La Manso, una oda al anillo con ADN digital

Es una de las joyas más deseadas y artistas como Jennifer López o Beyonce le han dedicado canciones en los últimos años: el anillo. Este es el producto estrella de La Manso, una start up catalana de bisutería que dio sus primeros pasos justo antes del estallido de la pandemia. “La clave del éxito de La Manso fue lanzar un producto que la gente únicamente podía comprar desde casa, cuando únicamente pasaba tiempo en casa”, señala Adriana Manso, fundadora y directora creativa de la empresa, que tiene ADN digital.

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Se acabó la fiesta

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Con más de 2,5 millones de euros facturados en 2021, La Manso basa su estrategia en la viralidad de su contenido a través de las redes sociales. Hasta ahora, modelos como Bella Hadid o influencers entre las que se encuentran Kylie Jenner, del clan de las Kardashian, o la italiana Chiara Ferragni, más conocida como The Blonde Salad, han publicado fotos con productos de La Manso.  Recientemente la marca ha diversificado su oferta y ahora también vende collares, accesorios para el pelo, bolsos, cinturones, camisetas y objetos de decoración.

Además, la compañía también ha pivotado su estrategia en los últimos meses lanzando colaboraciones con gigantes internacionales como Nike. “Nuestros planes pasan por seguir lanzando colecciones de la mano de firmas ya consolidadas en el mercado para impulsar el crecimiento de La Manso, a gran escala, en el largo plazo”, detalla la fundadora.

La Manso también ha pivotado su estrategia en los últimos meses lanzando colaboraciones con gigantes internacionales como Nike

La empresa concentra su distribución en el canal multimarca, en el que ya cuenta con más de treinta puntos de venta en todo el mundo, incluyendo plataformas como Browns o grandes almacenes como Selfridges, y ha dado tanteado el retail con pop up stores en ciudades europeas como Madrid o París.

El pasado 6 de octubre, La Manso puso en marcha una nueva iniciativa, con la que abrió las puertas de su taller, ubicado en la calle de l'Arc de Sant Ramón del Call en Barcelona, a modo de tienda. Un proyecto que llevará a cabo, a partir de ahora, el primer fin de semana de cada mes para vender sus productos en formato físico en la capital barcelonesa.