Vicenç Mustarós: “La moda española no existe porque no hay referentes”

P. Riaño.- Vicenç Mustarós puso en marcha la consultora de moda Demofashion en 2001, tras una trayectoria de más de veinte años dirigiendo proyectos relacionados con el sector. En su opinión, España debería apoyar el desarrollo de creadores, que sirvan para crear un modelo propio de moda en el país, algo que, a su vez, terminaría revirtiendo en la industria.Pregunta: ¿Qué es diseño emergente? Respuesta: Yo, la verdad, no creo en él. La gente utiliza este término y no sabe a qué se refiere. Un diseñador es diseñador tenga la edad que tenga. Utilizando este término es imposible quitarse la etiqueta de joven. Es necesario hacer un ejercicio para ordenar la moda: primero hay que saber de qué hablamos y después todo lo demás. P.: Y entonces, ¿a qué nos referimos? R.: Prefiero hablar de diseño independiente. Independiente es el creador, es aquel que controla todas las partes del proceso, desde la selección de los tejidos hasta el punto de venta. En Francia, por ejemplo, separan el salón de prêt-à-porter del hombre, de alta costura… aquí en cambio lo mezclamos todo. No estoy en contra de las marcas comerciales, pero si montas una marca entonces ya no eres un creador. A nadie se le ocurriría decir que Comme des Garçons es una marca, son creadores. Este tipo de diseñadores son los que hacen que la moda avance; Zara y Mango no lo hacen, porque captan la tendencia. En Europa en general falta una inversión potente en innovación, que aplicado a la moda significa creación, vinculada al tejido industrial. La relación del creador con la industria puede dar un resultado impresionante. P.: Y España, ¿tiene moda? R.: España necesita estos referentes para posicionarse, algo que acabará revirtiendo en la industria. Un diseñador no tiene por qué saber construir una empresa, igual que un pintor, pero les falta apoyo del sector. P.: ¿Qué son, por ejemplo, TCN, Sita Murt o Devota & Lomba? R.: Son marcas, aunque se use su nombre son marcas. Sus objetivos son diferentes a los de un creador, que terminan diseñando para otros para poder mantener una pequeña estructura y si no les funciona la historia, la cierran. La otra opción es crecer, facturar, y cuando uno decide vender mucho entonces ya no tiene el control del todo porque debe tener en cuenta el mercado.P.: Entonces, ¿el objetivo de un creador no es vender? R.: Si, pero a quién él quiere. Su mercado es mucho más pequeño. El belga Raf Simons, por ejemplo, vende. Pero aquí en España los independientes no venden. P.: ¿Por qué no? R.: La estructura ha sido incorrecta desde el principio y el diseñador tiene mucho miedo a enfrentarse al mercado internacional. En España no hay tradición, no hay referentes y la moda española no existe porque no hay referentes. De todos modos, los referentes se podrían crear, de hecho es necesario hacerlo para que vayan abriendo mercado. Bélgica lo hizo en los ochenta y después vino el relevo generacional. En Japón pasó lo mismo con Comme des Garçons y Miyake. P.: ¿Qué se ha hecho mal? R.: El gran error de la moda española es haber subvencionado pasarelas en lugar de historias. A un diseñador no le puedes dar dinero. Para los españoles es demasiado fácil y el resultado son colecciones invendibles. En el extranjero hay diseñadores que no tienen dinero para desfilar y entonces montan historias paralelas, lo que aporta todavía más creatividad. P.: La pasarela 080 también es pública… R.: Sí, pero 080 apuesta por otro tipo de diseñador.P.: Dice que un diseñador no tiene por qué saber de empresas, pero la gestión empresarial se está introduciendo cada vez más en las escuela de moda. R.: Las escuelas deberían formar a la vez al diseñador y a su entorno, pero siempre con el mismo concepto, para que el diseñador al salir pudiera montar su equipo. Estoy hablando de crear un centro de alto rendimiento en moda, donde se formara a diseñadores y a todo su entorno. A gestores empresariales también, por supuesto. Un diseñador por si mismo no es nada, es él y su entorno. P.: ¿Un independiente puede ser rentable? R.: Puede serlo, aunque en España no existan ejemplos. Dries Van Noten, Raf Simons, Comme des Garçons lo son. Un independiente no se puede plantear hacer una colección pensando en España. Si yo fuera diseñador, lo primero que haría sería buscar un equipo y salir a vender fuera. P.: Para eso hace falta dinero… R.: Por supuesto, como para cualquier otra empresa. Yo no defiendo que todo mundo pueda ser diseñador. Si tienes dinero para montar tu empresa, adelante, si no lo tienes, déjalo. P.: En un momento como el actual, en que la moda tiende al low cost, ¿qué hueco ocupan los diseñadores independientes? R.: El creador debe buscar nuevas fórmulas. El prêt-à-porter está muerto, acabado. El diseñador no puede cerrar dos colecciones al año y, además, el pronto moda es cada vez más rápido. El creador debe buscar nuevas fórmulas, igual lo ha hecho el diseño industrial, porque la guerra está perdida contra las grandes cadenas.