Alexandra Pereira: de leyes y balances a hacer ‘lovely’ a Pepa
De Cartier a Pull&Bear: no hay marca de moda que se le resista a la fundadora del blog Lovely Pepa. Pereira ha embelesado con miles de looks a una audiencia fiel que puede encontrar en su plataforma todo aquello que luce en sus fotos. Por el uso del inglés en sus videos, la internacionalización parece ser el próximo gran objetivo de la joven gallega.
21 feb 2017 - 04:49
¿Qué se esconde detrás de cada like? ¿Cuáles son las figuras más relevantes en el universo influencer? ¿Qué plataformas son las más relevantes a día de hoy? Los influencers se han convertido en el principal aliado de las empresas de moda para construir su reputación y elevar las ventas de productos en el mundo digital. El sector se ha profesionalizado y ahora una constelación de actores tales como agencias de representación y representantes independientes hacen de nexo entre influencer y compañía de moda. Con el patrocinio de Launchmetrics, Modaes.es realizará a lo largo de las próximas semanas una serie de reportajes que analizan el fenómeno, a la vez que señalan cuáles son los personajes más relevantes del sector en España y el resto del mundo.
Fitness, viajes a lugares de ensueño y, por supuesto, moda. Estos son los tres ingredientes que han convertido a la fundadora de Lovely Pepa, Alexandra Pereira, en una de las españolas de culto en redes sociales. Las cifras le avalan: 1,3 millones de seguidores en Instagram y casi 600.000 en Facebook.
Sin embargo, lejos quedan los años en que compartir looks era sólo una pasión sin ánimo de lucro: la joven gallega se embolsa unos 2.000 euros por subir una fotografía promocional en alguno de sus canales y alrededor de 5.000 euros por acudir a un evento y compartirlo con sus followers, según estimaciones de fuentes del sector.
Alexandra Pereira, licenciada en Derecho Económico por la Universidad de Vigo, inició su portal en 2009, el mismo año que la italiana Chiara Ferragni, bautizándolo como su mascota, un bulldog francés llamado Lovely Pepa. Pronto empezaron a contactarle empresas de moda con el objetivo de enviarle prendas a cambio de que las mencionara en su página. Pero con el tiempo pasó a ser ella misma quien dictaba con quien trabajar en la industria. “Aunque renuncie a ingresos inmediatos, debo ser muy selectiva en los acuerdos que firmo; estos han de ajustarse a la personalidad de mi blog o, de lo contrario, acabará perdiendo su esencia”, según explicó la influencer en 2014 a Expansión.
La joven se embolsa unos 2.000 euros por subir una fotografía promocional en alguno de sus canales y alrededor de 5.000 euros por acudir a un evento
La joven tras Lovely Pepa explicó en un programa de televisión a finales de 2015 que rechazó un trabajo en el que le pagaban entre 50.000 euros y 75.000 euros porque “no hubo feeling con la marca, ni con la acción ni con la persona que lo proponía”. La prescriptora de tendencias no ha respondido las peticiones de este medio para participar en la elaboración de este artículo.
En 2012, Pereira aceptó poner su imagen y su creatividad al servicio de la compañía de calzado Krack, propiedad del grupo Global Retail, que fichó a la líder de opinión digital como diseñadora de una colección cápsula. “Es un perfil muy cercano y accesible con sus seguidores; una chica que no adopta la pose de diva”, explica el responsable de comunicación y márketing de la empresa, Sebastián Troyas. La colaboración entre Krack y la prescriptora de tendencias se prolongó durante cuatro temporadas seguidas. La remuneración de Pereira constaba de un honorario fijo y otro de naturaleza variable, en función de cómo fuesen las ventas, según Troyas.
En la primera temporada colaborando con Lovely Pepa, la empresa de calzado multiplicó por diez el número de visitas a su página web durante los tres primeros días tras el lanzamiento, durante los cuales Pereira promocionó con frecuencia sus diseños para la marca en sus redes sociales. Además, la cuenta de Facebook de Krack ganó 3.000 fans el mismo día del lanzamiento, según Troyas.
“La clave de su éxito fue que era un perfil súper accesible y muy real”, señala Pelayo Santos, director del área de influencers de la agencia Globally, que ha trabajado con la prescriptora de tendencias en varias ocasiones. En 2013, Pereira fichó por el fabricante de laca de uñas OPI como embajadora de la firma, una colaboración que se prolongó durante dos años y que ayudó a la marca, hasta la fecha desconocida en España, a elevar tanto su popularidad como las ventas, asegura Santos.
Igual que otros líderes de opinión en redes sociales, Lovely Pepa ha extendido su ámbito de influencia más allá de la moda: empresas de cosmética como Rituals y Sephora, además de grupos hoteleros internacionales como Palladium. Pereira ha convertido este último campo en una de sus grandes bazas: basta con comprobar que su hashtag #lovelypepatravels cuenta con más de 3.600 menciones.
“La clave de su éxito fue que era un perfil súper accesible y muy real”, señala Pelayo Santos, de Globally
“Si la experiencia es muy cualitativa para el influencer, el honorario es relativamente bajo”, apunta Santos en relación a los viajes de prescriptores de tendencias a los mejores hoteles del mundo con gastos pagados para promocionar su alojamiento. Fuentes del sector consultadas para la elaboración de este artículo señalan que este tipo de colaboraciones pueden estar remuneradas con alrededor de 5.000 euros.
Pereira constituyó una sociedad con su nombre en enero de 2015 para gestionar su actividad comercial, según consta en el Registro Mercantil. La sociedad, cuyas cuentas aún no pueden ser consultadas y está controlada al cien por cien por la influencer, está domiciliada en Vigo y tiene como objetivo social el comercio al por menor por correspondencia o Internet.
Además de prestar su imagen a marcas de moda y cosmética, la prescriptora de tendencias comparte en Lovely Pepa fotos de las prendas que lleva en sus looks diarios y redirige a los usuarios que hacen click en cada producto hacia las tiendas online de las respectivas marcas. Por cada venta realizada originada desde su plataforma, la influencer se embolsa una comisión.
De ser un perfil cercano en el cual prima la naturalidad, Pereira ha evolucionado en los últimos años hacia un perfil de naturaleza más aspiracional. La ambición de la joven en el futuro pasa por elevar su fama más allá de las fronteras españolas. Desde enero, la líder de opinión digital solamente se graba hablando inglés en todos los vídeos que comparte a través de su cuenta de Instagram y Youtube.