River Island acusa fuertes pérdidas y encara su reestructuración hasta 2028
El retailer británico registró en 2024 un nuevo desplome de sus resultados, con pérdidas de 138,4 millones de libras (157,8 millones de euros), y suma nueva financiación que debería devolver el negocio a beneficios en tres años.
River Island cierra 2024 con un fuerte deterioro de sus resultados. En el ejercicio anterior a la reestructuración que ha puesto en marcha, River Island Holdings Limited registró unas pérdidas antes de impuestos de 124,3 millones de libras (141,7 millones de euros), frente a 32,2 millones de libras (36,7 millones de euros) un año antes. El retailer británico de moda contrajo igualmente su facturación hasta 690,1 millones de libras (786,7 millones de euros), que contrastan con los 701,5 millones de libras (799,7 millones de euros) logrados en el ejercicio precedente.
Asimismo, el beneficio bruto cayó hasta 37 millones de libras (42,2 millones de euros), frente a 46,7 millones de libras (53,2 millones de euros) en 2023. Las pérdidas netas del grupo se situaron en 138,4 millones de libras (157,8 millones de euros) durante el periodo, tras números rojos de 24,4 millones de libras (27,8 millones de euros) el año anterior.
En 2023, la compañía había pasado de un beneficio de 7,5 millones de libras (8,5 millones de euros) en 2022 a pérdidas antes de impuestos de 32,2 millones de libras (36,7 millones de euros), con una caída de la facturación del 15,1%. En la presentación de esas cuentas, el grupo definió 2023 como un año de reset para el negocio, con nueva estructura de liderazgo, y aseguró que los clientes estaban reaccionando de forma positiva a los cambios.
River Island se encuentra en pleno proceso de reestructuración para salir de los números rojos
La empresa señala también un aumento “significativo” de la inflación en el coste de los productos vendidos, que redujo el margen bruto y provocó una caída del 20,8% del beneficio bruto. A esto se sumaron presiones inflacionistas en los costes operativos, con un alza del 7,6% en los gastos de personal y un aumento de los costes de distribución y administración, explica la compañía británica.
Con este contexto, la compañía ha puesto en marcha un plan de reestructuración que fue aprobado en agosto. El esquema incluye ajustar el tamaño y la rentabilidad de la red de tiendas y cuenta con una nueva financiación asegurada hasta 2028, al tiempo que trabaja en la optimización de su parque de tiendas, en el crecimiento de las ventas comparables con mejores márgenes y en inversiones en crecimiento y productividad.
Ben Lewis ha regresado como consejero delegado del grupo, tras haber dirigido el negocio durante casi una década antes de su salida en 2019. Según River Island, ya se registran resultados “significativos” de la estrategia y la compañía espera una mejora de la rentabilidad en el ejercicio en curso, cuyos detalles no se conocerán hasta la próxima presentación de cuentas en el registro mercantil británico.