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Guillermo García-Badell (Csdmm): “Todos los diseñadores tendrían que saber de negocio, y más en España”

El director del Centro Superior de Diseño de Moda de Madrid (Csdmm) de la Universidad Politécnica asegura que “los creativos necesitan saber de números, porque o montan su propia empresa o trabajan para grandes grupos”.

C. Juárez

2 jun 2022 - 04:49

Guillermo García-Badell (Csdmm): “Todos los diseñadores tendrían que saber de negocio, y más en España”

                                        Fotografía: Leticia Díaz de la Morena

 

 

El futuro del diseño está en las aulas. Guillermo García-Badell, director del Centro Superior de Diseño de Moda de Madrid (Csdmm) de la Universidad Politécnica, hace balance del primer año de la Doble Titulación de Grado en Diseño de Moda y Comercio, puesta en marcha de la mano de la Universidad Complutense de Madrid. García-Badell asegura que en necesario que “los creativos sepan de números y de negocio, sobre todo en España”. El directivo asegura que “el diseño en España tiene muchas fortalezas que no aprovechamos: hay tecnología, emprendimiento e innovación”.

 

 

Pregunta: ¿Cuál es su balance del primer año de la Doble Titulación de Grado en Diseño de Moda y Comercio?

 

Respuesta: El balance es completamente positivo. Nos costó mucho arrancarlo ya que no deja de ser una doble titulación entre la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad Politécnica de Madrid, por lo que nos llevó mucho trabajo poner en marcha todo el engranaje. Pero desde que recibimos a los alumnos, el feedback es muy positivo.

 

 

P.: ¿Qué tipo de perfil tiene el alumno?         

 

R.: La verdad es que está por acabar de construirse. Si echo la vista atrás, teníamos una discusión interna sobre si el perfil era un diseñador que quería más competencias empresariales. Pero a medida que han ido avanzando los cursos nos hemos dado cuenta de que también hay un gran grupo de alumnos que están interesados por la moda, pero de no ser por esta titulación habrían acabado estudiando una carrera más vinculada con empresa. Al final se trata de completar estos dos intereses.

 

 

P.: ¿Un diseñador tiene que saber lo que es una cuenta de resultados?

 

R.: Por supuesto. Todos los diseñadores tendrían que saber de negocio, y más en España, donde parece que se les exige ser emprendedores. Los creativos necesitan saber de números porque o montan su propia empresa o trabajan para grandes grupos. Existe esa dualidad, y es importante entender que la moda no deja de ser un negocio.

 

 

 

 

P.: ¿Cómo tiene que ser el diseñador del futuro?

 

R.: Lo fácil sería decir que tiene que ser responsable, rentable y también vinculado a la sostenibilidad, con todo lo que ello abarca. Tenemos que hacer un ejercicio casi de ciencia ficción sobre cómo serán los diseñadores en cinco años. El diseño en España tiene muchas fortalezas que no aprovechamos: hay tecnología, emprendimiento e innovación. Los diseñadores que integren todo esto serán los que estén a la cabeza, porque el resto pondrá en marcha su propia marca y, con suerte, una buena web. Los diseñadores tienen que entender que la moda no es sólo ropa, también es servicio y cadena de valor. España podría liderar este ámbito y estar a la cabeza.

 

 

P.: ¿Para qué tipo de empresas se forman para trabajar sus alumnos?

 

R.: A mí me gustaría pensar que para montar su propia empresa, trabajar para otros y mucho más, porque el futuro va a cambiar. Nuestros estudiantes están capacitados para trabajar como diseñadores, pero también como compradores y para ser emprendedores. Algunos, de hecho, acabarán trabajando en puestos que ni siquiera existen hoy.

 

 

P.: ¿Un alumno de diseño tiene que aprender antes a hacer patrones o a diseñar para el metaverso?

 

R.: Ambas cosas. Somos de los pocos centros que sabemos enseñar a diseñar, a hacer márketing y trabajar en comercio. Nuestros estudiantes saben dibujar, patronar y confeccionar porque es necesario para la industria, pero también trabajan en el ámbito digital. Vivimos ya en el metaverso y estamos preparando el lanzamiento de asignaturas que tienen que ver con eso.

 

 

 

 

P.: ¿El diseño es atractivo para los jóvenes?

 

R.: Sí. Por muchas razones. La primera es que tiene salidas, en España se nos olvida que tenemos grandes grupos de moda. Además, el diseño atrae mucho a los jóvenes porque ven que se puede aplicar al mundo cambiante de hoy en día.

 

 

P.: ¿Y el área comercial para los diseñadores?

 

R.: Son dos carreras que viven naturalmente juntas. He conocido a mucha gente que estudió administración de empresas y acaban dedicándose a la moda, y al revés.

 

 

P.: ¿Sobran grados universitarios y másteres de moda en España?

 

R.: No lo creo, lo que pienso es que sobran cosas que se hacen mal y sin sentido. Nuestro centro lleva 35 años y he visto hacer cosas de mucho tipo. No creo que haga falta que todas las universidades tengan un grado de moda, porque no tienen a gente que enseñe. Eso sí sobra porque hace daño al prestigio en general.

 

 

 

 

P.: ¿Dónde se aprende más de diseño, en las clases o en la práctica?

 

R.: Al final, los alumnos aprenden ellos. Tratamos de usar la palabra estudiantes antes que alumnos, tanto en las prácticas como en las clases, porque al final aprenden involucrándose en todo. Si sólo aprenden lo que les enseñamos en clase estarían obsoletos. En los procesos de formación siempre hay que florecer, pueden encontrar su camino a cualquier edad. En primer curso es muy bonito cuando un estudiante encuentra su identidad. Lo que más distingue a un alumno es su actitud.

 

 

P.: ¿Las escuelas de diseño anticipan los cambios de la industria?

 

R.: Si, es lo que debería. Los estudiantes están más vivos que las empresas, tienen una pulsión diferente sobre el mercado y el mundo. Por otro lado, el tener un programa tan vivo y entender todo el negocio en su conjunto hace que los estudiantes piensen sobre el futuro de la industria.

 

 

P.: ¿Es necesario alinear la formación con los cambios que atraviesa el sector?

 

R.: Sí, pero al mismo tiempo no hay que dejar de profundizar en las bases del diseño. Nuestro plan de estudios está pensado para ambas cosas, que tenga cintura con casi un año y medio de asignaturas optativas y para que siempre se planteen nuevas cosas. Nuestro programa es vivo, porque incluimos a las empresas que integran retos y problemas de la realidad.