Falabella se ha convertido en el mayor grupo de tiendas departamentales de Latinoamérica. Sus orígenes están íntimamente vinculados con la moda, pues la compañía echó a andar cuando Salvatore Falabella puso en marcha en Chile la primera sastrería del país en 1889.
La compañía chilena tomó el control de su negocio en el mercado inca el pasado octubre. Hasta ahora, el país estaba pilotado por Juan Xavier Roca Mendenhall.
De las ventas de acciones de Falabella, a la marcha atrás de Ripley en Colombia, los retailers chilenos movilizaron el negocio corporativo los últimos doce meses.
El país que vio nacer a los gigantes latinoamericanos del retail cuenta con algunas de las fortunas más grandes de la región. La familia Calderón controla el negocio de Ripley, mientras que los Swett son los propietarios del distribuidor de marcas internacionales Forus.
La puesta en marcha de la nueva departamental se enmarca en el plan de expansión que anunció el gigante chileno, que contempla subir la persiana de otros nueve establecimientos en el país.
La lista, liderada por Google, coloca al retailer chileno en la décima posición y a la compañía peruana de venta directa de cosmética en el noveno lugar.
El grupo chileno de grandes almacenes mejora el resultado neto entre abril y junio tras tropezar en el arranque del año, y sube una marcha en su ritmo de crecimiento.