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Lorenzo Caprile: “A la moda española le falta trabajar y dejar de vivir de subvenciones”

7 jul 2011 - 00:00

C. Pareja.- Lorenzo Caprile acaba de recibir el premio de Socio de Honor del Gremio de Sastres y Modistas de Valencia. El modisto, que no diseñador (como dice él mismo), se siente muy orgulloso de haber ganado este premio, ya que lleva toda una vida dedicándose a este oficio. Caprile asegura que la moda española debe dejar de vivir de subvenciones y reclama que se deje de hablar de Inditex como “una empresa que no hace moda, ya que han hecho mucho por el sector en España".

Pregunta: Le acaban de nombrar Socio de Honor del Gremio de Sastres y Modistas de Valencia. ¿Qué supone este nombramiento para usted? 

 

Respuesta: Es un orgullo, somos sastres y modistos y he dedicado toda mi vida a este oficio. Sólo existe un gremio en toda España que sea en exclusiva para sastres y modistas y me ha nombrado como socio de honor, así que sólo puedo decir que el honor es mío. 

 

P.: Lleva desde 1986 en el mundo de la moda y ha trabajado para distintas firmas españolas e italianas. ¿Cómo ha cambiado el sector desde entonces? 

 

R.: En 1986 empecé en mi primer trabajo serio, pero yo llevo desde los años ochenta enredando por el mundo de la moda; desde entonces, el sector ha cambiado muchísimo. En primer lugar, Inditex cambió las reglas del juego, ya que ha creado un contacto directo entre proveedor y cliente, una reacción ante la demanda del público y una excelente calidad-precio. Otro de los cambios más sustanciales ha sido Internet, que ha aportado a la moda  española cosas buenas, como tener presencia internacional, y cosas malas, una sobreoferta y sobreinformación. 

 

P.: Muchos diseñadores españoles con una larga trayectoria profesional han arremetido contra las grandes empresas de distribución asegurando que lo que hacen no es moda. ¿Qué opina usted de este fenómeno? 

 

R.: Entonces pregunto yo: ¿y qué es moda para ellos? Eso es una chorrada, moda no es sólo lo que se firma, la moda es lo que viste la gente por la calle, es lo que se lleva y lo que la gente compra. En España moda ahora es Inditex, es Mango, es Blanco y un largo etcétera. 

 

P.: En 1998 se mudó al taller en que trabaja en la actualidad. ¿Considera que, con la situación económica actual, tener su propio taller y seguir siendo independiente es un lujo al alcance de pocos? 

 

R.: Es un lujo, pero no está al alcance de pocos. Está al alcance de cualquier emprendedor, no es difícil, sólo se necesitan ganas. Tener un equipo que trabaja para ti sí que es un lujo, ya que mantenerlo es difícil, pero si eres constante y trabajas en ofrecer un buen producto todo saldrá bien. Lo más importante es ser noble.

P.: Usted dice que antepone la artesanía al diseño. ¿Por qué? 

 

R.: Es mi manera de enfocar la profesión. Mi objetivo es que el traje sea bonito, pero sobre todo que mis clientas se sientan cómodas y que esté perfectamente confeccionado. Luego, si el diseño es novedoso y atractivo, mejor que mejor. 

 

P.: Trabajó para firmas de ceremonia, su especialidad, como Rosa Clará o Pronovias. ¿Por qué se rompió este noviazgo? 

 

R.: Pues porque no es lo mío. No hubo un motivo concreto. Me hizo muchísima ilusión que tanto Rosa Clará como Pronovias contaran conmigo para realizar colaboraciones y quisieran licenciarme, pero exigen, como es normal, una cierta organización y unos tiempos de entrega que son difíciles de cumplir. Pero aún así, estoy muy orgulloso del trabajo que realicé con ambas compañías. 

 

P.: ¿Volvería a colaborar con otra gran empresa? 

 

R.: Depende. Si fuera algo puntual si, una colección cápsula con alguna distribuidora no me disgustaría, algo que se está poniendo muy a la orden del día, pero nada continuado. Admiro mucho a la cadena Blanco y por su frescura y colorido me gustaría colaborar con ellos, por poner un ejemplo. 

 

P.: La situación económica actual se está cobrando muchas victimas en el diseño de moda en España. Como profesional, ¿cuál cree que sería una posible solución? 

 

R.: A la moda española le falta trabajar y dejar de vivir de subvenciones. Existen muchos vicios adquiridos en la moda española y que te subvencionen o que te paguen por diseñar no debería de ser una costumbre. Esto ha llevado a que muchos diseñadores estén mal acostumbrados y ahora les cueste sobrevivir en esta crisis.