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De Slim a Solari: los apellidos del poder en el negocio de la moda en Latinoamérica

Familias, apellidos o dinastías de varias generaciones tras el retail de la región. Algunos de los hombres más ricos del mundo son los dueños del negocio de la moda y controlan empresas internacionales como Sears o gigantes locales como Falabella o Rapsodia. 

M. Bertero/M. Cantini

7 abr 2017 - 04:41

¿Quiénes son los apellidos detrás del negocio de la moda en Latinoamérica? ¿Cuál es la fortuna de las familias más poderosas del sector? ¿En qué otros negocios destacan? ¿Cuántas generaciones hay detrás de cada gigante del retail de la región? Modaes realizará a lo largo de las próximas semanas una serie de reportajes que analizan quién es quién en el negocio de la moda en Latinoamérica.

 

De Slim a Solari: los apellidos del poder en el negocio de la moda en Latinoamérica


Los Solari en Falabella y los Baillères en El Palacio de Hierro. El retail latinoamericano tiene nombres y apellidos que conforman las fortunas más importantes en la región. De Carlos Slim a Arturo Calle, los latinos han construido imperios en el sector, algunos transformaron un negocio familiar en gigantes del retail y otros lideraron la trayectoria de empresas fundadas por inmigrantes europeos.

 

Chile es la cuna del retail en Sudamérica. El país, que ha visto crecer a gigantes como Censosud o Falabella, comenzó sus andadas en el sector de la mano de inmigrantes europeos que eligieron Chile para desarrollar sus negocios, como Salvatore Falabella, que puso en marcha la primera sastrería en el país andino en 1889.

 

En México, el apellido Michel es sinónimo de Liverpool. Máximo Michel Suberville, empresario de origen francés, comenzó a trabajar en la tienda departamental en 1954, donde empezó como mensajero. Poco a poco fue ascendiendo y se convirtió en el consejero delegado de la compañía en 1978, cuando empezó a posicionar la cadena como una de las más importantes del país azteca con más de cien puntos de venta. Estuvo al frente del grupo hasta 2004, cuando fue reemplazado por su sobrino Max David Michel. Su hijo, Max Michel González, también está vinculado a Liverpool. En el momento de su muerte, acontecida en 2016, la fortuna de Michel fue estimada en 1.600 millones de dólares, según Forbes.

 


 

 

Otra familia mexicana que mueve los hilos de la moda en la región son los Sordo Madaleno, una de las constructoras más importantes de centros comerciales del país azteca. El grupo, fundado por el arquitecto Juan Sordo Madaleno ha desarrollado importantes proyectos como Parque ToreoEl Palacio del Hierro de Polanco o la macrotienda de Massimo Dutti en la avenida Masaryk de Ciudad de México. Desde 1982, la compañía está capitaneada por Javier Sordo Madaleno, hijo del fundador de la empresa, que ha ampliado las líneas de negocio del grupo con las licencias de distribución de El Ganso, Scalpers, Soloio y All Saints en México.

 

El país azteca cuenta con la fortuna más grande de Latinoamérica: Carlos Slim Helú. El empresario mexicano es actualmente el sexto hombre más rico del mundo con una riqueza de 54,5 millones de dólares, según el ránking Forbes 2017. Aunque Slim forjó su fortuna en el negocio de las telecomunicaciones, el imperio se extiende también al negocio de la moda con Sanborns, Sears y Saks Fifth Avenue.

 

Más al sur de México viven otros de los apellidos más importantes del negocio de la moda de Latinoamérica. En 1950, el panameño Alberto Motta puso en marcha el primer comercio en la Zona Libre de Colón (ZLC), que empezó con la distribución de licores y periódicos. Poco a poco, la compañía fue creciendo hasta convertirse en Motta Internacional, un imperio que controla aerolíneas, telecomunicaciones y retail.  Desde 1990, el presidente del grupo es Stanley Motta, quien ha impulsado Attenza, la cadena de duty free con presencia en veinte aeropuertos latinoamericanos donde distribuye productos de cosmética, perfumería, relojería y accesorios de marcas como Carolina HerreraBulgariCalvin Klein y Clinique, entre otras. Motta es considerado el hombre más rico de Centroamérica con una fortuna estimada en 2.500 millones de dólares.

 

 

De Slim a Solari: los apellidos del poder en el negocio de la moda en Latinoamérica

                                           Salomón Cohen Levy es el fundador de Grupo Sambil.

 

En Ciudad de Panamá también están las oficinas centrales de Grupo David, propiedad de la familia David, operador de empresas como Victoria´s SecretClarksAdidasLa SenzaRockport, Justice y Claire’s en países como Costa Rica, Colombia, Venezuela, El Salvador y Guatemala, entre otros.

 

Otra de las fortunas más grandes de Latinoamérica está en Perú. La industria de la cosmética peruana no sería lo mismo sin Eduardo Belmont Anderson. En 1967, su hermano Juan Fernando Belmont fundó Yanbal, compañía a la que se incorporó un año más tarde. En 1985, Eduardo migró a Colombia para potenciar Yanbal y lanzar Ebel. En 1988, los hermanos rompieron relaciones y Juan Fernando se trasladó a Colombia donde empezó a distribuir Yanbal, mientras Eduardo puso en marcha el conglomerado Belcorp, hólding que maneja marcas como ÉsikaL’Ebel y Cyzone.

 

Otro peruano en el negocio de la moda es Carlos Rodríguez Pastor, presidente de Intercorp, conglomerado peruano que controla la red de centros comerciales Real Plaza en ciudades como Lima, Trujillo, Chiclayo, Arequipa y Cuzco, entre otras.

 

Colombia, uno de los epicentros de la moda en Latinoamérica, también cuenta con familiar poderosas. Arturo Calle es el zar de la moda masculina colombiana desde hace cincuenta años. La compañía que lleva su nombre opera con una red de más de noventa puntos de venta en su mercado local y tiene presencia en El Salvador, Costa Rica y Guatemala. Actualmente, el grupo, que factura cerca de 190 millones de dólares anuales, está capitaneado por el hijo del fundador Carlos Arturo Calle.

 

Otro de los apellidos colombianos del negocio de la moda es el de los Tcherassi, gracias a los hermanos Silvia y Samuel. En 1990, la diseñadora barranquillera puso en marcha Altamoda SAS, la compañía encargada de comercializar sus distintas colecciones de moda femenina y de hogar tanto en su mercado local como en el extranjero. Silvia Tcherassi, primera diseñadora colombiana en participar en la semana de la moda de Milán, ha expandido las fronteras de su marca abriendo las puertas de puntos de venta en ciudades como Miami y Madrid, además de controlar un hotel en Cartagena. Por su parte, su hermano Samuel Tcherassi es uno de los reyes de la moda infantil en el país cafetero, ya que opera la franquicia de la francesa EPK desde hace once años.

 

De Slim a Solari: los apellidos del poder en el negocio de la moda en Latinoamérica

                                             

Eduardo Belmont es el propietario de Grupo Belcorp.

 

Venezuela fue otro país que vio nacer a grandes empresarios del sector. A pesar de que muchos de ellos han migrado a Panamá por la situación económica del país, algunos han seguido apostando por el mercado local para concentrar sus operaciones. Camilo Ibrahim es el líder de Phoenix World Trade, grupo encargado de las operaciones de ZaraBershka y Pull&Bear en Venezuela, siendo uno de los principales socios de Inditex en Latinoamérica desde 2007. También tiene bajo su control la distribución de otras marcas como Helly Hansen y Timberland, en varios países del Caribe.

 

Alejandro Betancourt es otro de los miembros de la burguesía venezolana que ha ingresado en el mundo de la moda. El año pasado, el empresario entró en el capital de Hawkers, el fenómeno español de las gafas de sol. Betancourt lidera el grupo de inversión O’Hara Administrations y es presidente de Derwick Associates, un grupo especializado en la construcción de plantas de generación de energía.

 

Otro de los apellidos más importantes de Venezuela es el de los Cohen. La familia es fundadora y propietaria de Grupo Sambil, empresa constructora especializada en retail y centros comerciales, tanto en Venezuela como en otros países de Latinoamérica. Salomón Cohen Levy fue el ingeniero que inició el negocio de Sambil. Nacido en Jerusalén, el padre de los actuales directores llegó a Caracas en 1930. A finales de la década del cincuenta, Cohen Levy fundó Constructora Sambil. Actualmente, la compañía está dirigida por su hijo, Alfredo Cohen, quien ha llevado los negocios de la familia al otro lado del Atlántico con el primer centro comercial del grupo en España.

 

 

 

 

Uno de los nombres detrás del negocio de la argentina Rapsodia es Francisco de Narváez. El empresario fue el socio capitalista al cual acudieron en los años noventa Sol Acuña y Josefina Helguera para desarrollar su modelo de negocio. Nacido en Colombia, De Narváez migró a Argentina a los cuatro años, donde ha forjado negocios e inversiones en el sector de los medios de comunicación.

 

En 2005, De Narváez entró en política, tras haber obtenido la ciudadanía argentina en 1992. El empresario se impuso en las elecciones frente al ex presidente Néstor Kirchner y ejerció durante cinco años su mandato como diputado nacional.

 

Recientemente, De Narváez fue el encargado de comunicar la entrada de L Catterton en el capital de Rapsodia, siendo la primera inversión del fondo europeo en Latinoamérica. Aunque el importe de la operación no ha trascendido, el empresario y las fundadoras de la compañía argentina seguirán siendo los socios mayoritarios de Rapsodia.