Entorno

Jordi Martí (UB): “Tenemos una crisis de oferta, pero no de consumo”

El doctor en Ciencia Económicas y Empresariales por la Universitat de Barcelona (UB) y especialista en valoración de empresas cree que, con el Covid-19, la Unión Europea “ ha cedido a planteamientos históricos”.

Jordi Martí (UB): “Tenemos una crisis de oferta, pero no de consumo”
Jordi Martí (UB): “Tenemos una crisis de oferta, pero no de consumo”
Martí ha ejercido profesionalmente en empresas de gran consumo y ha sido profesor de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y de la Universitat Rovira i Virgili (URV).

Alberto Escobar

9 feb 2023 - 05:00

Jordi Martí es doctor en Ciencia Económicas y Empresariales por la Universitat de Barcelona (UB), miembro coordinador de varios másteres y director de la sección de Contabilidad de la misma institución. Martí, que ha ejercido profesionalmente en empresas de gran consumo y ha sido profesor de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y de la Universitat Rovira i Virgili (URV), recuerda que en España “estamos muy condicionados por la demanda de la Unión Europea”, pero matiza que la economía nacional se puede sostener “gracias al impacto positivo del turismo”.

 

 

 

Pregunta: La economía española avanzó un 5,5% en 2022 tras crecer un 0,2% en el cuarto trimestre, pero el contexto global no es muy halagüeño. ¿Qué se puede esperar para 2023?

 

Respuesta: A escala internacional, estamos muy condicionados por la guerra en Ucrania, así que dependerá de cómo evolucione el conflicto bélico. Si este no frena, nos encontraremos con un problema en el precio de los cereales y habrá una fluctuación en el precio de la energía. Si se resuelve, iremos a un proceso de estabilización de precios muy rápido y nos situaremos en una situación de crecimiento económico a escala global. En España, estamos muy condicionados por la demanda de la Unión Europea. La economía nacional se puede sostener gracias al impacto positivo del turismo.

 

 

P.: ¿La situación global será similar para todos los sectores?

 

R.: En España, la economía se concentra en el sector servicios. El sector primario es importante, pero la fluctuación de precios nos puede hacer perder competitividad. Si el sector de las exportaciones de productos alimentarios se resiente, el Producto Interior Bruto (PIB) también. A escala global, el encarecimiento de los alimentos lleva a tensiones muy fuertes en algunos países. Los estados exportadores de petróleo y gas vivirán una situación favorable mientras dure la guerra. 

 

 

  

 

P.: ¿Deben prepararse las empresas para un escenario de crisis?

 

R.: No. Tenemos una crisis de oferta, pero no es de consumo. Los incrementos de precios se producen por escasez de oferta. Las subidas de tipos de interés son efectivas cuando hay exceso de demanda. El control de la inflación se hará si se modera el precio de la energía y de los alimentos.

 

 

P.: ¿Qué tres consejos le daría a un directivo de una empresa general en un entorno como el actual?

 

R.: Depende del sector. Algunas empresas tendrán que frenar inversiones porque no hay crédito. Ahora mismo hay que estar muy atento al mercado fuera de la Unión Europea, especialmente al crecimiento en mercados indo-asiáticos y, por tanto, satisfacer aquella demanda. El crecimiento en los próximos años no vendrá por Europa ni por Estados Unidos.

 

 

P.: ¿Qué perfiles hacen falta o son necesarios en estos momentos en las empresas?

 

R.: El perfil más importante es el del directivo que sabe captar talento. El gran problema ahora mismo es la fuga de talento. Las empresas que lo hagan se garantizarán un futuro fantástico. Tenemos unas estructuras retributivas que no son adecuadas para el siglo XXI y una presión enorme por controlar los salarios y, ni todos son iguales, ni deben serlo.

 

 

 

 

 

 

P.: ¿El éxito de una empresa debe medirse por el tamaño y el crecimiento o por la rentabilidad?

 

R.: Son aspectos diferentes. Se tiene que medir por su capacidad de crear valor añadido. El PIB no es más que el valor añadido que las personas y empresas han creado en un país. Lo único necesario es ver cómo se redistribuye.

 

 

P.: ¿Puede verse afectada la concentración empresarial?

 

R.: Las concentraciones empresariales se producen por factores que son muy burocráticos. Para sobrevivir a la legislación europea es necesaria una estructura que no sea hiperregulada. Las empresas de nuestro entorno tienen unos costes fijos burocráticos enormes.

 

 

P.: Este año se ejecutarán fondos europeos. ¿Son la solución para la economía nacional?

 

R.: Estos fondos son un cambio de paradigma en la concepción de la Unión Europea. Nunca había dado ayudas directas a las empresas. En 2008 se negó a darlas al sector bancario. Con el Covid-19, el Ejecutivo comunitario ha reaccionado, cediendo en planteamientos históricos. Es un cambio radical y lo necesitan grandes multinacionales que están muy endeudadas, que presentan una debilidad grande. Los fondos Next Generation mantienen grandes estructuras europeas tradicionales.

 

 

P.: ¿Ahora es un mejor momento para captar recursos públicos que privados? ¿Están cambiando las tornas?

 

R.: Las recaptaciones impositivas tendrán distintas evoluciones. Iremos viendo que la recaptación del IVA aumentará y las recaptaciones de Irpf seguramente serán más justas. Las administraciones públicas tienen la oportunidad de emitir deuda porque los bancos no retribuyen el ahorro.