Back Stage

M. Alonso (Gcsw): “La internacionalización no se consigue en una semana, se trabaja 365 días”

La consejera de Desarrollo Económico, Industria, Comercio y Artesanía del Cabildo de Gran Canaria analiza el salto de la pasarela, el plan de internacionalización y los retos logísticos y operativos de producir desde una isla.

M. Alonso (Gcsw): “La internacionalización no se consigue en una semana, se trabaja 365 días”
M. Alonso (Gcsw): “La internacionalización no se consigue en una semana, se trabaja 365 días”
Minerva Alonso, consejera de Desarrollo Económico del Cabildo de Gran Canaria.

Triana Alonso

Gran Canaria Swim Week ha dejado atrás su fase promocional para consolidarse como una plataforma económica y profesional de la moda baño. Con un presupuesto de dos millones de euros y un programa comercial que reunió a cuarenta compradores internacionales en su última edición de octubre, la cita ha sellado alianzas con Lisboa, Praga y Berlín. Al frente del proyecto, Minerva Alonso, consejera de Desarrollo Económico del Cabildo de Gran Canaria, explica la estrategia de internacionalización que se trabaja durante todo el año y los retos que afrontan las marcas locales desde una región ultraperiférica.

 

 

Pregunta: El próximo año el evento llegará a la edición número treinta. ¿Qué balance hace de esta última cita y de la evolución de Gran Canaria Swim Week?

 

Respuesta: Positivo. Es cierto que los resultados de retorno de inversión o de acuerdos con compradores no los tendremos hasta dentro de un tiempo, pero la percepción general es muy buena. Las impresiones de estos días han sido francamente positivas. Los desfiles en el exterior han vuelto a funcionar muy bien y los medios coinciden en que deberíamos potenciar más ese formato al aire libre. Este año hemos contado con cuarenta compradores internacionales procedentes de distintos países y están muy receptivos. De hecho, Pedro Palmas ya ha cerrado un acuerdo con Portugal y hay otras firmas que están en conversaciones con compradores de Alemania, Italia o Chipre. Estoy convencida de que esta experiencia con compradores en un showroom, que comenzó el año pasado como un piloto, se ha consolidado. La relación con los buyers siempre había sido nuestra asignatura pendiente, algo muy difícil de estructurar, y ahora por fin hemos dado con la fórmula.

 

 

P.: ¿De qué manera han construido este vínculo para potenciar el comercio internacional?

 

R.: El año pasado pusimos en marcha por primera vez una zona de compradores. Vinieron muy pocos, siete u ocho, y aquello fue un ensayo. En esta ocasión, hemos dado un salto importante porque, además, estamos trabajando con la Cámara de Comercio en un plan de internacionalización de la Semana de la Moda. Ellos cuentan con programas, expertos y asesoramiento en materia de internacionalización de empresas y estamos cooperando estrechamente. Ese trabajo conjunto está dando resultados. Hoy ya tenemos un programa consolidado y cuarenta compradores en activo.

 

 

P.: ¿Cuáles son los ejes principales de esa estrategia de internacionalización?

 

R.: Desde la Cámara de Comercio tenemos una estrategia de relación con los principales consejos de moda europeos. Pertenecemos a la Alianza Europea de la Moda, cuya primera cumbre se celebró aquí, y eso nos ha permitido establecer vínculos con distintos Fashion Councils. Gracias a esas relaciones, estamos logrando atraer a firmas internacionales para que desfilen en Gran Canaria. Por ejemplo, este año hemos cerrado un acuerdo con Portugal y con la República Checa, cuyo consejo de moda nos enviará un dossier de firmas especializadas en baño para seleccionar una que desfilará aquí en 2026. Además, mantenemos contacto con Dinamarca, aunque por ahora no hay marcas de baño activas allí. Con White Milano tenemos una colaboración muy estrecha: la firma que gana el Premio a la Mejor Colección Sostenible presenta allí. En 2023 visité la feria, en 2024 hicimos una primera promoción y este año la hemos repetido con gran éxito. En 2026 volveremos.

 

 

 

 

P.: ¿Han mantenido una relación estrecha con el mercado alemán y la fashion week de Berlín, a la que acudieron hace varios años?

 

R.: Sí, estamos estudiando la posibilidad de participar de nuevo en la Berlin Fashion Week para presentar un proyecto de innovación material: un cuero elaborado a partir de fibra de platanera, un residuo agrícola local. Es una iniciativa desarrollada por una firma emergente canaria que fabrica aquí mismo en la isla. Queremos dar a conocer este tipo de propuestas, que demuestran que en Gran Canaria no sólo hay diseño, sino también innovación. Y seguimos trabajando con Alemania a través de la Alianza Europea de la Moda. Me reuniré allí con distintos representantes para reforzar la colaboración. 

 

 

P.: ¿Con qué ritmo y deadlines se trabaja el plan de internacionalización?

 

R.: Es un plan anual, constante. Las relaciones con los consejos de moda y las ferias se mantienen todo el año. Nos reunimos de forma telemática, trabajamos propuestas conjuntas y cuando llega la Semana de la Moda aquí en Gran Canaria, se ven los resultados de ese trabajo previo.

 

 

P.: En el caso de las marcas canarias, la logística y la distancia propias de los negocios insulares continúan siendo un reto. ¿Cómo afrontan esa realidad?

 

R.: Es muy complicado. Algunas marcas valoran abrir pequeños talleres en la Península para gestionar parte de la producción o la distribución, aunque intentan mantener su base aquí. No se trata de producir en masa ni de externalizar a Asia. Hablamos de moda artesanal, de series limitadas, de una identidad local. Nuestro principal problema es la realidad del archipiélago: una estructura fiscal diferente, los costes de transporte y las aduanas. Todo eso nos hace menos competitivos, no sólo en moda, sino en todos los sectores. Desde el Cabildo hemos encargado un estudio para analizar la viabilidad de un centro logístico en la Península exclusivamente para las marcas de moda canarias. Queremos conocer los resultados y ver si es posible poner en marcha un proyecto piloto.

 

 

P.: ¿Qué papel juegan ferias como White Milano en la estrategia de promoción exterior?

 

R.: Es clave. Durante años asistimos a Mare da Mare, en Florencia, pero no obtuvimos los resultados esperados. White Milano, en cambio, nos ha dado una visibilidad y un retorno mucho mayores. Llevamos dos años colaborando con ellos, gracias al trabajo con Simona Severini, su directora, y la experiencia ha sido excelente. Allí tenemos un espacio para promocionar nuestra pasarela y captar empresas interesadas en desfilar aquí.

 

 

 

 

P.: Hace unos años la organización de la pasarela dependía de Ifema. ¿Qué cambios ha supuesto gestionarla directamente desde el Cabildo junto con Esma?

 

R.: La internacionalización siempre la hemos hecho desde aquí, directamente con la Cámara de Comercio. Ifema llevaba la dirección artística, la comunicación y la producción, pero la estrategia exterior siempre ha sido nuestra. Cuando terminó esa etapa, seguimos con el mismo equipo artístico, porque es muy profesional, y asumimos desde el Cabildo la responsabilidad de profesionalizar todo el proceso. Ahora existen criterios claros para la selección de marcas: baremos, puntuaciones, prácticas sostenibles, antigüedad mínima, presencia online… Todo eso lo hemos estructurado nosotros. Creo que esa profesionalización, unida a la internacionalización y al trabajo del equipo artístico, ha dado lugar a la pasarela que tenemos hoy.

 

 

P.: ¿Qué dimensión económica tiene hoy el proyecto y cuánto empleo genera el sector?

 

R.: La mayoría de las marcas funcionan como autoempleo o con pequeños equipos de tres o cuatro personas. No son fábricas, sino talleres que producen de forma limitada, pero que aportan a la economía de la isla. En cuanto al presupuesto, ha crecido mucho. Cuando llegué, rondaba el medio millón de euros; hoy se sitúa en torno a los dos millones, sólo para el evento. Además, el programa Gran Canaria Moda Cálida incluye becas, acuerdos con centros de formación, subvenciones y programas de apoyo para que las empresas puedan consolidarse.

 

 

P.: ¿Los diseñadores y marcas comparten con usted sus inquietudes o propuestas de mejora?

 

R.: Sí, sobre todo en lo relativo a la producción. Quieren producir aquí, pero falta iniciativa privada para consolidar una estructura industrial. Algunas han explorado Portugal o Cataluña, aunque nuestra prioridad es que fabriquen aquí, o al menos lo más cerca posible. Ninguna produce en Asia. Defendemos una moda artesanal y sostenible.

 

 

P.: ¿Cree que la percepción exterior de la moda canaria ha evolucionado?

 

R.: Estamos en camino. Nos conocen más en Italia y Alemania que en España, curiosamente. En nuestro país todavía hay trabajo por hacer. La moda baño sigue asociada a un producto de precio bajo y eso dificulta que se perciba el valor añadido de la artesanía. Pero llevamos diez años trabajando en profesionalizar el proyecto y creo que ya empezamos a ver resultados.

 

 

P.: ¿Percibe también un cambio generacional en el sector?

 

R.: Sí, sin duda. Y creo que ahí ha sido fundamental la conexión con los centros educativos. Hemos creado becas y programas de formación para el profesorado y el alumnado, especialmente en la Escuela de Arte y en el Instituto de La Minilla. Esa conexión entre educación y mercado es esencial. Muchos de nuestros diseñadores actuales comenzaron como becarios del programa. Aurelia Gil, por ejemplo, fue una de ellas. Hoy tiene su propio taller y emplea a varias personas. Creo que ese es el camino: conectar la formación con la industria y asegurar que haya futuro para la moda hecha desde Canarias.