Más playa y más barata: la democratización del turismo inunda España
A pesar del peso que ha tenido tradicionalmente el turismo en la economía española (en 2024 supondrá más de 15% del Producto Interior Bruto), la recuperación del sector tras la pandemia ha desbordado de nuevo las ciudades.
26 jul 2024 - 05:00
Llega julio y comienza a intuirse uno de los mayores movimientos migratorios en España: mientras miles de españoles huyen de las ciudades y grandes localidades turísticas, todavía más miles de visitantes extranjeros descienden de los aviones y cruceros para llegar a España. Según los datos del Gobierno, el número de turistas que acudieron a España en 2023 superó, por primera vez, los 85 millones de personas, un 1,9% más que en 2019, un año antes del estallido de la pandemia. El sector turístico se ha recuperado plenamente de la crisis sanitaria y bares, atracciones turísticas y playas vuelven a llenarse de alemanes, rusos y estadounidenses.
“La calidad del turismo ha ido mejorando progresivamente, y cada vez se está recuperando más el turismo norteamericano y del norte de Europa”, relata Javier Pastor, director general de la consultora especializada en retail Ascana. En 2023, de hecho, destacó la recuperación el turismo proveniente de Estados Unidos, que se elevó un 40% respecto al año anterior y hasta un 16% en comparación con 2019, según los datos del informe sectorial sobre turismo de CaixaBank. El turismo proveniente de Europa, por su parte, también mejoró, aunque menos. El aumento del turismo de esas regiones, con un nivel de vida más elevado que en España, supone también un aumento del gasto turístico.
En 2023, el gasto medio por turista alcanzó 1.278 euros por persona, un 5,1% más que en el año anterior, y hasta un 16,1% más que en 2019. Por países de origen, en abril de 2024 los turistas nórdicos gastaron una media de 596,7 euros, frente a los 1.405,6 euros que gastaron los alemanes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). El país europeo que menos gastó, por su parte, fue Italia, con un gasto medio por turista de 373,4 euros. Los turistas extraeuropeos, por su parte, entre los que se incluyen norteamericanos o asiáticos, son los que más gastan, hasta 4.719 euros. “Por primera vez desde la pandemia, el turismo proveniente de Asia se ha vuelto a recuperar”, detalla Pastor.
A pesar del peso que ha tenido tradicionalmente el turismo en la economía española (en 2024 supondrá más de 15% del Producto Interior Bruto de todo el territorio), la recuperación del sector tras la pandemia ha desbordado de nuevo las ciudades, con tasas de crecimiento anuales difíciles de sostener a largo plazo. “En los últimos años ha habido una democratización del turismo -explica Juan Tugores, catedrático de economía en la Universidad de Barcelona-; esta tendencia, inicialmente positiva, sin embargo, ha acabado por generar una saturación”.
El turista europeo que más gasta en España es el alemán, con una media de 1.405,6 euros, y el que menos es el italiano, con 373,4 euros.
Según datos de la plataforma Booking, este verano un alquiler en las zonas de playa costará, de media, un 7,3% más que en 2023, y mientras que en 2022 alojarse una noche en una ciudad costera costaba 182 euros de media, en 2023 lo hará 195 euros. Destacan ciudades como Ibiza, que encabeza el ránking de las ciudades más caras (317 euros la noche) o San Sebastián (238 euros la noche).
Más allá del turismo costero, las grandes ciudades son el segundo gran destino preferido por los turistas extranjeros. Madrid y Barcelona representan las urbes estrellas en España, con un total de 7,8 millones y 12 millones de turistas extranjeros, respectivamente. “En ciudades como Madrid, ya no existe el concepto de calles de tercera para el retail; el número de turistas no sólo se ha recuperado desde la pandemia, sino que lo ha superado”, explica Pastor.
Éxodo del turismo nacional
El aumento de precios causado por el auge del turismo causa, paralelamente, un éxodo del turismo nacional, que prioriza destinos menos tradicionales. “El turismo era un sector económico muy simpático, que multiplicaba sin dificultad los ingresos en las ciudades; con la expansión del turismo de masas, sin embargo, que se empezó a popularizar en Estados Unidos y llegó a Europa en la década de los 90, se ha dado un cambio en el valor real de este sector”, detalla Pablo Díaz Luque, profesor de la UOC especializado en turismo.
“Esto no quiere decir que el turismo haya dejado de ser rentable, pero cada vez más, depende de para quién, las externalidades negativas son cada vez mayores”, prosigue Díaz. El turismo de masas ha provocado tensiones en los grandes centros urbanos como Madrid o Barcelona, donde se han encarecido los alquileres por un cambio del valor residencial de los edificios a uno turístico. Medidas como las tasas turísticas, el control sobre la cantidad de pisos turísticos o limitar la llegada de cruceros a ciertos puertos son algunas de las medidas que, de hecho, grandes ciudades como Barcelona o Venecia han empezado a implementar. “Se puede intentar poner limitaciones, pero en una economía de libre mercado es difícil conseguir poner freno a esta tendencia”, valora Díaz.
“La democratización del turismo ha obligado a redefinir el modelo turístico -explica Tugores-, y cada vez más al turista nacional le llama más lo que se conoce como turismo de aventuras, de montaña o de deporte”. Este tipo de turismo, que se vio impulsado por la pandemia y el cierre de fronteras, ha continuado su crecimiento en 2023, y se prevé que se eleve un 15,2% hasta 2030. “No hemos sabido aprender de los errores y adaptar nuestro modelo turístico, en su lugar estamos perpetuando un sistema que es insostenible a largo plazo”, alerta el catedrático de la UB. Con él coincide Díaz, que plantea la rentabilidad de este modelo a largo plazo. “Debemos empezar a pensar hacia qué tipo de turista estamos enfocando nuestro modelo”, alerta el profesor de la UOC.
Las economías basadas en el sector servicios (donde se incluye el turismo) como España, sin embargo, se han recuperado ligeramente por encima que la de otras potencias europeas como Alemania, con modelos más industrializados, e incluso que Francia, aupada por los Juegos Olímpicos. De cara al futuro, sin embargo, la recuperación completa de la pandemia normalizará las tasas de crecimiento del sector en los próximos años. Según el informe de CaixaBank, el PIB turístico en España crecerá un 2,5% en 2024, frente al incremento del 6,9% de 2023. “Con todo, el frágil panorama macroeconómico europeo y la recuperación del turismo español en el extranjero serán factores que limitarán el crecimiento del sector”, reza CaixaBank.