Entorno

Europa lo apuesta todo a la reindustrialización como vía de escape a la crisis

S. Riera

17 feb 2014 - 04:49

Europa lo apuesta todo a la reindustrialización. Bruselas da un giro de 180 grados a su política económica y, después de fomentar durante tres décadas la deslocalización industrial, considera que la única vía para que la economía europea crezca y sea competitiva es a través de la producción manufacturera. El objetivo del Ejecutivo europeo es que en 2020 el peso de la actividad industrial en el PIB sea del 20%. En 2013, la industria europea supuso el 15,1% del PIB.

 

Bajo el lema de Por un renacimiento industrial europeo, la Comisión Europea dirigió a finales de enero un informe a otras instituciones de gobierno europeas a las que insta a orientar sus políticas económicas para construir una base industrial “fuerte” como eje “fundamental” para la recuperación de la competitividad en Europa. En este documento, el Ejecutivo europeo asegura que la industria demuestra una capacidad de resistencia mayor ante la crisis, aunque la productividad de la Unión Europea sigue deteriorándose.



Desde 2008, se han destruido 3,5 millones de empleos en la fabricación. Para fomentar el crecimiento industrial en Europa, Bruselas señala la necesidad de impulsar la demanda interna, flexibilizar el entorno empresarial, aumentar la inversión en investigación e innovación, bajar los precios energéticos y mejorar el acceso a las materias primas.


La principal ventaja competitiva de la industria europea es la elaboración de productos complejos y de alta calidad y, según señala la Comisión Europea en el informe Towards knowledge driven reindustralisation, en este sentido deben orientarse todas las estrategias de Bruselas. El estudio subraya los conceptos de tecnología e innovación como únicas bazas para poder seguir de cerca a Estados Unidos y Japón, cuyo ritmo de crecimiento industrial Europa ha perdido.

 

España, necesita mejorar

En el caso de España, en el momento que Bruselas pone a la industria del país a examen, indica que, si bien progresa adecuadamente, sigue necesitando mejorar. España ha realizado un fuerte esfuerzo para incrementar las exportaciones, su peso en el PIB (que ha pasado del 23,9% en 2009 al 32,2% en 2012), todavía está por debajo de la media europea (42,6% en 2012).


El mercado español ha mejorado en innovación, pero su inversión parece haberse estancado desde 2012; su entorno empresarial también ha mejorado, pero sigue estando por debajo de la media europea; los costes y la incertidumbre retrasan su recuperación; tiene elevados costes energéticos; se ha deteriorado el acceso a la financiación, y falta una reforma de las administraciones públicas.


Como dato positivo para el mercado español, Bruselas señala una mano de obra competitiva, donde el 22% del total de los empleados tiene alta cualificación, y la atracción de inversión de economías emergentes, como Brasil, México, India o China.


A finales de 2013, un estudio de la consultora BCG indicaba los diez pasos para fortalecer y desarrollar la industria en España. Las líneas de actuación que traza el informe se centran en la internacionalización de las pymes, la mejora de la competitividad a través de la optimización de factores productivos clave (costes logísticos, laborales y energéticos), uniformizar el marco legal español, reorientar las estrategias en I+D+i, adaptar el modelo educativo a las necesidades de las empresas e incentivar la financiación no convencional.

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (Ceoe) presentó el pasado enero otro informe con una serie de medidas para incrementar el tamaño de las empresas industriales en España, al constatar que el 99,9% de las compañías españolas son pymes. Tener un tamaño pequeño tiene sus ventajas, pero, según la patronal española, también cuenta con grandes desventajas, como una débil capacidad de innovación, de internacionalización, de financiación y de productividad.


En este sentido, desde la Ceoe se incentiva a procesos de cooperación empresarial y alianzas, así como procesos de integración, concentración empresarial o convergencia empresarial para ganar tamaño.

En el caso concreto de Cataluña, la Generalitat elaboró el pasado septiembre un informe en el marco de Europa 2020, que contempla como ámbitos estratégicos los sectores del textil, confección, piel, calzado y joyería.