Entorno

Los retos a los que se enfrentará la moda

La diseñadora aborda su trabajo a lo largo del tiempo para hablar sobre la visión del sector desde sus inicios hasta la actualidad.

Los retos a los que se enfrentará la moda
Los retos a los que se enfrentará la moda
Con más de cien licencias, mi marca se encuentra tanto en un lugar remoto de Chile como en el aeropuerto de Tokio.

Tribuna: Ágatha Ruiz de la Prada

12 ene 2024 - 05:00

Soy Agatha Ruiz de la Prada, llevo cuarenta años en el mundo de la moda. Desde mi primer desfile en 1980 no he dejado de asumir los retos que nuestra sociedad nos plantea. Soy muy creativa y colaboro con artistas y escritores, muestro mi trabajo desde un aspecto cultural en museos y galerias de arte y, al mismo tiempo soy muy comercial.

 

 

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Me he asociado con las mejores industrias en España ofreciendo al cliente final desde prendas de vestir hasta puertas blindadas y azulejos pasando por perfumes. He trascendido la moda para asociar mi marca al diseño aplicable a cualquier producto capaz de producirse en serie.

 

Con más de cien licencias, mi marca se encuentra tanto en un lugar remoto de Chile como en el aeropuerto de Tokio, y para redondear, me considero reconocida internacionalmente y con más significación para mi, si cabe, reconocida en mi propio país, con la Medalla de Oro a las Bellas Artes, el Premio Nacional de Diseño de Moda y el Premio Nacional Honorífico de la Industria de la Moda.

 

Y, aún así me planteo que la continuidad en el sector pasa por la innovación y renovación permanente. La moda se encuentra en otro de sus momentos de gran cambio. Pasamos de la alta costura y la confección a medida, a la confección por tallas y el prêt-à-porter, para continuar con el nacimiento de los diseñadores en los años 80 y la moda rápida con la globalización.

 

 

 

 

Todo esto convive actualmente, y sin embargo lo cuestionamos, sabemos que hay que trabajar nuevas vias de comercialización, llegar a nuevos clientes con nuevos productos. Muchas veces culpamos de los problemas en el sector de la moda a las sucesivas crisis económicas que estamos viviendo. Mi experiencia es que las crisis económicas son continuas, se cuentan con los dedos de las mano los años de alegría económica que ha habido desde los años setenta del pasado siglo, y que no han coincidido exactamente con el consumo de moda.

 

Para mí el problema es más profundo y sociológico, igual que en los años sesenta y setenta, la juventud se rebeló contra los prejuicios que había de sexo y clase, ahora vivimos otro momento similar, con más sectores de la población en cambio, a los que hay que saber interpretar, como lo hizo Mary Quant en los sesenta, Yves Saint Laurent en los setenta y Armani en los ochenta.

 

Los jóvenes siguen vistiéndose todos los días y por lo tanto comprando ropa, es más tienen sus armarios más llenos que nunca, cada uno de lo que puede, porque nunca hubo tanta diversidad de marcas y producto con distintos precios ofreciendo moda.

 

 

 

 

Por otro lado los mayores que fueron los jóvenes de los sesenta y setenta se niegan a vegetar, y siguen activos en una vida social, cultural e incluso laboral, con unas nuevas necesidades a las que tenemos que llegar.

 

Además, se ha incorporado el hombre como consumidor de moda: esta ya no es exclusivamente una cuestión femenina, ahora ellos eligen cómo quieren vestirse y qué quieren comprar. A todo esto hay sumar que ya no hablamos sólo de hombres y mujeres, la libertad se ha instalado en los géneros, no hay fronteras, no hay división entre falda y pantalón, ni entre el día y la noche, todo depende de nuestro sentimiento y de como queramos mostrarnos al mundo.

 

Sin olvidarnos de la responsabilidad de nuestro sector en reducir el impacto en el cambio climático, con un diseño reutilizable y reciclable, producción en cercanía, uso de nuevos textiles, nuevas formas de comercialización y mejor gestión de los residuos. Siempre he sido ecológica, y no sólo de actitud sino de comportamiento. Reciclo, mantengo viva mi ropa muchos años, soy consciente de que hay que innovar y seducir al cliente para que compre con un criterio sostenible y alargue la vida de las prendas, cuidándolas.

 

 

 

 

Esto da origen a nuevas formas de negocio en nuestro sector, alquiler de prendas, venta de segunda mano...En el primer trimestre de este 2024 inicio otra etapa profesional, abro una nueva tienda en Madrid, renovada en su concepto, venta, creación y gestión unidos en un sólo espacio, para mostrar sin trampa ni cartón el gran trabajo que hay detrás de una prenda desde que se tiene la idea, se plasma en un diseño, se testa y se produce, hasta que se expone a la venta.

 

Y continúo el trabajo de la Fundación Agatha Ruíz de la Prada, que desde el año 2011 archiva y cuida toda la documentación y diseños que genero, en un legado de mi trabajo a generaciones futuras. En 2022 publiqué con la editorial La Esfera de los Libros Mi historia, libro que he presentado por toda España y continúo a nivel internacional, recientemente en la maravillosa Livraria Lello de Oporto, una de las librerías más bellas y completas del mundo.

 

Con el libro he llegado a un público más amplio que el consumidor de moda y diseño, y me ha hecho reflexionar sobre esta manera de comunicar y al mismo tiempo conocer, profundizar en ese tan necesario análisis social para continuar diseñando y vendiendo.

 

 

 

 

Las nuevas generaciones nos piden transparencia y responsabilidad, y ahí está la marca Agatha Ruiz de la Prada, no sólo asumiento los retos del momento sino creciendo con un criterio actual, estando presente en la sociedad sin sobredimensionar esfuerzos, y con una gran curiosidad y apoyo a los jóvenes creadores que estoy segura abrirán caminos que ahora no conocemos.

 

Después de cuarenta años de trabajo y continuos cambios y adaptaciones, no tengo miedo. Me ilusiona cuando me dicen “yo vestía tus diseños en la infancia”, y mi gran reto es entender las vidas de mis coetáneos, cuales son sus deseos y necesidades, y de ahí vestirlos.

 

El gran reto es entender las vidas de mis coetáneos, cuáles son sus deseos y necesidades, y de ahí vestirlos y producir objetos y espacios que mejoren su vida, aportar mi granito de arena, trabajando en la protección, ilusión y cambio que siempre ofrece la moda, añadiendo la alegría de vivir que es mi seña de identidad.