Kering desarrolla su músculo de orfebrería con una compra a través de Pomellato
El grupo francés, propiedad de firmas como Gucci, ha reforzado su capacidad de manufactura con la adquisición de Valenza Setting Lab. En 2022, Kering también se aseguró proveedores con la compra de la empresa Costanzo&Rizzetto.
11 jul 2024 - 16:02
Kering se refuerza en orfebrería. El conglomerado francés de lujo, dueño de marcas como Balenciaga o Gucci, ha adquirido al completo el laboratorio de orfebrería Valenza Setting Lab, con el objetivo de reforzar su capacidad productiva.
Esta compra se ha hecho a través de la empresa de joyería Pomellato, propiedad de Kering desde 2013. El importe de la operación no se ha hecho público. Pomellato, que nació en 1967, también integra desde 1995 la marca Dodo, que ofrece joyas a un precio inferior que la enseña principal.
“Esta adquisición supone un importante paso adelante en la trayectoria de Pomellato. La experiencia del equipo de Valenza Setting Lab en el engaste de piedras de alto nivel será inestimable para apoyar nuestro crecimiento, especialmente en el próspero segmento de los diamantes y las piedras preciosas”, señala la consejera delegada de Pomellato, a través de un comunicado.
Kering también se reforzó en orfebrería en 2022 con una participación en Costanzo&Rizzetto
En 2022, Kering también se aseguró proveedores con una participación minoritaria en la compañía italiana de orfebrería Costanzo&Rizzetto con el objetivo de reforzar su capacidad de manufactura. La operación también se realizó a través de Pomellato en una cooperación cuyo importe no trascendió.
Los orígenes de la empresa italiana se remontan a los años setenta, cuando se pusieron en marcha dos compañías independientes de joyería, Costanzo y Rizzetto, en la ciudad de Valenza. En 1994, los hijos de cada una de las empresas, Davide Costanzo y Elena Rizzetto, contrajeron matrimonio, y en 2008 unieron las sociedades.
La facturación de Kering cayó un 4%, hasta 19.600 millones de euros, en 2023. El resultado bruto de explotación (ebitda) para el ejercicio retrocedió un 9% en comparación con el año anterior, hasta 6.569 millones de euros y el beneficio neto descendió un 17% hasta 2.983 millones de euros.
Kering seguirá ejecutando su estrategia, con dos objetivos clave: mantener una trayectoria de crecimiento rentable a largo plazo y confirmar su estatus. En 2024, el grupo está enfocado en dar prioridad a los gastos e inversiones que apoyen el desarrollo y el crecimiento a largo plazo de sus marcas.