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Tapestry irrumpe en la guerra de los grandes y supera a Hermès en el ‘top 5’ del lujo

El conglomerado compró ayer Capri por 85.000 dólares, lo que supone que la empresa pasará a operar con Coach, Stuart Weitzman, Kate Spade, Michael Kors, Versace y Jimmy Choo, creando un gigante de 12.000 millones de dólares.

Tapestry irrumpe en la guerra de los grandes y supera a Hermès en el ‘top 5’ del lujo
Tapestry irrumpe en la guerra de los grandes y supera a Hermès en el ‘top 5’ del lujo
Trapestry cerró ayer la compra de Capri, creando un gigante de 12.000 millones de dólares en ventas, con seis marcas y presencia en 75 países.

I. P. G. / C. S.

11 ago 2023 - 05:00

La gran operación del año en el sector del lujo se ha firmado en Nueva York. Tapestry ha comprado una silla en la mesa de los gigantes del sector con la adquisición de su rival Capri por 8.500 millones de dólares, colándose directamente en el top 5 de los mayores grupos del sector, por encima de Hermès y por detrás de LVMH, Kering, Richemont y Chanel.

 

La compañía cerró ayer la compra de Capri, creando un gigante de 12.000 millones de dólares en ventas, con seis marcas y presencia en 75 países. Tapestry aspira a conseguir con Capri lo que no han logrado por separado: competir de tú a tú en el sector del lujo, el único reducto de la moda en el que Estados Unidos no ha tenido nunca protagonismo.

 

Desde los primeros compases del prêt-à-porter, cuando los diseñadores de París licenciaban sus marcas a los grandes almacenes estadounidenses, hasta la que ha pasado a la historia como la batalla de Versalles, donde un puñado de creativos de Estados Unidos se enfrentaron a los históricos de la alta costura en el palacio parisino, Estados Unidos ha sido siempre un outsider en el lujo.

 

 

 

 

 

La única excepción se ha dado en el subsector de la joyería, pero su marca estrella, Tiffany, es desde 2021 propiedad de un grupo europeo, LVMH. En moda y calzado, el desarrollo del sector del lujo se ha dado con claves muy diferentes a las europeas: con marcas premium, apalancadas en el diseño más que en la artesanía, y en creativos como Michael Kors o Ralph Lauren más que en couturiers.

 

Si Bernard Arnault y François Henri Pinault construyeron sus imperios sobre el heritage, Tapestry lo hace sobre la aspiracionalidad. Con seis marcas y 12.000 millones de dólares de facturación, Tapestry se coloca como el primero del segundo pelotón. LVMH y Kering le llevan años de ventaja y suman hoy 75 y 11 marcas bajo su paraguas, respectivamente, y su facturación supera los 79.000 millones de euros en el caso del dueño de Louis Vuitton y los 20.000 millones de euros en el caso de Kering. Tapestry factura hoy lo que LVMH facturaba en el año 2000.

 

El resto de las empresas del ránking también han crecido con compras, pero siempre al calor de una marca principal. Es el caso de Prada, que opera con Miu Miu (lanzamiento interno), Church’s, Car Shoe, Luna Rossa o Marchesi; o Chanel, con Eres, Goosen y Lemarié. También la estadounidense Ralph Lauren probó las compras, pero terminó dando marcha atrás. La compañía se hizo con la canadiense Club Monaco en 1999, pero la vendió en 2021.

 

 

 

 

 

Ahora, Tapestry pasará a ocupar la cuarta posición de la lista, por detrás de Chanel, que facturó 17.200 millones de euros en 2022, y por delante de Hermès, con ingresos de 11.602 millones de euros el año pasado. En términos de beneficio operativo, el de Tapestry y Capri agregado asciende a casi 2.000 millones de dólares. Todavía por debajo del de Hermès, que se situó en 2022 en 4.697 millones de euros, y del de Chanel, que ascendió hasta 5.776 millones de euros en el último ejercicio.

 

El margen bruto de Tapestry, por su parte, se situó en 69,6% durante 2022, mientras que el de Capri fue del 64,1%. Más elevado fue el de Hermès, que se situó en 70,8% en el último ejercicio. Chanel, sin embargo, no facilita el dato en su último informe de resultados.

 

Tapestry, con sede en Nueva York, se construyó con compras a partir de Coach, fundada en 1941. La compañía cotiza en la bolsa de Nueva York y está pilotada por Joanne Crevoiserat desde 2020. En 2021, Tapestry puso en marcha el plan Acceleration Program, una estrategia de crecimiento a tres años con el objetivo de reducir costes y mejorar márgenes para recuperarse tras el golpe de la pandemia en el ejercicio 2020.

 

La empresa cerró el último ejercicio con ventas de 6.684,5 millones de dólares, un 11% por encima del mismo periodo antes del estallido de la pandemia y sus planes pasan por facturar 8.000 millones de euros en 2025. Para conseguirlo, la compañía prevé acelerar la penetración online. De momento, Tapestry superó el umbral de 2.000 millones de dólares en ventas digitales en 2022.

 

Capri, por su parte, empezó a operar en 1981 bajo el nombre de Michael Kors, de la mano del fundador del mismo nombre. En 2011, la compañía comenzó a cotizar en la Bolsa de Nueva York y, seis años después, compró Jimmy Choo. La empresa se hizo con Versace en 2019, cuando renombró el grupo a Capri Holdings para dejar de estar centrada exclusivamente en Michael Kors. Actualmente, el grupo opera con más de 1.000 tiendas repartidas en todo el mundo, siendo Michael Kors la marca con la mayor red comercial, hasta 800 establecimientos.

 

Durante los últimos años, la empresa he estancado ligeramente sus ventas. En 2021, la compañía sólo creció un 1,9% frente al año de la pandemia, mientras que en 2022 llegó a encoger su cifra de negocio un 0,6%, lo que supone ventas de 5.950 millones de dólares y 5.619 millones de dólares, respectivamente.