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Las joyas de Tot-em se apoyan en la internacionalización para alcanzar 2,5 millones en 2021

La compañía española de joyería personalizada, que está inmersa en una ronda de financiación, ha profesionalizado su equipo y ha lanzado un nuevo producto para impulsar su crecimiento.

Laura Juanes

13 may 2021 - 04:49

Las joyas de Tot-em se apoyan en la internacionalización para alcanzar 2,5 millones en 2021

 

 

Crecer en momentos de adversidad y aprovechar las oportunidades. Esta ha sido la máxima que ha guiado las decisiones de Tot-em desde el estallido de la pandemia. La compañía, que echó a andar en 2014 de la mano de Javier Jiménez y Javier Pérez, se especializa en la creación de accesorios y joyas personalizadas a través de la Red. La empresa experimentó un boom el año pasado, al calor del auge del online y de la creciente demanda de los consumidores de productos customizables. Tras haber duplicado ventas en 2020, la empresa se muestra optimista con volver a repetir el resultado este año.

 

El año pasado, la empresa cerró una ronda de financiación, con la que levantó 300.000 euros y con la que dio entrada a nuevos accionistas. En la actualidad, Jiménez y su socio controlan el 90% del capital de la empresa, mientras que el resto se reparte entre varios business angels. Ahora, la compañía vuelve a estar inmersa en otra ronda, que prevé cerrar en dos o tres meses, y con la que está buscando nuevos socios para levantar alrededor de 175.000 euros.

 

Para este año, la empresa posa su mirada sobre el mercado internacional con el objetivo de continuar creciendo y aprovechar el empujón experimentado en 2020. “Estamos jugando con la idea de China, pero ese es otro universo”, reflexiona Jiménez. “Nos planteamos salir a Reino Unido, Gracia y Portugal este mismo año”, añade el empresario, señalando además que la internacionalización es una de las áreas principales de los planes de crecimiento de Tot-em, que también ha lanzado un nuevo producto con el que espera llegar a más mercados.

 

 

 

 

Esta nueva línea de artículos se llama Momenti, y pretende ser “un baúl de recuerdos privado”, tal como lo define el fundador de la empresa. “Es un espacio privado que permite, gracias a la joya desarrollada, guardar ciertos momentos para el usuario”, continúa Jiménez, señalando además un factor clave para la estrategia de expansión de Tot-em: “nos permite salir al canal retail, porque antes nos basábamos en la joyería personalizada, pero ahora nos planteamos llevar este producto a tienda”.

 

Por el momento, la compañía no ha definido el plan de acción para saltar al canal físico, aunque “la idea es vender el producto en tiendas multimarca y grandes almacenes”, explica Jiménez. “Es algo que está sobre la mesa, y queremos llevarlo a las tiendas a para la segunda mitad del año”, continúa el fundador, añadiendo además que ciudades como Barcelona y Madrid es “donde tiene más sentido empezar”, porque es donde se concentra un mayor volumen de consumidores.  

 

Otra área del plan de crecimiento de Tot-em es la profesionalización de su equipo. Durante la pandemia, la empresa triplicó su plantilla, incorporando a figuras con trayectoria en el sector. “Hemos formado una plantilla con más experiencia para estar preparados para nuestro próximo salto”, argumenta Jiménez.

 

La empresa ha fichado en Pompeii o Mr. Boho a algunas de sus nuevas incorporaciones. “Queríamos un equipo que venda de marcas nativas digitales, y este ha sido en buena parte un factor de crecimiento para nosotros”, explica el fundador. Así, en el último año la empresa ha añadido a una directora de márketing y otra de operaciones, entre otros nombramientos.

 

 

 

 

La compañía concentra el grueso de su facturación, el 55%, en el mercado internacional, en los países en los que ya están presentes, como Alemania, Francia o Italia, que es el segundo mercado más relevante para la empresa por volumen de negocio. Ahora, además de apuntar a nuevas localizaciones en Europa, la empresa también está estudiando entrar en Estados Unidos.

 

El año pasado, en el que los consumidores vivieron un paréntesis de dos meses en los que no pudieron salir ni ver a sus allegados, Tot-em experimentó un gran crecimiento. Jiménez argumenta que la marca fue “una herramienta muy buena para estar cerca, porque la gente los usaba como medida de expresión de amor en tiempos de confinamiento”.

 

La compañía se especializa en la personalización de joyas a través de grabaciones de voz, de mapas del cielo o de coordenadas. Las piezas de la marca, que se crean en madera o metal, se diseñan con un software que los fundadores desarrollaron para automatizar el proceso. La compañía es nativa digital, y actualmente distribuye sus artículos exclusivamente a través de su plataforma de ecommerce. Las joyas de metal se producen en un taller propio de la empresa en Madrid, mientras que las de madera se elaboran en colaboración con talleres ubicados en Tarragona.

 

 

Duplicar la facturación

Tot-em trabaja con un modelo bajo demanda: los consumidores escogen la joya que quieren y el mensaje que quieren grabar en ella, y la empresa distribuye las piezas en plazos de hasta 48 horas en la Península Ibérica. La logística se gestiona desde Madrid, donde se ubica la sede, y las joyas se crean exclusivamente en territorio nacional. En la actualidad, la compañía cuenta con una plantilla de 27 trabajadores.

 

Tot-em cerró el pasado ejercicio habiendo duplicado su facturación, hasta 1,1 millones de euros. Este año, la empresa prevé continuar por la senda del crecimiento y volver a duplicar ventas, hasta alcanzar los 2,5 millones de euros de cifra de negocio.