Elena Carasso (Mango) “En momentos malos, si te sabes adaptar, puedes salir más fuerte”
Ante la pérdida del peso de la moda en la cesta de la compra, la inflación y los shocks macroeconómicos de estos años, las empresas deben escoger por apostar por la marca, el producto o el precio para mantener su crecimiento.
30 oct 2024 - 05:00
Producto, precio o marca para impulsar el crecimiento. Tras un año marcado por la desaceleración económica en casi todo el mundo, la moda mira de reojo su crecimiento a las puertas del cierre del ejercicio. Aunque todavía debe pasar el trimestre tradicionalmente más importante para el sector, las empresas han afrontado ya a lo largo de 2024 desde la persistente inflación global a shocks macroeconómicos en diferentes partes del mundo, con la consecuente pérdida del peso de la moda en la cesta de la compra.
“La moda ha reducido su peso en el consumo de los hogares, por lo que el valor de marca es ahora más relevante que nunca”, aseguró Gemma Andreu, directora de márketing de Desigual, ayer durante la presentación del Barómetro Veepee-Modaes de Empresas de Moda en España, para lo que insistió en la necesidad de “aprender a ser relevantes más allá de la prenda”.
La directiva de la empresa catalana, que está inmersa precisamente en un proceso de reposicionamiento, ha hecho alusión también a una “invasión del low cost que ha llevado a los consumidores a que, aunque compre más, gaste menos. “Hay una porción muy importante del gasto de la población en moda que está en este sector, en parte también por el periodo de inflación que hemos pasado”, reconoció Andreu.
Con esta necesidad de diferenciarse coincidió Elena Carrasso, directora del negocio online y de cliente de Mango, aunque lo hizo desde otra visión: la del producto. “Hay que llegar al consumidor a través de una propuesta de valor, con una inversión en producto y calidad que lo diferencie del resto”, aseguró la directiva.
Marca, producto o precio para acercarse al consumidor en tiempos difíciles, compartieron los tres directivos
Invertir en marca y producto, o incluso en sostenibilidad, según alertó Paco Sánchez, director general de Lola Casademunt, eleva el coste de las empresas, un alza que no puede repercutir en el consumidor. “No vamos a poder trasladar este coste extra en el precio porque esto te distancia del consumidor, pero tenemos que entender, tanto las empresas como el consumidor, que una camiseta no puede costar tres euros”, defendió Sánchez.
Para seguir creciendo, continuó, el sector debe aumentar su confianza, tanto en la capacidad de reacción como de la mejora de los procesos. “En los momentos malos aprendes mucho, pero si te sabes adaptar, puedes modificar tu estrategia y salir fortalecido”, añadió Carasso.
Aunque los tres directivos coincidieron que la moda no podrá dejar de ser product center nunca, las exigencias cada vez mayores del consumidor obligan al sector cada vez más a adaptarse a sus exigencias, ya sean en términos de onmicanalidad como de sostenibilidad. La tecnología, de hecho, fue la asignatura pendiente mencionada por los tres directivos, tanto en términos de diseño como de analítica avanzada para entender al consumidor, apuntó Andreu.
“Adaptarnos a las necesidades del consumidor sin perder nuestro ADN es lo que nos va a permitir crecer”, valoró la directiva de Mango, a lo que Andreu añadió la importancia del consumidor como “brújula” de su negocio. “No querer conocer, o esforzarte por hacerlo, a tu consumidor, es de locos”, sentenció Sánchez.