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El negocio de la óptica se regradúa: menos titanes y más grandes

Son cinco grupos los que controlan el grueso del negocio de las licencias de gafas y de las redes de distribución.

S. Riera

23 ene 2017 - 04:37

 

La compra de Luxottica por parte de Essilor ha zarandeado el negocio mundial de la óptica. La operación acentúa la concentración de un sector que ya de por sí lo era. De la misma manera que el negocio del cine estuvo durante mucho tiempo en manos de unas pocas majors que controlaban la producción y la distribución, la industria global de la óptica también está en manos de un puñado de grupos que gestionan el grueso de las licencias de la moda y el lujo. Ante la complejidad de los procesos de fabricación y el difícil acceso a los canales de comercialización, la óptica es un sector que dificulta el acceso a nuevos actores.

 

El mercado global de la óptica tendrá un tamaño de 130.000 millones de dólares en 2018, según los cálculos de un informe de Transparency Market Research de 2012. Luxottica, Safilo, Marchon, Marcolin y De Rigo son cinco gigantes que copan el grueso mundial del negocio de las gafas. Tras comprar Luxottica, el líder incontestable de este sector, Essilor toma las riendas de este mercado, ya que también controla el sector de las lentes ópticas.

 

Essilor desembolsó la semana pasada 22.800 millones de euros para hacerse con Luxottica, en una operación de la que saldrá un gigante de 49.000 millones de euros. Luxottica controla la producción de gafas y su distribución. La empresa italiana, fundada en 1961 y con sede en la localidad italiana de Agordo, es propietaria Ray Ban, el best seller de las gafas, además de gestionar las licencias de óptica de marcas como Prada, Burberry o Dolce&Gabbana, entre otras, y ser propietario de la cadena de ópticas Sunglass Hut.

 

 

Fundada y presidida por Leonardo Del Vecchio, la compañía italiana alcanzó una cifra de negocio de 9.011 millones de euros en 2015, tras elevar sus ventas un 17% respecto al año anterior. A principios del año pasado, el grupo italiano anunció un plan de mil aperturas y una inversión de 1.500 millones de euros hasta 2019 para apoyar su crecimiento. El pasado noviembre, Luxottica se hizo con el control de la cadena de óptica Salmoiraghi&Viganò.

 

Essilor, por su parte, es el mayor fabricante de lentes del mundo. La empresa, fundada en 1972 y con sede en la localidad francesa de Charenton-le-Pont, concluyó 2015 con ventas de 6.700 millones de euros, un 18,4% más que en el año anterior. El 87% de su facturación procede de la fabricación de lentes e instrumentos ópticos.

 

El grupo, que cerró el último ejercicio con un resultado neto de 757 millones de euros, está presente en 63 países y cuenta con una plantilla de 61.000 empleados. Pese a contar con más de 7.900 patentes y 7.200 marcas, su enseña estrella continúa siendo Varilux.

 

 

El ‘jugoso’ mercado de las licencias

En competición directa con Luxottica está la también italiana Safilo, que cerró 2015 con ventas de hasta 1.279 millones de euros. El grupo, fundado en 1934, opera también en el mercado de las licencias de óptica, del que controla las de Dior, Céline, Jimmy Choo, Max Mara o Hugo Boss, entre otras. Este último año, la compañía perdió una de sus licencias estrella, la de Gucci. La empresa también es propietaria de las marcas Carrera, Polaroid u Oxydo, entre otras.

 

El pasado septiembre, Safilo se hizo con la totalidad de Lenti, su proveedor de lentes con sede en Bergamo (Italia) y del que ya tenía la mayoría de su capital. En 2015, la compañía trazó un plan estratégico para los próximos cinco años en el que contemplaba elevar las ventas hasta 1.600 millones de euros.

 

La estadounidense Marchon, con sede en Nueva York, tiene una facturación aproximada de mil millones de dólares. La compañía gestiona las licencias de gafas de Calvin Klein, Lacoste, Nine West, Salvatore Ferragamo o Valentino, entre otras. La compañía comercializa sus artículos en más de 80.000 puntos de venta en más de un centenar de países.

 

 

De menor tamaño es Marcolin. Con sede en la localidad italiana de Logarone, la compañía concluyó 2015 con ventas de 434,8 millones de euros. La empresa cuenta con una plantilla de 1.750 trabajadores y opera en 127 países. La compañía opera sólo en el negocio de las licencias y gestiona las de Balenciaga, Ermenegildo Zegna, Guess, Roberto Cavalli o Kenneth Cole, entre otras.

 

La semana pasada salió a la luz que LVMH está ultimando un acuerdo con Marcolin para hacerse con una participación minoritaria de su capital, que podría ascender hasta el 10% de las acciones. De ejecutarse este acuerdo, el gigante del lujo podría revisar su actual política de licencias en óptica, ya que el grueso de sus marcas trabaja actualmente con Safilo.

 

Tras Luxottica, Safilo y Marcolin se sitúa otra compañía italiana, De Rigo, con sede también el Logarone. La compañía pisa los talones a la vecina Marcolin tras cerrar 2015 con una facturación de 400 millones de euros y con planes para concluir 2016 con ventas de hasta 450 millones de euros. La empresa gestiona las licencias de Blumarine, Lanvin, Chopard o Escada, así como Carolina Herrera, Loewe o Tous.

 

De Rigo es también propietaria de las marcas Lozza, Police y Sting, además de las cadenas General Óptica, Mais Optica y Opmar Optik. Por otro lado, el grupo también cuenta con participaciones en el capital de otras cadenas, como la británica Boots Opticians y la coreana Sewon. El año pasado, la compañía se hizo también con la estadounidense Rem Eyewear, uno de los principales distribuidores de gafas en Estados Unidos.

 

 

Los actores españoles

En España operan también grupos locales al margen de los grandes grupos del sector. Uno de ellos es la cadena Opticalia, que en la actualidad suma 600 puntos de venta en España, Portugal y Colombia, donde aterrizó en 2015. La compañía también es licenciataria de las marcas Mango, Pepe Jeans, Custo Barcelona, Pull&Bear, Davidelfín, Amichi, Javier Larraínzar y El Caballo.

 

Multiopticas, por su parte, opera con un modelo de negocio similar al de central de compras. La compañía suma cerca de 200 asociados en España, que suman una red de cerca de 600 puntos de venta en el país. Se trata de un sistema similar al de la franquicia, en la que los diferentes socios cuentan un una gestión independiente y tienen el apoyo de la matriz para las compras, el márketing, la publicidad y la formación.

 

 

Por otro lado, el mercado español cuenta también con dos fenómenos en el negocio de las marcas de gafas. Uno de ellos es Etnia Barcelona, fundada en el año 2000 por el emprendedor catalán David Pellicer, concluyó 2016 con ventas de 72 millones de euros. La compañía, con una plantilla de 300 personas, distribuye sus monturas en Francia, Estados Unidos, Alemania e Italia.

 

Las gafas de sol de Hawkers fueron uno de los protagonistas de 2016. La compañía, con sólo tres años de trayectoria cerró 2015 con ventas de cuarenta millones de euros y proyectaba alcanzar los setenta millones de euros en 2016. La empresa, fundada por cuatro emprendedores valencianos y una inversión de 300 euros, captó a finales del año pasado cincuenta millones de euros en una ronda de financiación. Los planes del grupo pasan por situar su cifra de negocio en 300 millones de euros en 2018.