Entorno

Venezuela, ante el abismo: nuevas elecciones para seguir en el punto de partida

El próximo domingo, el país sudamericano se enfrentará a las urnas con la ilusión de dar un revulsivo a su historia económica y social.

J. Cevallos / M. Bertero

18 may 2018 - 04:35

Venezuela, ante el abismo: nuevas elecciones para seguir en el punto de partida

 

 

Venezuela enfrenta a su propio destino. El actual presidente Nicolás Maduro aspira a revalidar su mandato este domingo, en medio de unas elecciones a las que también se han inscrito otros tres aspirantes: Reinaldo Quijada, del partido Unidad Política Popular 89, Henri Falcón, de Avanzada Progresista, y Javier Bertucci, de Esperanza por el Cambio.

 

De este modo, el país se apresta a vivir una jornada crucial para su futuro, ya que la oposición se debate entre la abstención o votar a Falcón o Bertucci, lo que permitiría sacar a Nicolás Maduro del poder. La Asamblea Nacional, de mayoría opositora, no ha podido hacer nada para neutralizar al gobierno de Maduro y, más bien, ha pedido a la población que no vaya a votar en un proceso que consideran un simulacro electoral convocado de forma fraudulenta.

 

En la actualidad, la situación de Venezuela es crítica. Los veinte años de la revolución bolivariana mantienen al país en terapia intensiva, con unas previsiones que continúan siendo desalentadoras. El Fondo Monetario internacional (FMI) señala que la economía venezolana continuará desplomándose, con una contracción del 15% del Producto Interior Bruto (PIB) para este año, y una inflación que rebasará el 10.000%.

 

 

 

 

El diagnóstico dice que la situación se repetirá en 2019, con una contracción del 6%, como una consecuencia directa del derrumbe de la producción y de las exportaciones del petróleo, la principal fuente de entrada de divisas del país, así como la caída del consumo.

 

El gasto de las familias venezolanas no ha aumentado ni siquiera con los incrementos del salario mínimo vital que ha venido realizando Maduro en los últimos meses. El 30 de abril, el presidente decretó un aumento de 60% del salario mínimo mensual, situándolo en 65.021 bolívares, que equivalen a unos 90 dólares, de acuerdo a la tasa oficial de cambio más alta (717 bolívares por cada dólar estadounidense).

 

Sin embargo, nada de eso ha podido apaciguar la debacle de un país que, según el FMI, viene padeciendo una crisis económica y humanitaria creciente desde 2014,  la cual no se ha  aplacado ni con el repunte de los precios del petróleo.

 

 

 

 

Las políticas proteccionistas también han sido una de las señas de identidad del Gobierno bolivariano. En 2013, año en que falleció Hugo Chávez, Venezuela adoptó un nuevo Arancel de Aduanas en el que se incluían descripciones y tarifas arancelarias comunes de los miembros del Mercosur, aunque se reservaron códigos arancelarios de bienes sensibles para más de 700 productos, con el  fin de proteger las industrias nacionales del acero, metalmecánica, textil, calzado y plástico.

 

De hecho, las exportaciones españolas de confección al mercado venezolano han ido cayendo dese ese año. En 2013, las ventas Venezuela sumaron 15,7 millones de euros, mientras que en 2016, la cifra se situó en tres millones de euros, según los últimos datos aportados por el Icex.

 

En sus años de bonanza, Venezuela dio luz a varios grupos locales de moda, especialmente a distribuidores de marcas extranjeras o desarrolladores de centros comerciales. Fundado a finales de los años ochenta, Grupo David tiene la licencia de empresas como Victoria’s Secret, Clarks o American Eagle Outfitters. Los primeros pasos de la compañía se dieron de la mano de Adidas, compañía con la que hoy está presente en Venezuela, República Dominicana y algunas islas del Caribe como Trinidad y Tobago o Jamaica. El negocio de Grupo David se extiende también en países latinoamericanos como Guatemala, Panamá, Colombia, Costa Rica y El Salvador. La empresa opera también en el negocio de centros comerciales con un establecimiento de 55.000 metros cuadrados en Margarita.

 

A pesar de tener sus orígenes en Venezuela, Grupo David es ahora una empresa panameña, ya que debieron trasladar su sede al país del canal por la situación económica en su mercado doméstico.

 

 

 

 

Otro grupo venezolano que siguió los pasos de Grupo David fue Phoenix, socio de Inditex en Panamá, República Dominicana y Venezuela. Ahora, con sede en Ciudad de Panamá, Phoenix tiene también las licencias de Timberland, Helly Hansen, Rollerblade, Dakine, Ogio, Led Lenser y Garmin, además de formar parte del capital de la española Scalpers desde 2015.

 

Sambil es el único gigante venezolano vinculado a la moda que aún mantiene sus operaciones en el país. Fundada en 1958, la compañía es propietaria de trece centros comerciales en Latinoamérica, la mayoría de ellos en su mercado local. El contexto económico de Venezuela ha llevado a Grupo Sambil a extender sus fronteras y abrir, en 2017, su primer complejo en España y se encuentra desarrollando un nuevo mall en Puerto Rico.

 

La dificultad de cobrar sus pedidos y alcanzar rentabilidad ha llevado a más de quinientas empresas a suspender sus exportaciones a Venezuela en los últimos años. Algunos gigantes han reducido su presencia en el país sudamericano. A cierre del ejercicio 2017, Inditex operaba en Venezuela con 22 establecimientos, dos menos que el año anterior. El titán gallego está presente en el mercado venezolano con Zara, Pull&Bear y Bershka. La compañía desembarcó en el país en 1998 con gestión directa.

 

 

 

 

El grupo brasileño Alpargatas se retiró de Venezuela a finales de 2016. La compañía, propietario de Havainas, entre otras enseñas, dejó de comercializar sus productos en el país por incumplimiento de pagos.  

 

A pesar de la incertidumbre política y la severa crisis que sufre Venezuela, algunas empresas de moda mantienen sus planes de expansión en el país. Tal es el caso de la española Tendam (antes Grupo Cortefiel), que el año pasado puso en marcha en la ciudad de Valencia un establecimiento de su cadena Springfield, que opera en el país con seis establecimientos.

 

En la misma localidad, el gigante estadounidense Skechers subió la persiana de un punto de venta el pasado noviembre. Otro grupo de calzado que apostó por el mercado Venezolano fue Payless, que abrió un punto de venta en la isla de Margarita y prevé crecer en Maracaibo.