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Precio, colaboración con los retailers y apoyo institucional: las claves para el ‘reshoring’

Cinco directivos del sector se han reunido con motivo de la inauguración de Igualada Fashion Lab para discutir sobre el futuro del textil español, un desafío que, aunque imprevisible, supone una gran oportunidad, coincidieron los ponentes.

Modaes

19 nov 2021 - 04:48

Precio, colaboración con los retailers y apoyo institucional: las claves para el ‘reshoring’

 

 

Tras dos crisis consecutivas en la cadena global del aprovisionamiento, la industria textil se enfrenta a un lienzo en blanco. ¿Cuál es el destino del sector de la moda en España? ¿Qué necesita la industria para encarar el nuevo panorama? Y, sobre todo, ¿cuáles son las claves para que el textil español logre capitalizar las oportunidades que ha dejado el Covid-19?


En el evento de inauguración de Igualada Fashion Lab, celebrado ayer en la localidad, uno de los mayores y más antiguos hubs de producción textil del país, se dieron cita cinco directivos y expertos de la industria española de la moda para afrontar estas cuestiones en una mesa redonda.

 

El evento, organizado por el Ayuntamiento de Igualada, la Fundación para la innovación textil Fitex y el clúster catalán de moda y textil Modacc, fue introducido por David García, director ejecutivo de la última.

 

García comenzó con un breve recorrido sobre la industria textil de la región de Anoia de Igualada, su historia y su distribución empresarial, comentando sobre aspectos clave como la leve caída en facturación del territorio entre 2012 y 2020, que fue del 0,4%. El ejecutivo señaló además la que considera una de las mayores ventajas competitivas de la región, compuesta en su gran mayoría de pymes: su flexibilidad.

 

 

 

 

La mesa redonda dio comienzo con una primera declaración de Josep Ignasi Reixach, director general de Punto Blanco: “ha llegado la pandemia y nos hemos dado cuenta de que nos falta de todo”, sentenció Reixach, haciendo referencia a la dependencia de los servicios de la economía española. El empresario apuntó, además, a la oportunidad que se abre para el textil español con la inflación de costes de transporte y los retrasos en los plazos de entrega desde China, tradicionalmente el mayor proveedor textil a nivel internacional.

 

Chisco García, director de 3S Institute, opinó que la situación que se plantea tras la pandemia es tan incierta que “no se puede prever lo que va a pasar”. La clave, señaló García, es que la industria textil española sea “lo suficientemente dinámica como para que, venga lo que venga, esté presente”.

 

Se sumó a la visión del director de 3S Institute Miguel Ángel García, director de producto y compras de El Ganso, y añadió que la responsabilidad de esta transformación no se puede dejar únicamente sobre los hombros de las empresas industriales. “Se necesita colaboración por parte de las marcas y los gobiernos”, explicó Miguel Ángel García, uno de los factores que más se repitieron a lo largo de la mesa redonda.

 

El primer paso, opinó Arancha Algás, directora general de Bóboli y presidenta de Modacc, es “recuperar el valor de la moda”. Según la ejecutiva, el sector ha deteriorado su imagen en la última década de cara a los consumidores. “Las marcas tenemos que ser capaces de transmitir que el producto tiene un precio y un coste”, sentencia Algás, apuntando que esto es lo primero que debe modificarse para introducir cambios duraderos en la industria.

 

 

 

 

David Camps, consejero delegado de Buff, consideró que “el cambio que se avecina es poco”. España, según el ejecutivo, no cuenta aún con el conocimiento ni los proveedores para convertirse en un hub productivo a gran escala. “La tendencia será ascendente en los próximos años, pero de forma suave”, matizó. Pese a todo, el consejero delegado de Buff señaló que “la oportunidad existe”.

 

En cambio, Arancha Algás discrepó, opinando que el cambio en el panorama internacional del aprovisionamiento sí será significativo: “Por parte del consumidor, la apuesta por el diseño y la calidad se ha incrementado notablemente”. ¿Y las marcas? “También han hecho los deberes y se centran cada vez más en inversión e innovación”. A ojos de Algás, la crisis de la pandemia “nos ha cambiado la forma de ver las cosas a todos”. Independientemente de si la transformación será drástica o no, Chisco García consideró que es “inminente”.

 

¿Qué le hace falta al textil español para dar respuesta a la moda a escala internacional? “Lo que no hay en España es confección”, recordóMiguel Ángel García. La directora general de Bóboli y presidenta de Modacc añadió que “hace falta industria auxiliar y coordinación industrial”.

 

David Camps, consejero delegado de Buff, opinó además que uno de los mayores impedimentos para el desarrollo internacional del textil español es “la falta de compromiso por parte de las marcas”, que, según señaló, “no se atreven a firmar a largo plazo con los proveedores, hay mucha incertidumbre”.

 

 

 

 

El director de producto y compras de El Ganso se sumó a la visión de Camps, y detalló que la industria textil española no dispone de la suficiente oferta laboral para continuar creciendo: costureros, patronistas… “El gobierno tiene que apoyar a la mano de obra textil”.

 

¿Podrá la sostenibilidad ser la clave para propulsar la industria en España? Josep Ignasi Reixach, director general de Punto Blanco, opinó que es posible, pero que el recorrido será largo: “el deseo medioambiental es universal, pero hace falta claridad normativa y un largo plazo de adaptación”.

 

La conclusión final por parte de los ponentes fue la falta de apoyo institucional para el desarrollo de la industria textil española, para potenciar “lo que nos separa de los más grandes”, detalló Arancha Algás: digitalización, innovación tecnológica, y, sobre todo, formación e investigación, según señaló Chisco García.