Fast Retaling tira la toalla con la moda francesa
El grupo nipón liderado por Tadashi Yanai ha convertido a las marcas Comptoir des Cottoniers y Princesse tam tam, que compró en 2005, en hermanas ‘chic’ de Uniqlo. Ahora, se apoya en su cadena estrella para tratar de relanzarlas.


24 feb 2025 - 05:00
Uniqlo se reafirma como el bote salvavidas de las firmas menores del gigante japonés Fast Retailing. Desde el proceso de reestructuración aplicado a las marcas francesas controladas por la compañía, Comptoir des Cotonniers y Princesse tam tam entre 2021 y 2022, una etapa que se saldó con la supresión de más de doscientos puestos de trabajo y un centenar de puntos de venta en el mercado galo, la cadena de moda estrella del grupo nipón se ha convertido en la gran apuesta de la empresa. Este liderazgo no sólo se aplica a su peso fundamental en la facturación del conglomerado, sino a su papel de salvadora sobre la que sostener la supervivencia de sus firmas menores. Comptoir des Cotonniers y Princesse tam tam ya casi no parecen marcas como tal, sino divisiones chic de su hermana mayor, Uniqlo.
Destinadas a “mejorar la competitividad”, las medidas que reorganizaron la presencia y la actividad de las firmas francesas a comienzos de la década fueron explicadas por el grupo japonés presidido por su fundador, Tadashi Yanai, como una respuesta a “la evolución del paisaje comercial” y a los “cambios drásticos de los hábitos de consumo” provocados por la pandemia. Según las estimaciones del Institut Français de la Mode, sólo en 2020 el mercado galo había perdido hasta un 18% de su valor. Lo que en su día se antojó como El Dorado europeo para Fast Retailing fue convertido, a golpe de Covid-19, en un lastre del que hacerse cargo.
Lejos quedaban entonces los sueños con la moda a la francesa que habían motivado las adquisiciones de las emblemáticas marcas Comptoir des Cotonniers y Princesse tam tam por parte del grupo japonés. Como mecanismo sobre el que asentar su fase de desarrollo sobre el mercado europeo, adquiriendo cuota de mercado local y apuntándose un tanto de prestigio y márketing al anexionar dos cadenas de acento francés, Fast Retailing se hizo con ambas firmas en el año 2005.
Fast Retailing compró en 2005 Comptoir des Cotonnier y Princesse tam tam, que ha convertido en divisiones chic de su hermana mayor, Uniqlo
Por aquel entonces, Comptoir des Cotonniers era una cadena de moda femenina de carácter familiar asentada en el territorio francés, en el que operaba con alrededor de 190 espacios de sus 252 tiendas totales. Fundada en 1995 por la pareja Tony y Georgette Elicha, la marca que había seducido a madres e hijas que buscaban un diseño más allá del de Zara pero a precios relativamente asequibles, operaba en ocho países. Fast Retailing asumió el control de la enseña, hace ya veinte años, con el objetivo de exportar el concepto hacia mercados extranjeros.
El proyecto, probablemente muy ambicioso teniendo en cuenta la escasa experiencia del grupo en Europa, nunca llegó a cuajar como esperado. En Francia, las clientas de Comptoir des Cotonniers se habían ido haciendo mayores y se habían dejado seducir por marcas de estilo y tendencias más marcadas, como Sézane, Ba&sh, Sandro o Maje.
El estilo de la parisienne, influido por el auge de Isabel Marant en los últimos años, quería ser más potente y menos discreto. En Europa, los productos de la cadena eran demasiado básicos para que el cliente aceptara pagar un precio superior al propuesto por el fast fashion dominante. En definitiva, la chica Comptoir des Cotonniers ya no se encontraba entre sus clientas clásicas ni había logrado identificar nuevos horizontes más allá de sus fronteras. Había perdido su pulso del mercado y, además, estaba en manos extranjeras para las que se había convertido en una firma más del portfolio en la que no se centraban las prioridades.
Comptoir des Cotonniers y Princesse tam tam pasaron a manos de Fast Retailing para impulsar su crecimiento y legitimidad en Europa
Por su parte, Princess tam tam era una de las numerosas marcas que inundaban el ecosistema de la moda íntima en el mercado francés. Adquirida por alrededor de 70 millones de euros también en 2005, la firma fundada por las hermanas Shama y Loumia Hiridjee debía extender la oferta de Fast Retailing hacia nuevas categorías. Esta diversificación de sus productos no solo pretendía ampliar el abanico de operaciones de la compañía sino legitimar sus operaciones en un nuevo campo de acción.
Sin embargo, el proyecto se desinfló con el paso de los años. Princesse tam tam no sólo se no se erigió como gran competidora de la gran francesa Etam, sino que tampoco le plantó cara a especialistas del sector como Aubade. Bajo el control de Fast Retailing, la marca sólo amplió su presencia física en una treintena de espacios hasta llegar sobrepasar la barrera del centenar de puntos de venta. En 2021, su expansión en el extranjero se limitaba únicamente a un par de mercados.
Desde hace una década, el grupo japonés ha repensado la estrategia global de sus marcas. Si bien Fast Retailing mantiene la entidad independiente de Comptoir des Cotonniers y Pricesse tam tam, estas se desarrollan actualmente de la mano de su gran locomotora, Uniqlo. Las primeras sinergias, que se remontan a hace ya diez años, consistieron en una colaboración en forma de colección cápsula de loungewear presentada en primicia en Galeries Lafayette, afianzando el desarrollo de Uniqlo en el mercado francés. La marca japonesa ponía, por aquel entonces, la tecnología; mientras que Princesse tam tam, más que consolidada y respetada en el país, firmaba el diseño. La histórica clientela francesa seguía sin entender nada y el rechazo se traducía en su éxodo hacia otras marcas, de posicionamiento más francés y más cool.
A partir de aquel momento, y como consecuencia de la progresiva contracción de la red física de ambas cadenas, tanto Comptoir des Cotonniers como Princesse tam tam han depositado plena confianza sobre Uniqlo. Así, su desarrollo en el canal físico se asienta sobre la implantación de shop-in-shops de las marcas en el interior de los enormes flagships de Uniqlo, llegando a ocupar plantas completas con su oferta.
Esta integración a modo de fusión retail hace que ambas firmas operen, al menos visualmente, como líneas dentro del catálogo de Uniqlo. Así, las fronteras entre las marcas se han desvanecido prácticamente en su totalidad. Desde 2018, la ropa interior y de baño de Princesse tam tam cuenta con corners dentro de una selección de tiendas de Uniqlo en Europa. Para Fast Retailing, esta estrategia “fomenta la visibilidad” de la marca francesa, que suma sus productos a la ya existente oferta de ropa interior de carácter técnico de Uniqlo.
El último paso dentro de esta estrategia tomará forma de una colección conjunta, que llegará a las tiendas europeas físicas y a la web de Uniqlo, el próximo 6 de marzo. Si junto a Comptoir des Cotonniers, la marca nipona profundiza en diseños de lino disponibles a partir de 29,90 euros; de la mano de Princesse tam tam, Uniqlo ha desarrollado prendas interiores asequibles, disponibles por 9,90 euros. A pesar de que estas sinergias suponen una fusión del know how de las marcas, son, al mismo tiempo, un síntoma de la escasa relevancia en la industria con las que las firmas francesas cuentan en la actualidad y subrayan los riesgos de desnaturalización de las marcas a la hora de firmar sus ventas.
Según los últimos datos disponibles, Fast Retailing alcanzó una facturación de 895.192 millones de yenes (5.479 millones de euros) en el primer trimestre del ejercicio, un incremento del 10,4% con respecto al mismo periodo del año anterior. Por su parte el resultado neto creció un 22,4%, hasta situarse en 131.963 millones de yenes (991 millones de euros).
En el pasado ejercicio, la compañía registró cifras récord, elevando su beneficio neto un 25,6% hasta 371.900 millones de yenes (2.270 millones de euros). Por su parte, las ventas crecieron un 12,2% hasta 3,1 billones de yenes (19.014 millones de euros). La cadena Uniqlo lideró este crecimiento, elevando su facturación un 19,1%, hasta 1,7 billones de yenes (10.427 millones de euros).
Además de sus dos cadenas francesas, el grupo nipón opera igualmente a través de las marcas de gran distribución GU, inicialmente sólo presente en Asia pero que desde el año pasado quiere introducir en Europa, y Plst; además de las firmas de lujo Theory y Helmut Lang o la marca de denim premium J Brand.