Entorno

África: eterna promesa del ‘sourcing’ de moda

Los bajos costes laborales sitúan al continente como un potencial candidato para el aprovisionamiento de la moda. La falta de infraestructuras e inversión, sin embargo, han impedido que se alce aún como una alternativa real.

África: eterna promesa del ‘sourcing’ de moda
África: eterna promesa del ‘sourcing’ de moda

Celia Oliveras

La industria internacional de la moda se mueve al ritmo de las tendencias del consumidor y, también, del sourcing. En los últimos seis años, el mapa internacional del aprovisionamiento ha entrado en crisis, con disrupciones como la pandemia, la crisis del Mar Rojo o la revolución arancelaria provocada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En este nuevo Insight, patrocinado por Sevica, Modaes analiza cuál es la situación actual del sourcing en moda, un sector que juega en un nuevo tablero con cambios geográficos, de medios de transporte y aduaneros.

 

 

Lee aquí el Insight

Sourcing, el nuevo tablero mundial

 

 

 

Pese a contar con las características necesarias para convertirse en un hub de aprovisionamiento de la moda (cercanía con Europa y bajos costes), el papel de África aún hoy se alza como una eterna promesa que no acaba de despegar. Más allá de Marruecos, que sí se ha hecho un hueco en el mapa del sourcing de moda, otros países como Egipto o Etiopía apenas están empezando a despertar, y se enfrentan a una falta de infraestructura y una competencia cada vez más feroz, todo ello enmarcado en el auge del conflicto arancelario.

 

Con más de 30 millones de kilómetros cuadrados y 54 países con economías, geografías y culturas extremadamente diversas entre sí, el conjunto de África cuenta con un Producto Interior Bruto (PIB) estimado de 2,8 billones de dólares. Este, sin embargo, se reparte de forma desigual entre los más de 1.500 millones de personas que viven en los países del continente. Según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), Sudáfrica, Etiopía, Egipto, Argelia y Nigeria acumulan hasta 1,4 billones de dólares, la mitad del total.

 

Según datos del Atlas of Economic Complexity de la Universidad de Harvard, África exportó al resto del mundo bienes y servicios por un total de 747.000 millones de dólares en 2023. Del total, la industria de la moda (contabilizando desde materias primas a prenda confeccionada y representaron 22.000 millones de dólares, casi un 3%. En términos globales, China se alza como el principal cliente de las exportaciones africanas, con un 14,8% del total. Le sigue, aunque lejos, Emiratos Árabes Unidos, con un 6,67%, y el conjunto de grandes economías europeas, con países como Italia, Francia, España o Alemania.

 

 

Tiempo, reacción y mayor coste,

el cóctel de la producción en cercanía para la moda

 

 

En moda, es precisamente Europa el gran cliente de la industria de africana, con España a la cabeza, recibiendo un 14,5% de las ventas, bebiendo del peso de Marruecos como gran proveedor. Francia e Italia, por su parte, se hacen con un 9,18% y 7,42%, respectivamente, seguido de Alemania, con otro 6,52%.

 

Dentro de la moda, el producto más exportado por la moda del país son los pantalones femeninos y masculinos confeccionados, con un 12,3% y 9,5% del total. El tercer lugar lo ocupa el algodón virgen, con un peso del 7,04% sobre el total de las exportaciones textiles. Del total de países del continente, de hecho, 37 países cuentan con una importante industria intensiva en el cultivo de algodón.

 

“La industria africana se concentra tanto al principio como al final de la cadena de valor, en materias primas y prendas de vestir, con muy poca capacidad en la producción de tejidos y textiles”, explica el centro de investigación británico ODI Global, lo que a día de hoy desvía gran parte del valor añadido de la industria a otros países. Según el organismo, los productores africanos venden la materia prima a terceros países, principalmente asiáticos, que después venden el tejido de vuelta al territorio donde son confeccionados, a un precio mucho mayor.

 

 

Desde China hasta India

¿Quién da más qué en el mapa mundial de las fibras?

 

 

La fuerza laboral africana relacionada con el textil es casi imposible de medir, debido al peso de la economía sumergida y la importancia del negocio de la segunda mano. En el último año, de hecho, ha saltado al centro del ojo público el mercado de Kantamanto, uno de los mayores enclaves de la venta de moda de segunda mano en todo el mundo, que a mediados de año sufrió un incendio que puso sobre la mesa el fin de vida que tienen muchos de los residuos textiles de Occidente. El creciente rol de este sector deriva de las exportaciones europeas de moda y esos deshechos textiles, que durante años han acabado en los países africanos para su reventa y, en el último caso, destrucción.

 

Más allá de Marruecos, Egipto es uno de los últimos descubrimientos de la moda en el país, alzándose como una opción más barata que Turquía, donde la inflación creciente ha encarecido los costes de las empresas, pero igual de cercana a Europa. Según los datos de la Universidad de Harvard, Egipto exportó moda por valor de 5.000 millones de dólares en 2023, frente a los 4.700 millones de dólares del año anterior. En 2019, la cifra se situaba en 4.000 millones de dólares, lo que supone un alza del 25%.

 

Según datos de Icex, la moda es responsable de un 3% del PIB, con alrededor de 2,5 millones de personas empleadas en las fábricas y plantas de tejido y confección. La red empresarial está conformada, por otra parte, por más de 7.400 empresas privadas de moda y otro medio centenar de empresas públicas.

 

Otro de los enclaves de la industria del país es Etiopía, que igual que Egipto, se alzó durante años como una promesa de bajo coste para la moda. El potencial del país, sin embargo, no ha llegado todavía a despegar. El total de exportaciones del país alcanzó en 2023 los 11.000 millones de dólares, siendo la moda un 2,2% del total. La cifra se traduce en ventas al exterior de unos 242 millones de dólares, según los mismos datos del Atlas de Complejidad Económica de la Universidad de Harvard.

 

 

América: crecimiento y caída de la producción

de moda al calor del gigante del consumo

 

 

El país se alza como un enclave especialmente para la confección, ya que, mientras que el producto más exportado son prendas confeccionadas, los hilos, especialmente sintéticos, se alzan como la principal importación etíope del exterior. El potencial del territorio recae en los bajos salarios así como una de las mayores poblaciones del continente, con más de 130 millones de personas.

 

Dentro de África destaca también un pequeño territorio, principalmente desconocido, pero que subsiste principalmente gracias a su comercio con Estados Unidos. Con alrededor de 2,3 millones de habitantes en 30.300 kilómetros cuadrados, la moda representa el 90% de las exportaciones manufactureras del país, y emplea a 40.000 personas.

 

El país se ha hecho un hueco dentro del sourcing de la moda gracias a un producto estrella: el denim. Según los datos de la universidad estadounidense, el país exportó moda un valor de 374 millones de dólares a cierre de 2023, con un 38% de las mismas yendo a parar a Estados Unidos. Gigantes como Levi Strauss o Walmart operan con proveedores del país, aunque el peso de Lesoto dentro del aprovisionamiento estadounidense se ha visto amenazado en el último año: el país recibió uno de los aranceles más elevados por parte de Estados Unidos, de un 50%.