Entorno

Ultimátum a Sri Lanka: la fábrica de sujetadores del mundo se la juega con la decisión de la UE

La Unión Europea ha alertado al país que debe corregir su controvertida ley antiterrorista para mantener sus preferencias arancelarias, que recuperó en 2017. En juego están el 42% de las exportaciones de ropa del país.

Iria P. Gestal

3 nov 2021 - 04:49

 

 

Colombo, Sri Lanka. Tras las puertas de una nave industrial, centenares de empleados cosen a los calzoncillos una cinta de goma con el logotipo de Calvin Klein. De aquí salen buena parte de las bragas, calzoncillos y, sobre todo, sujetadores que visten millones de personas en el mundo, pero hoy, la principal industria del país está en jaque.

 

La Unión Europea, el principal destino de las exportaciones del país, ha amenazado con retirar Sri Lanka del sistema de preferencias arancelarias (GSP+), que le permite exportar ropa y otros artículos sin aranceles al continente.

 

Sin este sistema, las tasas a pagar en la mayoría de categorías de ropa asciende al 9,6%, lo que supone perder mucha competitividad frente a otros países vecinos que sí conservan las preferencias como Pakistán, a quién la UE acaba de renovar su condición prioritaria hasta 2024.

 

 

 

 

Tras un viaje al país a principios de octubre, la UE alertó a Sri Lanka que, para poder continuar en el sistema de preferencias, debía corregir su controvertida ley antiterrorista, que permite a la policía arrestar a sospechosos sin juicio y que ya fue criticada por la Organización de la Naciones Unidas (ONU) en 2017 por “haber fomentado el uso endémico y sistemático de la tortura”.

 

Enmendar esta ley e implementar 27 convenciones internacionales en diferentes materias, incluyendo en derechos humanos, fue precisamente la condición que se le impuso a Sri Lanka para recuperar su condición preferente en 2017, siete años después de perderlo también por acusaciones de abuso de los derechos humanos.

 

Entonces, salir del GSP+ supuso un duro golpe para el sector en el país, especialmente en comparación con otros mercados vecinos que sí cuentan con preferencias arancelarias. En 2009, Sri Lanka exportaba más moda a la Unión Europea que Vietnam, Pakistán y Camboya, con un volumen de 2.300 millones de dólares.

 

En 2015, cinco años después de perder su estatus, las exportaciones de Sri Lanka apenas habían crecido hasta 2.400 millones de dólares, mientras que las de Vietnam se habían disparado hasta 3.900 millones de dólares, casi el doble; las de Camboya se había más que duplicado, hasta 3.700 millones, y las de Pakistán ascendían a 2.900 millones de dólares, según datos del International Trade Centre.

 

 

 

 

El impacto fue más allá de la industria de la moda: el país perdió alrededor de un 1% del Producto Interior Bruto (PIB) y la desigualdad y la pobreza aumentaron tras perder su condición preferencial, según un estudio elaborado por Griffith University y recogido por Fibre2Fashion.

 

Hoy, el impacto podría ser incluso mayor. La Unión Europea concentró el 23% de las exportaciones totales de Sri Lanka en 2020, lo que equivale a un 3,2% del PIB del país. En moda, la concentración en el Viejo Continente llega al 40% del total de las exportaciones. En términos de empleo, la industria textil y de la confección da trabajo a 350.000 personas directamente y ´genera más de 700.000 puestos de trabajo indirectos.

 

Del país han salido gigantes del aprovisionamiento como Mas Holdings, una compañía fundada en 1987 y especializada en la producción de lencería que hoy opera con 52 fábricas en diecisiete países del mundo y factura más de 2.000 millones de dólares.

 

Para España, Sri Lanka es el vigésimo mayor proveedor de prendas de vestir, con unas importaciones que llegaron hasta 67,7 millones de euros en 2019 (aunque retrocedieron el año pasado hasta 56 millones por el Covid-19), según datos de Icex España Exportación e Inversiones

 

Para Europa, es el duodécimo mayor proveedor, teniendo en cuenta sólo orígenes extracomunitarios, con importaciones que llegaron a 1.133 millones de euros antes del Covid-19, según Eurostat.