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Mattias Bodin (H&M Group): “La unión y la colaboración son fundamentales para innovar”

Como Circular Innovation Lab Lead de H&M Group, Bodin sostiene que para poder innovar en la industria de la moda es necesaria la cooperación entre las grandes empresas, que cuentan con la infraestructura necesaria, y las start ups, que son las que aportan nuevas ideas.

I. P. G.

Mattias Bodin (H&M Group): “La unión y la colaboración son fundamentales para innovar”

 

 

En H&M Group, Mattias Bodin, responsable del Circular Innovation Lab del grupo, se encarga de apoyar a las start ups del campo de materiales sostenibles y tecnologías de reciclaje en su desarrollo hasta la comercialización. El directivo señala que muchos de los avances que se han llevado a cabo hasta el momento en cuanto a sostenibilidad han sido gracias a la cooperación entre pequeñas y grandes empresas e instituciones públicas, y que hay que seguir así para conseguir un modelo más circular. Tras pasar por varios departamentos en la empresa, Bodin afirma que, para cambiar la industria de la moda desde dentro, hace falta mucho más que innovar en materiales, ya que uno de los principales retos del sector es que la mayor parte de la cadena de suministro textil se encuentra en países en los que la energía proviene de combustibles fósiles.

 


Pregunta: Usted estudió Ingeniería Química. ¿Es más fácil innovar con una formación en este campo?


Respuesta: Puede ser más fácil entender algunos detalles técnicos. De todas formas, en innovación se necesitan muchas habilidades y perspectivas diferentes. Hay que entender al consumidor, cómo diseñar las cosas... Una ingeniería, hasta cierto punto, puede ayudar, pero tampoco tanto.

 

P.: ¿Es arriesgado innovar siendo una compañía cotizada?


R.: Con objetivos a largo plazo es más fácil que se hagan inversiones consecuentes. Para alcanzar esos objetivos, hay que encontrar formas de producir con materiales innovadores. Otros, sin embargo, están relacionados con la reducción de emisiones de carbono, tanto en los productos como en la cadena de suministro.

 

P.: Cada vez hay más colaboración entre las start ups y las grandes empresas. ¿Quién necesita más al otro?


R.: Es una cuestión bidireccional. Las grandes empresas las necesitan para alcanzar sus objetivos, pero las start ups también necesitan a grandes empresas para ampliar sus operaciones y llegar a ser más comerciales.

 

P.: La innovación ha estado tradicionalmente relacionada a los jóvenes. ¿Puede la experiencia ser un hándicap en este asunto?


R.: Sí y no. Hay que ayudarse mutuamente y cocrear utilizando la experiencia, las conexiones de la cadena de suministro y el alcance de las grandes empresas, junto a las grandes ideas e innovaciones de las start ups, por eso es necesaria la asociación.

 

 

 

 

P.: ¿Cuál es la principal razón para rechazar invertir en un nuevo proyecto?


R.: Tiene mucho que ver su escalabilidad o el potencial de la industria. Para tener un gran impacto, hay que ir más allá de esa fase inicial.

 

P.: ¿Alguna vez ha tenido que cancelar o desescalar un proyecto porque no valía la pena?


R.: Algunos proyectos tendrán éxito y otros no. Así que es cuestión de evaluar continuamente e intentar encontrar las mejores maneras de hacer las cosas.

 

P.: ¿Cree que la moda será algún día totalmente circular?


R.: Si se analizan los datos, está claro que no se puede seguir siempre igual. Toda la industria tiene que cambiar. H&M tiene, por supuesto, un papel que desempeñar para apoyar la transformación hacia un modelo circular, pero esto va más allá de los materiales que se utilizan. Uno de los principales retos es que la mayor parte de la cadena de suministro textil se encuentra en países en los que la mayor parte de la energía procede de combustibles fósiles. Eso no es algo que una sola empresa pueda cambiar por sí sola. La unión y la colaboración es esencial para influir en los políticos y los principales decisores. Queda mucho trabajo por hacer, pero mirando hacia atrás, se está avanzando.


P.: El algodón y el poliéster han sido los materiales dominantes en la moda durante décadas. ¿Por qué no se ha innovado más en ese campo hasta ahora?


R.: Se trata de fibras muy apreciadas por los clientes y que tienen propiedades estupendas, pero todavía falta tecnología más desarrollada. Están surgiendo buenos ejemplos. Tenemos una asociación con una empresa llamada Renewcell que está produciendo un material a partir de residuos textiles y convirtiéndolo en fibras. El año pasado lanzamos la primera colección con este material. Ese es un buen ejemplo en el que la innovación ha tenido éxito. Hay otros ejemplos recientes que aún no han llegado a la industria. Por ejemplo, H&M también colabora con una empresa francesa llamada Fairbrics que convierte el CO2 en poliéster. Eso podría cambiar completamente las reglas del juego. Están sucediendo cosas interesantes, pero llevan un poco de tiempo.

 

P.: ¿Se dejará de cultivar algodón en el futuro?


R.: Es muy difícil hacer previsiones al respecto. Se ven muchos avances en la industria textil, pero van a necesitar mucho tiempo. Para 2025, H&M quiere que el 30% del material que se utilice sea reciclado. Todavía hay mucho por desarrollar y hacen falta grandes inversiones, pero se está avanzando.

 

 

 

 

P.: ¿Hay algo que se pueda hacer desde las instituciones públicas para que esta transformación sea más rápida?


R.: Ya se está haciendo mucho. H&M participa en muchos proyectos financiados o cofinanciados por la Unión Europea, con muchas otras empresas, para apoyar el desarrollo de nuevos materiales. Se puede trabajar de forma conjunta, como una cadena de valor. Además, hay políticas que incentivan a las empresas a orientarse hacia la sostenibilidad.

 

P.: ¿Quién lidera ahora la innovación en ese campo: los retailers o los proveedores?


R.: Es cuestión de colaborar entre todos. Los proveedores necesitarán la demanda de estos materiales por parte de las empresas y luego tendrán que ser capaces de fabricarlos. Así que es una responsabilidad compartida que precisa de ambas partes.

 

P.: ¿Qué consejo daría a otras empresas que quieren empezar a colaborar o a invertir en start ups?


R.: En primer lugar, hay que tener los ojos y la mente abiertos y aceptar siempre una primera llamada con todo el mundo. Aunque no parezca interesante, se puede aprender más. Que no tengan miedo de trabajar o de pensar de forma diferente. Además, hay que intentar comprender y analizar en profundidad lo que tiene que ofrecer ese socio potencial. Nosotros defendemos que no hay que pedir exclusividad, porque los materiales deben ser utilizados por muchas otras empresas.