Orestes Ribó: Segunda generación de zapateros con pedal para rato

Entrar en el taller Ribó es como adentrarse en uno de esos lugares en los que el tiempo parece congelado. Allí se trabaja el calzado con herramientas y procesos tradicionales. En el espacio impera un caos provisto de cierta armonía en el que se entremezclan pares de zapatillas aquí y allá, retales de piel parduzca, suelas de neumático y estantes donde se amontonan utensilios y recuerdos.

Fundado en 1945 por Orestes Ribó, el taller mantiene su actividad desde entonces, aunque ahora es el hijo del artesano quien está al frente.  Orestes Ribó Mínguez, de 57 años, explica que su padre (ya fallecido) fue el primer fabricante de botas de fútbol con tacos de goma en España y llegó a tener ocho empleados a su cargo en su punto álgido de actividad.

“Con la llegada de Nike y Adidas al país, dejó los productos de fútbol para focalizarse en el calzado para ciclistas”, explica el dueño, que goza de gran reconocimiento, especialmente entre los participantes de carreras de bicicleta clásica.

Ribó dejó de trabajar con mayoristas en 2004

El hijo del fundador se incorporó al negocio familiar en 1983, justo después de acabar el servicio militar, y ha vivido en sus propias carnes la contracción del negocio tras la deslocalización industrial que se produjo en España tras la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio.

En 2004, Ribó dejó de trabajar con mayoristas, que fueron en masa hacia Asia en busca de precios más baratos. En la actualidad, Ribó compagina la fabricación de zapatillas bajo su marca homónima para particulares y profesionales de trial como el zaragozano Abel Mustieles con su trabajo para Prouü, una empresa fundada en 2011 y que comercializa calzado para ciclistas y modelos para uso urbano.

La compañía, impulsada por el diseñador industrial Joan Esteve y Joan Bonmatí, permite a los clientes personalizar el color, el tipo de agujeros de ventilación de la cubierta de cuero y los grabados de los productos a través de su tienda online, a donde llegan pedidos desde países como Reino Unido y Estados Unidos. Esteve y Bonmatí contactaron a Ribó a mediados de 2017 para que se sumase al proyecto y pusiera su destreza al servicio de Prouü.

Taller en el barrio de Poblenou de Barcelona

Orestes Ribó mantiene su centro de operaciones en el número 6 de la calle Galceran Marquet de Barcelona, el mismo enclave en el que su padre impulsó el negocio en 1945. Ahora, el artesano está detrás de los productos de Prouü, una marca que combina la venta online con presencia en tiendas multimarca como Brompton Junction en Barcelona, Mammoth en Madrid y Velocite Cafe en Lisboa.