Entorno

China: los riesgos para la moda de la desaceleración del gigante asiático

I. P. Gestal

29 jul 2015 - 04:55

China atemoriza a los mercados. Un crecimiento menor de lo esperado y unos nubarrones sobre su estructura económica despiertan los temores de la moda internacional y ponen en riesgo los planes de expansión de las empresas que en los últimos años habían hecho una fuerte apuesta por el país asiático.

 

Tras crecer a ritmos galopantes en los últimos años y coronarse como la primera potencia mundial en 2014, el Producto Interior Bruto (PIB) del gigante asiático frenó su crecimiento el pasado ejercicio hasta el 7,4%, el porcentaje más bajo de los últimos 24 años.

 

Este frenazo, apoyado ayer por un desplome del 8,48 % en la bolsa de Shanghái, el primer parqué del país, pone en cuestión el modelo de la que hasta ahora era la panacea del crecimiento. A esto se une, además, la más que probable subida de tipos en Estados Unidos en septiembre, lo que encarecería el yuan y podría motivar cambios en las estrategias de las compañías en el país.

 

La falta de una estructura económica sólida, un sistema político poco transparente y plagado de casos de corrupción, además de una todavía enorme desigualdad, con una renta por persona de 12.900 dólares, por detrás de países como Argelia, Costa Rica, Libia o Irán, son algunas de las debilidades que amenazan su crecimiento.

 

A esto se suma el temor de que en China se lleve tiempo engendrando una enorme burbuja en el sector inmobiliario, que en el negocio de la moda se traduce en un boom de centros comerciales que ya ha comenzado a desinflarse, con la consecuente aparición de los centros comerciales fantasma.

 

La industria de la moda española, mientras, contiene el aliento. En las últimas décadas, China ha ganado importancia como cliente de la moda española, pasando de ocupar en 2000 el puesto número 42 como principal destino de las ventas del sector al exterior, a alcanzar en 2014 la duodécima posición.

 

Con todo, los expertos subrayan la necesidad de ser prudentes. “Con China ocurre algo similar a lo que pasó con Brasil, que parecía la panacea, y luego se demostró que no lo era tanto”, señala Jordi Puig, fundador de Plus Value. “Pero los grandes grupos están diversificados, puede que haya un descenso del consumo en China pero, en promedio, no creo que afecte tanto”, añade.

 

“Si simplemente es algo temporal, algo financiero que no tiene una repercusión inmediata en una pérdida de trabajo y una reducción de la renta disponible, el consumo se puede retraer algo por un efecto psicológico, pero será pasajero”, señala Luis Lara, socio y director de Retalent.

 

Muchas marcas nacionales apostaron por un país que prometía un crecimiento sin techo y millones de consumidores con un poder adquisitivo creciente ávidos de comprar moda. Sin embargo, algunos gigantes como Desigual o Mango ya han comenzado a virar de rumbo en el país.

 

Desigual abrió la primera tienda en China en 2012 y un año más tarde puso en marcha una oficina propia en Shanghái. Ahora, la compañía ha decidido dejar de operar con tiendas propias en el país para centrarse en la distribución multimarca y online. Jordi Balsells, directivo de la compañía para el país, ya se prepara para regresar a España.

 

Mango también redujo su presencia en el país, pasando de contar con 187 puntos de venta en 2012 a cerrar 2013 con apenas 79, según consta en su página web.

 

Mientras, Inditex y H&M mantienen posiciones. China es el primer mercado exterior del gigante gallego por número de establecimientos, con 501 tiendas. Por su parte, la compañía sueca prevé que China se convierta en su mercado de mayor crecimiento este año.

 

En el sector de lujo, China fue, junto Rusia, uno de los focos donde los productos de alta gama sufrieron un frenazo el año pasado. Según datos de Euromonitor, el mercado del lujo en China se elevó un 11,5% desde 2009 hasta 2014, un porcentaje muy por debajo de los crecimientos de más del 20% anual que el país había registrado en fechas anteriores.

 

Una de las compañías de lujo que han modificado su estrategia en el país es el conglomerado Kering, que este año anunció que relajaría su expansión en China, tras llevar a cabo un gran crecimiento algunas de sus marcas como Gucci, Balenciaga o Bottega Veneta.  

 

 

Primer proveedor de la moda española

Pero China no es sólo un gran cliente de moda española, sino también el principal proveedor del sector. En este sentido, Lara apunta que no ve probable que las compañías tomen medidas a corto plazo debido a la desaceleración de la economía, aunque los clientes de la moda china sí pueden verse afectados por la modificación de los tipos de cambio y el consecuente encarecimiento del yuan.

 

Con todo, el director de Retalent señala que “las relaciones con los proveedores no se basan sólo en el precio, y las relaciones no se rompen de un día para otro”. “Otro tipo de agentes, más oportunistas y que elijan proveedores más por el precio, puede que reduzcan la cantidad”, añade.

 

“De todos modos, el yuan ya se había encarecido, lo que motivó la búsqueda de proveedores más baratos como Vietnam –señala-; China se encamina a una transición de proveedor de ropa barata y de baja calidad a productos más refinados”.