Caterina Tonda (Kering): “La creatividad puede ser un ‘problem solver’ para la sostenibilidad”
La directiva del conglomerado ha participado en la feria italiana Filo, que se celebra esta semana en Milán. Tonda ha valorado el poder del story telling como una herramienta para cumplir los estándares europeos en sostenibilidad.


27 feb 2025 - 05:00
“La industria debe pasar de un modelo meramente transaccional a construir relaciones colaborativas entre empresas y productores”, relató ayer Caterina Tonda, responsable de desarrollo sostenible de prendas en Kering y al frente del Material Innovation Lab (MIL) del grupo. Para la directiva, que se enfrenta a la tarea de elevar los estándares sostenibles de un grupo de un tamaño como Kering, la creatividad es la clave de este cambio.
“La creatividad es una palanca imprescindible para que nuestro sector sea capaz de implementar los estándares europeos de sostenibilidad, pero mantener un nivel de competitividad suficiente”, explicó Tonda tras la mesa redonda en la que participó durante el primer día de la feria italiana de hilatura y tejidos Filo. La directiva estuvo acompañada de Guido Thara, diseñador y profesor en el Istituto Marangoni, y Rossano Bisio, uno de los diseñadores de las telas e hilos expuestos durante la feria.
Para la directiva, la sostenibilidad no es únicamente un conjunto de reglas a cumplir, sino que puede actuar también como una fuente de inspiración y constructor de historias. “Es importante aprovechar los relatos que hay detrás de cada material, como el cachemir”, relató Tonda, a la vez que ponía en valor la cadena de valor detrás de las materias primas utilizadas por el grupo más allá de la estética y calidad.
Kering utiliza principalmente cuero en la fabricación de sus artículos, que copa más de la mitad de su cartera de materias primas
La estrategia de Kering en materia de sostenibilidad, relató Tonda, se basa actualmente en dos ejes. Por un lado, la innovación corporativa, que se materializa a través del trabajo interno del grupo y sus esfuerzos por incorporar las innovaciones a las prendas y tejidos. El MIL, creado en 2013, forma parte de esta iniciativa, y tiene el objetivo de buscar materiales y tejidos con un menor impacto ambiental y recopilar información sobre estos para que las diferentes marcas del grupo puedan incluirlos en sus diseños.
Graduada en diseño de moda por la universidad italiana Graduada en diseño de moda por Polimoda, Tonda trabaja desde hace cinco años para el grupo, aunque no se incorporó al MIL hasta noviembre de 2021. Antes de llegar a Kering, la directiva pasó tres años en Burberry en el departamento de compras y sourcing.
La necesidad de una herramienta como el MIL, que se centra en materiales como el algodón y la viscosa, pero también en otros como la seda y el cachemir, responde a una necesidad muy extendida dentro del sector del lujo. Este tipo de materias primas, aunque se producen a menor escala, acostumbran a tener un mayor impacto ambiental, como sucede también en el caso del cuero.
Según la última memoria de sostenibilidad de Kering, de hecho, el cuero representa un 55% de los materiales utilizados por las diferentes empresas del conglomerado, frente al apenas 5% que supone el algodón.
Tonda lidera el laboratorio de Kering que investiga materiales con menor impacto medioambiental
El segundo eje de trabajo de Kering en materia de sostenibilidad pasa por la financiación y conexión dentro del sector. “Apoyando a las start ups buscamos elevar el grado de madurez de las innovaciones que estas aportan al sistema y a la industria”, relató Tonda. Según se desprende de su página web, desde 2016 el grupo ha colaborado con hasta 225 empresas emergentes.
Finalmente, la directiva sí que valoró el mayor potencial del sector del lujo a la hora de impulsar la sostenibilidad a través de las historias, aunque, quiso también recordar que “todo acaba por depender de la visión”. La sostenibilidad, volvió a insistir Tonda, debe entenderse como un valor añadido, para lo que instó al sector a que cuente más con la participación de las granjas y agricultores, y construir un enfoque circular que afecte “a la cadena de valor al completo”.