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Marisa Selfa emprende en solitario: funda su propia empresa de uniformes sostenibles

La ejecutiva, hasta ahora consejera delegada de las líneas textiles de la fundación Ocean Born, emprende con Impact Tailors, una compañía de diseño y confección de uniformes y merchandising responsables para diversos sectores.

Marisa Selfa emprende en solitario: funda su propia empresa de uniformes sostenibles
Marisa Selfa emprende en solitario: funda su propia empresa de uniformes sostenibles
Marisa Selfa funda Impact Tailors.

Triana Alonso

Marisa Selfa funda su proyecto personal. La histórica ejecutiva española, que presume de una dilatada trayectoria de 25 años en el sector, asume ahora el reto de liderar su propia compañía, Impact Tailors. La dirigente, que ha trabajado en empresas como Ecoalf, Timberland o North Sails, lideraba desde enero del pasado año las líneas textiles de la fundación Ocean Born.

 

“Llevaba algún tiempo pensando en crear algo que pudiera tener impacto real”, recuerda Marisa Selfa sobre las reflexiones que la llevaron a diseñar el primer boceto de lo que sería Impact Tailors, a comienzos de este mismo año. “Cuando trabajas la sostenibilidad en empresas de moda, haces lo que puedes, pero siempre hay detrás presiones de inversores o de crecimiento”, admite la dirigente, en el pasado consejera delegada de compañías como North Sails, Ecoalf o National Geographic Retail International.

 

Con tan solo unos meses de vida, su nuevo proyecto aspira a ser un “motor de cambio”. “Fundo mi propia empresa para hacer lo que hay que hacer y estoy convencida de que es un negocio necesario”, asegura Selfa, que ha emprendido con sus propios fondos y un equipo inicial de siete personas, que trabajan en sus oficinas de la calle Alcalá en Madrid.

 

Tenía la necesidad de dedicarme a un proyecto en el que el impacto fuera más allá del departamento de sostenibilidad y poder influenciar a otras industrias -argumenta la empresaria-; es una forma de demostrar que la sostenibilidad y el diseño pueden ir de la mano”.

 

 

 

 

La idea, frecuentemente abordada en la industria de la moda, lo es algo menos en otros sectores más enfocados a la utilidad, como es el caso de los uniformes o el merchandising. Y es ahí donde Impact Tailors ha encontrado su propio nicho: ofrecer un expertise de moda para diseñar productos responsables y lograr un “doble impacto positivo”. Si Cristóbal Balenciaga revolucionó el mundo del prêt-à-porter con el diseño y confección de los uniformes de la aerolínea Air France a finales de los sesenta, integrando estética y practicidad, Impact Tailors pretende llevar los uniformes un paso más allá, aplicando una lógica de moda responsable.

 

Según explica Selfa, la idea de la compañía pasa por reducir la huella de carbono de sus clientes y proponer donaciones como miembros de la asociación 1% for the Planet, la organización internacional sin ánimo de lucro impulsada por Yvon Chouinard (fundador de Patagonia) que compromete a las empresas adheridas al programa a donar el 1% de sus ventas anuales a causas medioambientales.

 

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Por el momento, la acogida del proyecto es favorable. “Hay bastantes empresas que trabajan bien la uniformidad, pero no he visto ninguna con este posicionamiento”, explica la ejecutiva, subrayando el valor añadido del modelo responsable con un background de moda.

 

Su cartera de clientes, por el momento principalmente europeos, incluye actores del mundo hotelero, de los eventos, de la sanidad o, incluso, de los parques temáticos. “Trabajamos con cualquier industria que necesite productos”, afirma la fundadora y consejera delegada.

 

 

 

 

La compañía trabaja con fabricantes de proximidad en Marruecos, Portugal y Turquía; aunque también propone la posibilidad de trabajar con proveedores asiáticos “con certificaciones sociales y medioambientales” en países asiáticos como China, Vietnam y Bangladesh. “Es un sector muy sensible al precio, por lo que hacemos diferentes propuestas en las que varía el productor, las cantidades y, en consecuencia, la huella de carbono”.

 

La ejecutiva, que también ocupó cargos de responsabilidad en compañías internacionales como Levi Strauss, Adidas, Timberland o Cortefiel, asegura que el camino hacia la sostenibilidad tiene que “hacerse paso a paso” y es importante ir convenciendo a las empresas de que “cada pequeño cambio, cuenta”. Por ahora, su gran reto (como el de otros muchos líderes del sector), tiene que ver con “el precio y el poliéster, tremendamente asentado en el sector de la uniformidad”.