Empresa

Primark convierte la tienda de Gran Vía en la segunda del mundo por facturación e invertirá 50 millones en el país

I. P. Gestal

8 jun 2016 - 04:55

John Bason

 

Primark rentabiliza su inversión en el mercado español. El establecimiento que la cadena irlandesa de moda low cost puso en marcha en Gran Vía el año pasado se ha convertido ya en el segundo del grupo por volumen de facturación, según ha explicado John Bason, director financiero de ABFoods, propietario de Primark, a Modaes.es

 

En paralelo, el grupo continúa buscando ubicaciones para continuar expandiendo su modelo de macrotiendas en el resto del mercado español, donde se ha convertido en la segunda cadena por número de compradores, superando a Zara. Sólo para este año, la compañía prepara cuatro nuevas aperturas en Palma de Mallorca, Tarragona, Bilbao y Valencia, que supondrán una inversión de cincuenta millones de euros.

 

“Estuve en la apertura de la primera tienda en España en Plenilunio, en Madrid, hace ya diez años, y para mí es un símbolo de cómo el negocio de Primark se ha desarrollado tanto en España como en el resto del mundo”, explica Bason.

 

 

 

 

“Hace una década –continúa el directivo–;  Primark era una compañía que operaba sólo en Reino Unido e Irlanda, y la tienda en Plenilunio fue la primera fuera de las islas británicas”. Hoy, Primark opera en once países y España, con 41 tiendas y 5.000 empleados, se ha convertido en el segundo mayor mercado de la cadena por ventas y superficie, por detrás de Reino Unido.

 

“Estamos muy orgullosos de lo que hemos conseguido en España y Gran Vía es un indicador de lo lejos que hemos llegado”, asegura Bason. El faraónico establecimiento abrió sus puertas en octubre del año pasado en el número 32 de la avenida madrileña.

 

Con 12.500 metros cuadrados, cinco plantas, 91 probadores y 131 cajas registradoras, la tienda se convirtió en el segundo mayor establecimiento del grupo en todo el mundo y en su buque insignia en el mercado español, donde Primark había centrado su expansión en establecimientos, también de grandes dimensiones, pero ubicados en centros comerciales.

 

Pero la tienda de Gran Vía es sólo la cara más visible del éxito de Primark en España. En los últimos cinco años, la filial de la cadena en el país ha multiplicado por cuatro su tamaño, hasta cerrar 2015 con una facturación de 1.168 millones de euros, un 20% más que el año anterior.

 

 

La cadena irlandesa facturó 920 millones de euros en el mercado español en el último ejercicio

 

 

Descontando las prendas que se facturan en España porque se operan en el almacén español, pero que se destinan a otros mercados, las ventas en el mercado español ascendieron a 920 millones de euros, un 16% más que en 2014. Esta cifra de negocio no incluye todavía el impacto de la tienda de Gran Vía, ya que el ejercicio 2015 finalizó el pasado 31 de agosto, antes de que el establecimiento abriera sus puertas.

 

Además, la compañía se ha convertido en el primer grupo de España por cuota de volumen, copando un 8,5% de todas las prendas de ropa que se venden en el mercado español.

 

Sin embargo, Bason asegura que la decisión de desembarcar en España no fue tan estudiada como cabría esperar. “Si alguien le dijera que hicimos un estudio detallado de todos los mercados y escogimos España en consecuencia, le mentiría”, admite el ejecutivo.

 

En cambio, Bason explica que el consejero delegado de Primark en aquel entonces, Arthur Ryan, conocía muy bien España, e insistió en que era un mercado muy prometedor para la compañía por los hábitos del consumidor que, en su opinión, eran muy similares a los del consumidor irlandés y británico. El equipo directivo le apoyó, y fue entonces cuando Primark subió la persiana de la tienda en Plenilunio.

 

 

 

 

Aunque el grupo impulsó sus ventas apalancada en el descenso del poder adquisitivo y la crisis económica en España, Bason está convencido de que continuará creciendo cuando el poder adquisitivo también se recupere. “En Reino Unido crecimos mucho entre 2000 y 2006, cuando la economía estaba en expansión”, asegura el directivo. “Confío en la recuperación de la economía española y en que Primark también crezca con ella”, añade.

 

En este tiempo, el grupo “ha cambiado las expectativas de los consumidores españoles”, en opinión de Bason. “No sólo en cuanto a precio; también en la experiencia en la tienda y actualidad o la novedad en los productos”, afirma el directivo.

Una de las pocas fronteras que Primark todavía no se ha atrevido a superar es el salto al canal online. “Piense que un tercio de toda la ropa que se compra online, se devuelve; si tenemos que enviar, el producto y, después, recogerlo, no salen los números”, explica el financiero. “Aunque, como directivo, la máxima es nunca digas nunca”.