Gerescal plantea un canal “transparente” y una tasa justa antes del Real Decreto
La asociación de Gestión de los Residuos del Calzado acelera su consolidación de cara a 2026, cuando entrará en vigor el nuevo Real Decreto de residuos de calzado y textil, planteando una tasa justa y un canal “transparente”.
La asociación de Gestión de los Residuos del Calzado (Gerescal) encara el cierre de año con el foco puesto en 2026, cuando entrará en vigor el nuevo Real Decreto que regulará la gestión de los residuos de calzado y textil en España y desplegará la responsabilidad ampliada del productor (RAP). En un comunicado emitido este viernes, la entidad sostiene que avanza en el cumplimiento de sus objetivos estratégicos y refuerza su proceso de consolidación antes del nuevo marco normativo.
En ese contexto, Gerescal sitúa dos prioridades en el centro, que pasan por construir un canal “transparente y creíble” para que el consumidor confíe en el sistema y diseñar una tasa “justa y progresiva” que sostenga la operativa sin distorsionar el mercado. La entidad vincula ambos ejes a un enfoque alejado del greenwashing y orientado a resultados “reales y medibles”.
La asociación subraya, igualmente, un cambio de escala en su base empresarial. Gerescal reivindica que más de treinta empresas del sector del calzado ya han confirmado su adhesión al sistema colectivo de responsabilidad ampliada del productor (Scrap), con nombres como Pedro Garcia, XTI, Zapato Feroz, RIA, Boreal, Saye, J’hayber, Paredes, Chiruca o Baerchi, además de la cadena de tiendas Casas Club, entre otras.
Gerescal asienta las bases del arranque operativo en 2026
Junto a esas adhesiones, más de medio centenar compañías adicionales han manifestado su compromiso de incorporación, tanto del sector del calzado como del textil, o de ambos. Gerescal subraya que su Scrap dará cobertura a toda la tipología de residuos contemplada en la nueva obligación normativa.
Para la asociación, este respaldo permite asegurar un volumen mínimo de empresas declarantes, un elemento que aporta “estabilidad y solidez” al plan financiero y al proyecto piloto previsto durante el primer año de aplicación del marco regulatorio. El objetivo inmediato pasa por cumplir plazos de puesta en marcha de la operativa y de la gestión de residuos, en coordinación con colaboradores y operadores sociales en todo el territorio nacional.
La gobernanza del proyecto se apoya, además, en las nueve empresas del consejo de administración: Pikolinos, Mustang, Gioseppo, Wonders, Pablosky, Pons Quintana, Unisa, Mascaró y Panter.
En el plano económico, Gerescal plantea implantar una tasa asumible por todos los productores y destinada a mejorar los flujos actuales de residuos y a fortalecer el mercado de la reutilización “sin generar distorsiones ni burbujas artificiales”. Para la asociación, el sistema debe construirse con un canal “transparente y creíble” para el consumidor y con mecanismos que eviten la “duplicidad de cargas impositivas”. La entidad sitúa esta cuestión como una condición para que el modelo gane legitimidad y funcione con eficiencia.
Reutilización primero, reciclaje con demanda
Entre sus líneas de actuación, Gerescal también incluye acompañar a los productores en el cumplimiento normativo, defender sus intereses y fomentar un diálogo “constructivo” con la administración.
En cuanto al enfoque técnico, Gerescal defiende un planteamiento “realista y eficiente”. Es decir, no invertir recursos en generar materiales reciclados si el mercado no está preparado para absorberlos, sino activar palancas que impulsen la reutilización y la demanda de productos más responsables.
En paralelo, la entidad señala que trabajará para que el reciclaje sea viable, rentable y sostenible, apoyándose en innovación y competitividad real del sector.