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Caastle: el Netflix de la moda que llevó la suscripción a los gigantes

La fundadora de la empresa comenzó su andadura en moda con su propia compañía de suscripción, Gwynie Bee, en 2011.

I. P. G.

24 mar 2020 - 04:51

Caastle: el Netflix de la moda que llevó la suscripción a los gigantes

 

 

No tiene stock, no vende ropa y su marca es desconocida para el consumidor final. Sin embargo, Caastle es, según Fast Company, una de las compañías de moda más innovadoras del último año. La empresa echó a andar hace apenas dos años pero está capitalizando el último gran fenómeno de la moda, la suscripción, con un modelo similar al de Netflix o Spotify.

 

Su nombre es una abreviación de Clothing as a Service, una expresión empleada desde hace años en el sector tecnológico para modelos como Software as a Service (SaaS) o Device as a Service (DaaS) y que se refiere a la comercialización de un producto como un servicio, evitando grandes inversiones y dando mayor flexibilidad.

 

Los orígenes de la empresa se sitúan en 2011, cuando Christine Hunsicker puso en marcha Gwynnie Bee. Entonces, la suscripción apenas comenzaba a dar sus primeros pasos: Stitch Fix se fundó ese mismo 2011 y empresas de alquiler como Rent the Runway o Le Tote acababan de nacer. Gwynnie Bee opera como un híbrido entre ambos modelos: el cliente paga una cuota mensual pero puede elegir qué productos recibe cada mes, en lugar de recibir una caja preestablecida.

 

 

 

 

En 2018, Hunsicker dio un salto adelante y lanzó un nuevo servicio dirigido al público profesional: Caastle. La empresa se encarga de gestionar todo el servicio de suscripción para marcas como Banana Republic, American Eagle, Bloomingdales, Scotch&Soda o Ann Taylor.

 

Los retailers envían a Caastle el stock que quieren ofrecer bajo el formato de suscripción, y la empresa gestiona la logística, el control de calidad, el lavado y las entregas y devoluciones. La compañía se encarga también de desarrollar y gestionar la página web, empleando la identidad del retailer.

 

Caastle tiene su sede en Nueva York y cuenta con almacenes en Columbus (Ohio) y Phoenix (Arizona). Los retailers pagan una comisión por venta, que varía según se añadan suplementos como tecnología de personalización o recomendaciones a la página web. Caastle recoge todas las transacciones de los clientes finales y paga a los retailers según lo pactado.

 

Mientras que Gwynnie Bee ha levantado más de cien millones de dólares en varias rondas de financiación, Caastle es menos intensiva en capital y se ha financiado con recursos propios. La compañía cuenta con una veintena de empresas en plantilla, con ejecutivos procedentes de Mastercard, Yahoo Coach.