Empresa

Más margen pero ¿menos marcas?: la peligrosa estrategia de El Corte Inglés

La compañía ha anunciado a los analistas que comenzará a cobrar un fijo a las marcas que no lleguen a unas ventas mínimas. Para las marcas de moda, el grupo ha ido "demasiado lejos”.

I. P. Gestal / S. Riera / L. Molina

5 oct 2018 - 04:57

Más margen pero ¿menos marcas?: la peligrosa estrategia de El Corte Inglés

 

 

Menos riesgo para ganar rentabilidad. Jesús Nuño de la Rosa se ha estrenado en su nueva etapa al frente de El Corte Inglés con una medida aplaudida por los inversores, pero que levanta ya las primeras sospechas entre las marcas de moda: un canon fijo para las firmas que no logren unos mínimos de venta. Para el grupo, es una vía de mejorar su margen, de los más pequeños de su sector, y de reducir su riesgo traspasándoselo a las marcas. Pero las empresas moda, ahogadas ya por la caída generalizada de las ventas, advierten de que los números no pueden soportar esta nueva medida. La moda y El Corte Inglés se necesitan mutuamente, pero ninguno está dispuesto a ceder su margen en un contexto cada vez más desafiante.

 

El Corte Inglés ha sido tradicionalmente el mayor escaparte de la moda en España, destino de compras para los turistas y regulador no oficial de los calendarios del sector. Para muchas marcas españolas, el grupo continúa siendo su principal canal de ventas, aunque en los últimos años ha perdido atractivo para el sector.

 

En paralelo, El Corte Inglés se enfrenta a su propia transformación interna, en pleno cambio de liderazgo, con la losa de una abultada deuda y una sobredimensionada red de retail y la presión de rendir ante socios e inversores de los que acaba de obtener un pulmón de 300 millones de euros.

 

 

 

 

El nuevo canon a las marcas supone un nuevo paso en el proceso de transformación que el grupo ha ido llevando a cabo a lo largo de los últimos años, en línea con las estrategias de otros gigantes del sector. La empresa ha pasado de comprar en firme a las marcas a convertirse en un gestor de espacio comercial, con cada vez más corners gestionados por las firmas.

 

Esta estrategia traslada el riesgo a las marcas, a las que cobra a final de campaña un porcentaje de las ventas. El único riesgo para El Corte Inglés era únicamente que el negocio de las firmas en sus centros no fuera el esperado y, aunque se establecían unos mínimos por contrato, nunca se llegaban a ejecutar. Hasta ahora. Con la nueva medida, el grupo se asegura una rentabilidad por metro cuadrado, vendan o no sus inquilinos.

 

Los analistas han aplaudido la medida, que ya aplican los principales operadores internacionales de grandes almacenes y otros grupos como Value Retail o los centros comerciales.

 

 

 

 

En un informe publicado el miércoles, la agencia de calificación Moody’s opina que con esta iniciativa la empresa incentiva a las marcas a “tener siempre el producto más fresco e innovador para impulsar las ventas”. La compañía subraya especialmente el impacto positivo que el canon puede tener en el margen del grupo, de los más pequeños del sector, por debajo del de grupos como Macy’s, Kohl’s o Marks&Spencer.

 

Sin embargo, los expertos subrayan que el proceso de aplicación del nuevo canon será largo y complejo: en primer lugar, por la negociación con las marcas, muchas de ellas con gran trayectoria en este canal; en segundo, por la diversidad de centros con los que opera el grupo, que suma cien complejos en toda España con volúmenes muy diferentes.

 

Por su parte, las marcas de moda aseguran que este nuevo paso supone ir "demasiado lejos”. “Las marcas ya no hacen cola para entrar, porque de los cien centros, al menos treinta no son rentables, y una medida así sería apretarles demasiado las clavijas”, subraya un empresario del sector.

 

 

 

 

Aunque continúa teniendo un papel muy importante en la distribución de moda en España, los grandes almacenes han perdido cuota de mercado en los últimos años, pasando del 15% en 2005 a sólo el 8,4% del año pasado, según datos de la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex).

 

Los empresarios aseguran que, con este fijo, el grupo se convertiría de facto en un gestor de espacios comerciales, y que, para soportar esa nueva tasa, la compañía debería también “dar más a cambio”.

 

En este sentido, las empresas demandan un mayor equilibrio de fuerzas en las negociaciones. “Tienen que tratar a las marcas como partners, no como proveedores: si no ganan ambos no tiene sentido y más de una marca se ha ido ya por este motivo”, apunta otro ejecutivo.

 

“Están actuando como un generador de tráfico, pero eso es lo que decía también el canal multimarca y sólo hay que ver cómo está ahora”, opina un directivo de otra compañía. “Al final -dice otro de los empresarios consultados por Modaes.es-; será como estar en una calle, pero en su casa: no decido ni la música, ni el vecino, ni cuándo abro o hago descuentos”.

 

El Corte Inglés ha tomado una medida arriesgada: la tasa fija podría suponer una huida de marcas, pero las que se queden garantizarán al grupo mayores ventas y rentabilidad por cuadrado para competir en un contexto complejo.