Burberry busca sucesor para su presidente mientras lidia con la presión creativa y comercial
La firma británica de lujo lanza la búsqueda de un nuevo presidente para relevar a Gerry Murphy, en el cargo desde 2018. La compañía se enfrenta actualmente a la debilidad comercial y la posible salida de su diseñador, Daniel Lee.


Burberry se adentra en una fase de transición. La compañía británica de lujo por excelencia habría iniciado discretamente el proceso de búsqueda de un nuevo presidente que sustituya a Gerry Murphy, quien ocupa el cargo desde 2018. Aunque no se ha concretado una fecha para su salida, las fuentes apuntan a que el relevo no se produciría antes de final de año.
Según ha adelantado el medio Sky News y confirmado posteriormente Reuters, la empresa dirá pronto adiós a Murphy, quien también es presidente de Tesco, el mayor grupo de distribución alimentaria del Reino Unido. Su nombramiento, hace ya siete años, se produjo con el objetivo de aportar estabilidad institucional y visión empresarial al grupo. La noticia de su posible marcha llega en un momento delicado para la empresa, marcado por la ralentización de ventas y una nueva crisis de identidad y de dirección creativa.
Desde su llegada, Burberry ha vivido importantes movimientos estratégicos: la incorporación de Jonathan Akeroyd como consejero delegado en 2022 y su posterior salida, sólo dos años más tarde. El ejecutivo fue entonces sustituido por Joshua Schulman, un dirigente con experiencia en marcas norteamericanas como Michael Kors o Coach.
Asimismo, bajo la presidencia de Murphy, también se produjo el fichaje de Daniel Lee como director creativo en septiembre de 2022. El diseñador británico fue nombrado líder de las colecciones de la firma británica después de un exitoso paso por Bottega Veneta, firma de lujo propiedad del grupo Kering. Por aquel entonces, también se produjo el relanzamiento de su posicionamiento hacia un segmento más alto del lujo bajo una nueva imagen, después de haber replanteado la identidad de la icónica marca inglesa bajo la dirección creativa del italiano Riccardo Tisci, entre los años 2018 y 2022.
Burberry había nombrado presidente a Gerry Murphy en 2018
Los resultados financieros tampoco han acompañado al presidente. En los últimos trimestres, Burberry ha visto cómo su crecimiento se desacelera. En el tercer trimestre de 2024, finalizado el 28 de diciembre, Burberry contrajo su facturación un 6,6% hasta 659 millones de libras, equivalentes a 780 millones de euros.
El resultado estuvo condicionado por el retroceso de las ventas en Asia Pacífico, donde la compañía sufrió una contracción del 9%, afectada por el efecto de China. En la región de Europa, Oriente Próximo y África, el descenso fue del 2%, lo que terminó por lastrar la evolución global del grupo, a pesar del crecimiento del 4% registrado en América.
También afectada por el impacto de la crisis de la industria del lujo, la compañía ha acumulado pérdidas desde el inicio del año, tras registrar un resultado negativo de 74 millones de libras en el primer semestre, frente al beneficio de 158 millones obtenido en el mismo periodo del año anterior. Burberry ha justificado estos resultados, igualmente, por la “volatilidad macroeconómica” y la debilidad del gasto en China.
Sin embargo, diversos analistas coinciden en que el problema de fondo es estructural. Tras años de cambios constantes, Burberry no ha logrado construir una narrativa diferenciada y coherente frente a otros competidores del lujo como Prada y Loewe. Además, la clásica firma británica también ha flaqueado ante el desafío de fusionar su histórico ADN con las propuestas de vanguardia.
La dirección creativa también está en el punto de mira, ante el posible adiós de Daniel Lee
En este contexto, el inicio de la búsqueda de un nuevo presidente debería redefinir el rumbo del grupo. El perfil de Murphy, más orientado al consumo generalista que al lujo, fue fundamental en una etapa de transformación corporativa, pero ahora Burberry necesita consolidar su identidad en un segmento ultra competitivo y marcado por la exigencia de la industria del lujo.
Paralelamente al proceso de sucesión en la presidencia, el foco también está puesto sobre la dirección creativa. Daniel Lee, quien asumió las riendas creativas estética tras el paso de Riccardo Tisci, debutó con una primera colección en febrero de 2023 que apostaba por volver a las raíces británicas de la marca. Sin embargo, su visión no ha terminado de conectar ni con el cliente ni con los mercados.
A pesar de haber recuperado iconos como el logotipo ecuestre y apostar por una estética más clásica, las ventas no han reflejado un giro claro en la percepción del consumidor, y su permanencia en el cargo es, desde hace meses, objeto de especulación en medios y analistas de moda. La falta de impacto de sus últimas colecciones y el escaso ruido mediático en comparación con otros diseñadores de su generación han mermado su credibilidad como revulsivo creativo. El listón estaba alto después de haberse convertido en uno de los nombres más celebrados de la industria tras su etapa de relanzamiento y modernización de Bottega Veneta.