Entorno

Turquía, las urnas dividen al país en plena aceleración de su industria textil

La industria textil de Turquía inicia una nueva fase de desarrollo en medio de un contexto político complicado, debido a la división que genera la figura de su presidente, que después de las elecciones, se mantendrá en el poder hasta 2023.

 

Jaime Cevallos

26 jun 2018 - 04:20

Turquía, las urnas dividen al país en pleno proceso de aceleración de su industria textil

 

 

Recep Tayyip Erdogan ratifica su poder en Turquía. Erdogan ha sido reelegido como presidente del país al haber obtenido el 52% de los votos durante el proceso electoral que se realizó el domingo. De este modo, el país ha quedado dividido entre los partidarios del actual mandatario y los simpatizantes de la oposición, que acusan a Erdogan de abuso de poder y violaciones a los derechos humanos y a la libertad de prensa.

 

En medio de esta coyuntura, la industria textil del país, convertida ya en el sexto hub productivo del mundo, ha logrado alcanzar un nivel de desarrollo que le permitirá alcanzar unas exportaciones de 50.000 millones de dólares (43.027,4 millones de euros) en un plazo de cinco años. En el primer trimestre de 2018, las ventas turcas de moda al exterior alcanzaron los 13.975 millones de euros, lo que representa un 7,1% más que en el mismo periodo de 2017, según datos de Eurostat.

 

En la actualidad, la posición de Turquía que se ha fortalecido tras la devaluación de la lira turca, abaratando los precios de aprovisionamiento del retail europeo de la moda. La depreciación de la moneda también ha provocado la pérdida del valor adquisitivo de la población, situación que se ha repetido en los últimos años. El Producto Interior Bruto (PIB) per cápita de Turquía viene cayendo desde 2013, cuando se situó en 12.452 dólares (10.678,0 euros) y ha continuado retrocediendo hasta los 10.797 dólares (9.258,7 euros) de 2016, según datos del Banco Mundial.

 

 

 

 

El sector de la confección turca ya es una marca global”, según Hadi Karasu, presidente del consejo de administración de la Asociación de Fabricantes de Ropa de Turquía, a través de la página web de la organización. De hecho, Karasu afirma que después de que la industria pasó por varias décadas de recesión, ha llegado al punto muerto y se ha convertido en un actor importante en la fabricación de prendas de vestir en el mundo. 

 

Un informe del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) destaca que Turquía no sólo es el séptimo productor mundial de algodón, sino que su posición estratégica en el mapa la acerca a los países europeos y a los mercados de rápido desarrollo como Rusia y otras ex repúblicas soviéticas, Oriente Medio y África del Norte.

 

En este contexto, las fábricas textiles de Turquía han ido ganando peso en cuanto a producción y dimensión, gracias a la demanda de subcontratación cada vez mayor de las compañías internacionales. Isil Tekstil, con planta de producción en Çorlu, constituye sólo una muestra de esta evolución, porque en el lapso de doce años, ha pasado de operar con un centro de 5.000 metros cuadrados, a tener una planta de 30.000 metros cuadrados.

 

 

 

 

El distrito de Merter, que se encuentra en Estambul, exporta prendas de vestir y textiles a 215 países de todo el mundo y cuenta con showrooms y tiendas de los principales fabricantes turcos de moda.

 

Turquía, en la actualidad, es uno de los doce polos productivos de Inditex, el principal distribuidor de moda a escala mundial. Mango también se abastece en el país, y cuenta con un almacén logístico para procesar los artículos que le suministran 277 fábricas del país. H&M, el gigante sueco de la distribución de moda, está presente en Turquía, donde tiene 66 proveedores.  Gap, Marks&Spencer o C&A también cuentan con una red de proveedores en el país.

 

De la producción al consumo

Más allá del lado industrial, sus 75,5 millones de habitantes han convertido a Turquía en un país atractivo para las compañías de distribución de moda que, poco a poco, han ido tomando posiciones en el mercado.

 

En 2017, Inditex abrió 35 puntos de venta en el país, que se convirtió en el país donde el gigante español ganó más metros cuadrados de superficie comercial. Mango, que tiene una filial en el país, dispone de más de cien puntos de venta, y la estadounidense Under Armour inició sus operaciones en el mercado de la mano de un socio local.

 

El mercado de moda en Turquía crecerá en los próximos años gracias a la expansión de la clase media, la presencia cada vez más numerosa de las mujeres en el mercado laboral y la apertura de más centros comerciales, según Euromonitor.

 

De hecho, la confianza de los consumidores turcos creció el pasado año después del bache en que cayó la economía como resultado de la inestabilidad política, los ataques terroristas y el intento de golpe en julio de 2016.