un 19,3%, por encima de las previsiones de crecimiento del 14% para el periodo.

“El sector está en fuerte recuperación y vuelve a ser uno de los motores de la economía italiana”, ha señalado Cirillo Marcolin, presidente de Confindustria Moda, en un comunicado. “Debemos apoyar la creación de polos que permitan sinergias entre recursos, algo indispensable para superar los desafíos actuales”, ha añadido.

Para el segundo trimestre del año, las estimaciones de Confindustria Moda pasan por que el sector registre un aumento de sus ventas del 12,9%. En 2021, la industria italiana de moda registró una facturación de 16.700 millones de euros, lo que supuso un alza del 22,2% frente a 2020 pero una caída del 6,4% respecto a 2019, antes de la pandemia.

Para el sector de la moda en Italia, 2022 auguraba ser el año de la recuperación, pero la guerra en Ucrania, la inflación, en concreto la subida de precios de materias primas, y la energía, además de los cierren en China han puesto en pausa estos planes.

La industria italiana de la moda crecerá un 16% en los seis primeros meses de 2022, según Confindustria

Para la primera mitad de 2022, Confindustria estima que la industria italiana de la moda (que incluye textiles, prendas de ropa y accesorios) crezca de manera moderada y registre un alza del 16%.

Según una encuesta de la asociación, sólo el 8% de las empresas italianas del sector tienen expectativas positivas sobre la evolución del sector, frente a un 49% que cree que el mercado se estabilizará y otro 43% que cree que empeorará.

Sobre la inflación, el 80% de las compañías encuestadas por Confindustria declara que el impacto será “fuerte”, mientras otro 18% espera que el impacto sea “leve”. Sólo un 2% de los encuestados cree que la subida de precios provocará un impacto “insignificante”.

Confindustria alerta de que el mayor impacto lo sufrirán las pequeñas empresas, “que no cuentan con una estructura financiera capaz de absorber estos incrementos de coste”, explicó Marcolin. El presidente de la asociación ha destacado también que el sector “no lucha en igualdad de condiciones” debido a que Italia depende energéticamente de Rusia. “Estas situaciones macroeconómicas deben ser resueltas para permitir a las empresas realizar su negocio y contribuir al crecimiento de la economía”, añade.